Kukutza se reduce a escombros
La juez da luz verde a la demolici¨®n del 'gaztetxe' para evitar perjuicios a su leg¨ªtimo propietario - Azkuna valora la soluci¨®n a una "ocupaci¨®n ilegal"
Kukutza ser¨¢ historia. Para algunos permanecer¨¢ en el recuerdo. Para otros desaparecer¨¢ para siempre. Tras dos d¨ªas de altercados en defensa del gaztetxe de Rekalde y duros reproches pol¨ªticos, la puntilla lleg¨® ayer desde el juzgado de lo Contencioso n¨²mero 5 de Bilbao, cuya titular decidi¨® levantar la suspensi¨®n cautelar que pesaba sobre la orden de derribo del edificio al entender que "no se pueden obviar" los derechos de su propietario. La decisi¨®n fue bien recibida por el Ayuntamiento, cuyo informe en favor de la propiedad privada fue el que otorg¨® peso al auto de la juez. La demolici¨®n comenz¨® a media tarde.
La resoluci¨®n judicial, que se comunic¨® a las partes al filo del mediod¨ªa y es recurrible en apelaci¨®n, consideraba "prevalente el inter¨¦s p¨²blico en la ejecuci¨®n de las previsiones del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana", en el que se contempla el derribo de la vieja f¨¢brica de maquinaria industrial para dar cabida un bloque de viviendas de seis alturas. En este sentido, la juez tuvo en cuenta los "perjuicios" que la demora de la actuaci¨®n proyectada podr¨ªa tener para la constructora Cabisa, propietaria desde 1994 de unas instalaciones que suman m¨¢s de 6.000 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas.
El enfrentamiento con la Ertzaintza se traslad¨® del barrio al centro de Bilbao
La asociaci¨®n vasca de patrimonio industrial ped¨ªa conservar el edificio
"Nos arrancan el coraz¨®n, pero Rekalde sigue vivo", avisan los vecinos
El auto, redactado tras escuchar el jueves la juez a todas las partes implicadas, reflejaba tambi¨¦n que el edificio no figura con ning¨²n r¨¦gimen de protecci¨®n por su inter¨¦s arquitect¨®nico, seg¨²n demandaba la asociaci¨®n vecinal Errekaldeberriz, y que tampoco consta el inicio de ning¨²n expediente para su catalogaci¨®n por parte del Ayuntamiento de Bilbao o el Gobierno vasco. Recog¨ªa, por el contrario, que se encuentra "fuera de ordenaci¨®n expresa".
La resoluci¨®n se conoci¨® poco despu¨¦s de que la propia Asociaci¨®n Vasca de Patrimonio Industrial y Obra P¨²blica emitiera una nota de car¨¢cter urgente en la que consideraba de inter¨¦s la preservaci¨®n del gaztetxe. Seg¨²n este colectivo, la f¨¢brica se construy¨® a mediados del siglo XX y queda recogida en el inventario de patrimonio industrial elaborado por el Gobierno vasco como un edificio "dentro del tercer nivel de protecci¨®n", en el que quedan incluidos los inmuebles a conservar por el planeamiento municipal.
La confirmaci¨®n del derribo motiv¨® ayer un nuevo reguero de reacciones pol¨ªticas. Una de las primeras fue la del propio alcalde de Bilbao, I?aki Azkuna, quien valor¨® el auto de la juez como la soluci¨®n a una "ocupaci¨®n ilegal". "El Ayuntamiento tiene que defender la propiedad privada, porque de lo contrario se ver¨¢ como algo normal si ma?ana entran los okupas en una de nuestras casas", advirti¨®. No obstante, el primer edil mantuvo tendida su mano para llegar a un acuerdo con los inquilinos de Kukutza y sufragarles parte de un alquiler "legal" para poder mantener la actividad cultural del gaztetxe.
Tambi¨¦n el PP valor¨® la resoluci¨®n judicial y pidi¨® a los impulsores de Kukutza que asuman el auto, ya que est¨¢n "obligados, como el resto de los bilba¨ªnos, a cumplir la ley y acatar el derecho de propiedad". En sentido inverso se manifestaron otros partidos. Aralar consider¨® que con el derribo se pretende echar abajo "todo un proyecto cultural", mientras que EB critic¨® la "pol¨ªtica autoritaria" de Azkuna y afirm¨® que el conflicto se ha resuelto "de la peor manera posible". Bildu, por su parte, juzg¨® como "un error" el auto y avanz¨® que "el tiempo dar¨¢ la raz¨®n a Rekalde", en referencia a que la demolici¨®n de Kukutza no har¨¢ desaparecer "la voluntad de trabajo por el barrio y la ilusi¨®n por cambiar las cosas".
El pronunciamiento m¨¢s emotivo correspondi¨® a Errekaldeberriz, que tras conocer el fallo catalog¨® ayer como "el d¨ªa de la verg¨¹enza". "Sentimos verg¨¹enza por unas instituciones que no han querido defender los intereses de la ciudadan¨ªa y se han plegado a las ansias especulativas de unos millonarios", recrimin¨® la asociaci¨®n vecinal, a trav¨¦s de un comunicado que quiso rematar en clave positiva. "Nos van a arrancar el coraz¨®n, pero Rekalde sigue vivo. "Ha nacido un nuevo Kukutza".
Graves incidentes y varios detenidos
La piqueta perfor¨® el hormig¨®n de Kukutza al filo de las seis de la tarde, tras facilitar a sus antiguos inquilinos el acceso al interior para retirar sus pertenencias. Desde una hora antes, la llegada de la maquinaria a la zona calde¨® el ambiente entre quienes se encontraban en Rekalde para protestar por el derribo. Fue el comienzo de otra intensa jornada de incidentes, la tercera seguida, que se sald¨® esta vez con graves da?os materiales, heridos y alrededor de una treintena de detenidos.
La premura por derribar el antiguo gaztetxe era l¨®gica. Desde el punto de vista del propietario del edificio y empresario, para promover cuanto antes la construcci¨®n de los pisos que dar¨¢n nueva vida al solar. Desde el de la Ertzaintza, para culminar de una vez con un amplio y complejo despliegue que estaba previsto haber finalizado el mi¨¦rcoles y que se prolong¨® debido a la suspensi¨®n cautelar de la demolici¨®n por parte de la juez. Haber retrasado los trabajos hasta despu¨¦s del fin de semana hubiera podido desencadenar nuevos altercados.
Ayer qued¨® patente. El inicio del derribo del edificio desat¨® la violencia con la que amenazaba la creciente contestaci¨®n social, pese a que los inquilinos de Kukutza hab¨ªan instado por la ma?ana a dar una respuesta "inteligente" y pac¨ªfica. Nada m¨¢s lejos de la realidad. La tensi¨®n que ya se palpaba a media tarde desemboc¨® finalmente en duros enfrentamientos con la Ertzaintza que se agravaron durante la manifestaci¨®n convocada en defensa del gaztetxe, a la que asistieron cientos de personas.
Los alborotadores, que incluso trataron de impedir con barricadas la llegada de las m¨¢quinas, cruzaron contenedores en varias calles durante las protestas y prendieron fuego a algunos de ellos, lo que oblig¨® a intervenir a los Bomberos. Arrojaron tambi¨¦n objetos contundentes contra la Polic¨ªa vasca, que respondi¨® con cargas y el lanzamiento de pelotas de goma. Rekalde qued¨® cortado al tr¨¢fico por completo. Con el paso de las horas, los radicales se desplazaron hacia el centro de Bilbao, donde lanzaron piedras contra la fachada consistorial. El servicio nocturno de autob¨²s qued¨® interrumpido.
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