Afortunada tierra hispana

- "Si Dios no existiera habr¨ªa que inventarlo". -Voltaire

Da pena el f¨²tbol ingl¨¦s. Las cosas ya no son lo que eran. Hab¨ªa quien dec¨ªa que la Premier era una Liga m¨¢s emocionante que la espa?ola, que all¨¢ cualquiera pod¨ªa perder contra cualquiera, que no era cosa de dos, como aqu¨ª, sino de cuatro, cinco, seis. Y ahora, f¨ªjense: el Manchester United amenaza con ser proclamado campe¨®n antes de Navidad mientras que en Espa?a el Betis y el Levante emergen como candidatos al t¨ªtulo.

Y encima, para colmo, los entrenadores de la Premier no dan la talla. Se han vuelto todos unos sosos ante los micr¨®fonos, que como todo el mundo sabe es donde reside una muy buena parte de la diversi¨®n de este deporte. Alex Ferguson, siempre una garant¨ªa de declaraciones insultantes, se est¨¢ portando por fin como el Sir que la reina Isabel eligi¨® ver en ¨¦l, inexplicablemente, el d¨ªa que le condecor¨®. El del Chelsea es buen chaval, el del Arsenal hoy da pena, el del City un italiano serio y gris. Y as¨ª todos. Con raz¨®n sue?an en Inglaterra con la posibilidad de que Mourinho vuelva un d¨ªa a alegrarles la fiesta. Pero por el bien del f¨²tbol espa?ol, y el de nosotros los de los medios, y el de la sociedad en su conjunto, ?por favor que no! ?Que se quede para siempre!

Imag¨ªnense la temporada pasada sin Mourinho. Una procesi¨®n del Bar?a con los cronistas deportivos insistiendo semana tras semana sobre las piruetas de Xavi, los bailes de Messi, los minuetos del medio campo. Un horror. F¨²tbol circo. Sin la tensi¨®n dram¨¢tica que el f¨²tbol necesita como un pez el agua, un espa?ol el jam¨®n, un portugu¨¦s el bacalao.

Por eso, eterno agradecimiento a Jorge Valdano y a los dem¨¢s directivos del Real Madrid por haber tenido la visi¨®n de traer a Mourinho a Espa?a. Cobra un buen sueldo pero lo que nos ha dado, y nos sigue dando, a cambio es impagable. Esta nueva temporada ha vuelto m¨¢s divertido que nunca. Eso de que "el carrito" tuvo la culpa de la derrota de su equipo: ?genial! O que fueron las simulaciones, o el ¨¢rbitro, o las patadas, o el juego sucio o el c¨¦sped alto. ?El c¨¦sped! ?Qu¨¦ maravilloso sentido del humor! ?Qu¨¦ capacidad m¨¢s admirable de re¨ªrse de s¨ª mismo! Acus¨® al Levante de utilizar las mismas armas para ganarle el domingo pasado que ¨¦l utiliza cuando juega contra el Bar?a. Igualitas. Obviamente era una broma, un gui?o de autoiron¨ªa. Solo que, como buen c¨®mico, lo hizo con cara de p¨®quer, logrando que algunos pesados se lo tomaran en serio. Por Dios. ?No ven que la misi¨®n de este hombre, aunque ¨¦l mismo no siempre se d¨¦ cuenta, es hacernos re¨ªr? ?Que, m¨¢s que un mero entrenador, es un ingenioso juglar?

?Y cu¨¢nto bien nos hace! Como ¨¦l mismo tuvo la perspicacia de reconocer en otra de sus gracios¨ªsimas ruedas de prensa el viernes, lo suyo vende. A los medios nos ayuda un mont¨®n: cuando Mourinho irrumpe en escena llegamos a m¨¢s lectores y oyentes y telespectadores que nunca, una necesidad cr¨ªtica en los tiempos que corren. Y hace un enorme favor a los espa?oles en general al darles un tema de conversaci¨®n que fascina y nada tiene que ver con la crisis econ¨®mica. ?Lo tristones que estar¨ªamos sin sus gracias!

Y ahora, oh afortunada tierra hispana, parece que nos vamos a empachar. Que adem¨¢s del Mourinho comedy show vamos a tener Liga -la mejor del mundo y ahora va a ser verdad-. Los ingleses nos van a mirar con la m¨¢s odiosa envidia.