Insomnio digital
Los nuevos compa?eros de cama nos quitan el sue?o. Y eso que son fieles y puntuales como un reloj suizo. Desde que hemos metido el port¨¢til entre las s¨¢banas y el tel¨¦fono, aut¨®nomo e inteligente, debajo de la almohada somos sujetos insomnes, pero no de aquellos atormentados que daban vueltas toda la noche pensando en sus cosas y contando ovejas. El insomnio es ahora una actividad colectiva, en red, multitarea, cosmopolita y transoce¨¢nica. Pasamos nuestras noches en vela con gente que trabaja al otro lado del oc¨¦ano.
Nos perdemos demasiadas cosas mientras dormimos. O tal vez no haya ni ese pensamiento previo, y solo nos ponemos a hacer cosas y se nos pasa el tiempo. O nos dormimos y a media noche nos despierta un mensaje, o quedamos para jugar en red a las dos de la madrugada porque al otro lado del mundo son las ocho de la tarde.
Un estudio revela que en Espa?a casi una de cada cinco personas se considera a s¨ª misma insomne
La Fundaci¨®n Nacional del Sue?o de Estados Unidos ha estudiado los h¨¢bitos de los estadounidenses antes de irse a la cama y ha observado que el 95% pasa, al menos, una hora frente a alguna pantalla antes de intentar quedarse dormido. El ordenador, las videoconsolas y, sobre todo, el tel¨¦fono son los preferidos. Seg¨²n el informe, uno de cada diez chicos de entre 13 y 18 a?os se despierta a menudo por mensajes o llamadas. La encuesta se realiz¨® a 1.508 personas de entre 13 y 64 a?os. El 43% dijo tener dificultades para dormir todos los d¨ªas de la semana. En Espa?a, casi una de cada cinco personas se considera a s¨ª misma insomne, seg¨²n un estudio del hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
La sucesi¨®n de pantallas e im¨¢genes y la hiperactividad que fomenta Internet sobreestimulan al cerebro y env¨ªan una se?al contraria a la que este necesitar¨ªa escuchar a altas horas de la noche. El ¨²ltimo contacto consciente que tenemos antes de cerrar los ojos suele ser con la pantalla del m¨®vil (el 60% lo revisa antes de dormir). Una de cada cuatro personas cuando se despierta en mitad de la madrugada echa un vistazo al tel¨¦fono a ver si tiene alg¨²n mensaje, y el 70% es lo primero que mira al despertar. Trastornamos nuestros ritmos circadianos, enga?amos al cerebro y luego queremos obligarlo a dormir. "Pero el sue?o no viene de golpe -recuerda el doctor Eduard Estivill- hay que prepararlo, y esto pasa por desconectar de todo al menos dos horas antes".
Luz de iPad. La luz artificial que emite el iPad promete ser otra causa de insomnio. Seg¨²n los investigadores del Centro de Trastornos del Sue?o de la Universidad de California (UCLA), la pantalla retroiluminada de esta tableta similar a un ordenador trastorna la secreci¨®n de melatonina, la hormona inductora del sue?o que prepara al cerebro para dormir y que debe comenzar a liberarse al menos una hora antes de quedarnos dormidos. Los investigadores se?alan que el
e-paper empleado en otros dispositivos de lectura como el Kindle, al ser opaco y en blanco y negro resulta menos nocivo.
A los investigadores de UCLA el iPad les preocupa en particular porque, dicen, solemos ponerlo muy cerca de la cara, mientras otros emisores de luz artificial como la televisi¨®n suelen estar m¨¢s lejos y no se recibe la luz tan directamente.
En el Urban Dictionary alguien se ha preocupado por crear el t¨¦rmino y la definici¨®n del fen¨®meno. "Techsomnia es cuando el cerebro no te deja dormir hasta que no completes alguna tarea relacionada con la tecnolog¨ªa". La palabra se vio en Facebook por primera vez en la cuenta de Kuroi Kaze, que describi¨® as¨ª su estado durante una noche en blanco: "Iba a meterme en la cama, pero entonces la techsomnia me golpe¨® y ahora solo puedo seguir enganchado a mi Samsung Epic. Lo pr¨®ximo que s¨¦ es que son las 2.30 y tengo que estar despierto a las 6.00 para irme a trabajar".
?Qu¨¦ nos mantiene en vela?
Los maratones de series de televisi¨®n. Bajadas al disco duro o en streaming. Tenemos material m¨¢s que abundante para pasar una noche en blanco muy entretenida. Todo lo que hay que ver est¨¢ en Internet.
Leer en diferido y en pantallas. Todos los art¨ªculos que hubi¨¦ramos querido leer durante el d¨ªa y que vamos almacenando en sitios como Instapaper para cuando tengamos tiempo. Cada d¨ªa acumulamos informaci¨®n suficiente para leer un par de horas antes de dormir. O lo miras entonces o nunca. Ma?ana habr¨¢ m¨¢s y no podr¨¢s ponerte al d¨ªa. Esa informaci¨®n suele consumirse a trav¨¦s de pantallas o tabletas emisoras de luz que trastornan la segregaci¨®n de melatonina.
Enredar con el tel¨¦fono. Usar el m¨®vil como alarma y dejarlo al lado de la cama. El tel¨¦fono ya no es solo un tel¨¦fono. Almacena posibilidades infinitas de ocio y vida social sin levantarnos de la cama. Esto es, seg¨²n los expertos del sue?o, el principio del fin. Seguimos conectados hasta ¨²ltima hora y, si no llega el sue?o, es un recurso com¨²n para entretenernos.
Videojuegos en red para adultos. Los videojuegos hace tiempo se saltaron el universo adolescente y conquistaron el mundo de las personas en edad productiva y con horarios laborales. Jugar engancha, y hacerlo en tiempo real y con contrincantes es raz¨®n suficiente para perder el sue?o. La adicci¨®n a los videojuegos y la presencia de la videoconsola en la habitaci¨®n se han relacionado con algunos casos de insomnio.
Hacer tecnovida social. Chatear, hablar por Skype, conocer gente, comprar. Todo es posible a cualquier hora. Siempre habr¨¢ una mitad del mundo despierta mientras la otra est¨¢ intentando descansar.
C¨®mo 'enfriar' los cerebros hiperactivos
Cient¨ªficos del Programa de Investigaci¨®n de Neuroim¨¢genes del Sue?o de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) han dise?ado una gorra con conductos de agua a partir de la hip¨®tesis de que el enfriamiento de la corteza cerebral ayudar¨ªa a conciliar el sue?o. "Al enfriar esta regi¨®n se reduce la actividad metab¨®lica del cerebro y se calma la mente hiperactiva", explican los investigadores. La t¨¦cnica ha sido probada en un grupo de 24 personas con una media de edad de 45 a?os
Nanas del nuevo siglo
Los Sleepphones (unos auriculares a modo de banda del pelo) fueron creados por Wei-Shin Lai, un m¨¦dico de familia estadounidense, para ayudar a sus pacientes con insomnio a abandonar las p¨ªldoras para dormir. Son m¨¢s ergon¨®micos que los tapones tradicionales, protegen contra los ronquidos y ayudan a conciliar el sue?o gracias a las grabaciones de ruidos blancos, los llamados sonidos de la naturaleza. De momento solo se comercializan en Estados Unidos y tienen un precio aproximado de 50 euros.
www.sleepphones.com
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