Me acost¨¦ con un terrorista
"Queremos que protagonices esta pel¨ªcula. Vas a flipar con el gui¨®n. Es una historia de amor y venganza, pol¨ªticamente comprometida y con un mensaje emocionante. T¨² eres su int¨¦rprete id¨®nea". Algo as¨ª le dice en Product un productor persuasivo y optimista a una actriz famosa ya no tan joven, que parece atribulada, insegura y con el alma en otra parte. Julio Manrique, su director, ha convertido este mon¨®logo de Mark Ravenhill en una partida a tres bandas, para que se multipliquen las carambolas c¨®micas: tan divertidas como la lectura que ¨¦l va haciendo de ese disparatado gui¨®n sobre una anglosajona enamorada de un terrorista de Al Qaeda son las mudas reacciones de la estrella en horas bajas, cada vez m¨¢s confusa y at¨®nita ante las dimensiones que el desprop¨®sito va tomando. Para hacer la lectura m¨¢s teatral, Manrique introduce otro personaje: un secretario de producci¨®n que mientras pincha la banda sonora posible de la pel¨ªcula se pone en la piel de alguno de sus protagonistas de ambos sexos.
PRODUCT
Autor: Mark Ravenhill. Traducci¨®n: Cristina Genebat. Vestuario: Mar¨ªa Armengol. Escenograf¨ªa: Lluc Castells. Direcci¨®n: Julio Manrique. Teatro Mar¨ªa Guerrero, sala de la Princesa. Hasta el 30 de octubre.
Es un divertimento bien tra¨ªdo donde se parodian los t¨®picos del cine
Escrito con ingenio y conocimiento de causa, Product es un divertimento bien tra¨ªdo donde se parodian los t¨®picos del cine hollywoodiense de acci¨®n y se reduce al absurdo el proverbial manique¨ªsmo con el que la opini¨®n p¨²blica tiende a abordar temas pol¨ªticamente complejos. La puesta en escena de Manrique mantiene el esp¨ªritu austero del mon¨®logo original, enriquecido por el juego de sus tres int¨¦rpretes: aunque en toda la comedia articule apenas media docena de palabras, Sandra Moncl¨²s tiene tanto papel y presencia como David Selvas, que no para de hablar. El mon¨®logo del productor hay que seguirlo tambi¨¦n a trav¨¦s del rostro de la actriz, cuyo pensamiento es un atractivo enigma: adivinamos que atraviesa una mala racha, que el gui¨®n la est¨¢ dejando sin palabras y que no sabe como salir de esta.
Norbert Mart¨ªnez, el ayudante, tambi¨¦n escucha, pero desde otro sitio: es el clown de la funci¨®n, protagonista de peque?os desastres sucesivos en su papel de actor improvisado y de t¨¦cnico factotum. Llenas de detalles, la escenograf¨ªa de Lluc Castells y la iluminaci¨®n de Jaume Ventura, que le saca partido al peque?o escenario de la sala de la Princesa. Una hora de entretenimiento minucioso y bien hecho.
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