Al Qaeda golpea en el sur de Yemen en plena guerra civil
El ministro de Defensa sale ileso del segundo atentado que sufre en un mes
El ministro yemen¨ª de Defensa sali¨® ayer indemne de un atentado suicida contra su convoy que ha dej¨® heridos a diez de sus acompa?antes. El ataque, el segundo contra Mohamed Naser Ali en menos de un mes, se produjo en Ad¨¦n, la capital del sur del pa¨ªs, donde existe un fuerte sentimiento separatista. Sin embargo, portavoces militares responsabilizaron a la rama local de Al Qaeda, que est¨¢ aprovechado la crisis pol¨ªtica en el pa¨ªs para hacerse fuerte en el sur.
La onda expansiva afect¨® sobre todo al primer veh¨ªculo de la caravana, donde viajaban la mayor¨ªa de los heridos. El ministro ocupaba un asiento trasero del segundo. A finales de agosto, el convoy de Ali fue alcanzado por una mina en la conflictiva zona meridional de Abiy¨¢n, donde simpatizantes de Al Qaeda se han hecho con varias localidades.
Ali se encontraba en Ad¨¦n para supervisar una ofensiva militar contra presuntos miembros de Al Qaeda en esa provincia. De acuerdo con los medios locales, el atentado se produjo cuando el convoy en el que se desplazaba se dirig¨ªa al hotel en el que se alojan el ministro y su equipo. Inicialmente, los artificieros del Ej¨¦rcito creyeron que se trataba de una bomba detonada por control remoto, pero m¨¢s tarde llegaron a la conclusi¨®n de que fue un ataque suicida, ya que hab¨ªan encontrado el cuerpo de un joven dentro del coche que estall¨®.
"Es consistente con las t¨¢cticas de Al Qaeda", declar¨® un miembro de los servicios de seguridad citado por la agencia Reuters. Grupos islamistas locales asociados con esa red terrorista han intensificado sus actividades en esa zona del sur del pa¨ªs y atacado repetidamente a soldados y polic¨ªas desde que hace casi ocho meses se iniciaron las protestas para pedir la salida del presidente Ali Abdal¨¢ Saleh.
Algunos analistas y fuentes de la oposici¨®n responsabilizan al mandatario de haber cedido terreno a los extremistas retirando a sus uniformados para enviar el mensaje de que sin ¨¦l, el caos se apoderar¨¢ de Yemen.
La comunidad internacional teme que si el pa¨ªs se convierte en un Estado fallido, Al Qaeda en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga no solo habr¨¢ conseguido un santuario desde donde planificar sus operaciones, sino que pondr¨ªa en peligro rutas de navegaci¨®n estrat¨¦gicas por las que pasa buena parte del petr¨®leo que se produce en los pa¨ªses de la zona.
Pero tanto o m¨¢s peligroso es el riesgo de que la crisis pol¨ªtica degenere en una guerra civil, tal como se temi¨® la semana en que las fuerzas leales a Saleh y otras alineadas con los opositores se enzarzaron en una batalla campal en San¨¢, la capital.
El repentino regreso del presidente desde Arabia Saud¨ª, donde desde junio se recuperaba de un atentado, solo ha a?adido incertidumbre a la situaci¨®n. No obstante, desde el lunes la ciudad est¨¢ en relativa calma y los manifestantes contra Saleh han vuelto a salir a la calle.
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