Coque Malla desde su sal¨®n
El m¨²sico graba en directo una edici¨®n especial de 'Termonuclear' en su casa, un oasis de paz en la sierra
La casa es acogedora, c¨¢lida y con un amplio jard¨ªn en la parte trasera. Est¨¢ decorada con gusto y tiene al menos cinco libros biogr¨¢ficos del guitarrista de los Stones, Keith Richards, colocados en lugares estrat¨¦gicos. "Me persigue", dice Coque Malla, de 41 a?os, que se sienta junto a la chimenea, apura la copa de vino y agarra su guitarra ac¨²stica. Pide silencio. Ofrece su sof¨¢ como asiento VIP a cuatro de sus seguidores y explica la mec¨¢nica del asunto. "Pod¨¦is aplaudir cuando quer¨¢is. No tardaremos mucho", dice simp¨¢tico, "en realidad somos los teloneros de la tortilla de patatas que ha hecho Macarena [su chica]; la verdadera estrella de la noche. Bienvenidos a mi casa".
Estamos en Zarzalejo, un peque?o pueblo al oeste de Madrid, cerca de El Escorial. El lugar es el sue?o h¨²medo de un m¨²sico y de cualquier persona con algo de sentido com¨²n cansada de pagar alquileres abusivos en el centro de la capital. Coque Malla y su chica, la maestra de las tortillas, no tardaron ni un d¨ªa en decidirse por este nuevo hogar. La misma tarde que vieron este chalet en un conocido portal inmobiliario llamaron por tel¨¦fono. Un mes despu¨¦s el cantante madrile?o dej¨® su piso en el Rastro para venirse a vivir aqu¨ª, tambi¨¦n de alquiler y pr¨¢cticamente por el mismo precio.
"Lo compuse en un momento de mucha intensidad y cambio de mi vida"
"Econ¨®micamente todos los discos que se publican ahora funcionan mal"
Es el lugar elegido por el excantante de Los Ronaldos, grupo de rock imprescindible de los a?os ochenta y noventa, para grabar su nuevo disco. Todav¨ªa sin t¨ªtulo definitivo, es una edici¨®n especial en directo y casera de su ¨²ltimo disco Termonuclear (se vender¨¢ por separado) interpretada en ac¨²stico frente a un reducido grupo de amigos, seguidores, su gato y su perro.
Antes de comenzar la grabaci¨®n, sentado en un pozo cerrado en su jard¨ªn, Coque reflexiona en voz alta sobre los ¨²ltimos cambios en su vida. "Ha sido un a?o muy jodido en la m¨²sica, pero no solo para m¨ª, sino para todos los m¨²sicos. Incluso para esos que llenaban estadios. Si antes necesitabas un paso para conseguir algo, ahora tienes que dar 15. Ante eso hab¨ªa dos opciones: estresarse por responder a las expectativas del mercado o liberarse y hacer lo que te salga del est¨®mago". Coque eligi¨® el segundo camino.
Y aunque suene como un reclamo publicitario, es cierto que la empresa de muebles que promete convertir las casas de medio mundo en rep¨²blicas independientes tambi¨¦n tiene mucho que ver con el nuevo rumbo que ha tomado su vida. En 2010 regrab¨® en ac¨²stico No puedo vivir sin ti, uno de sus ¨¦xitos con Los Ronaldos. "Se hizo para el anuncio expresamente", cuenta Coque, "y ese sonido ac¨²stico y c¨¢lido marc¨® mucho lo que ser¨ªa luego el disco".
Y dio en el clavo. Termonuclear es el mejor y m¨¢s inspirado trabajo en solitario del cantante. Uno de esos ¨¢lbumes que, por desgracia, ha pasado desapercibido, pero de los que se le puede sacar mucho partido emocional. Una joya. "Preguntar si ha funcionado bien en t¨¦rminos econ¨®micos es absurdo", reflexiona en voz alta. "Ha ido mal, como todos los discos que se publican ahora. Pero da igual. Conten¨ªa una emoci¨®n muy fuerte. Se compuso en un momento de mucho cambio y mucha intensidad en mi vida. Una monta?a rusa de emociones. Hasta cambi¨® la forma que ten¨ªa de percibir los olores y los colores", dice Malla sin dar muchos m¨¢s detalles porque, obvio, son personales. "Te dejo entrar en mi sal¨®n, pero no en mi dormitorio", bromea. Sea por la raz¨®n que fuera, el disco tiene ahora otra segunda oportunidad.
Se hace el silencio. El perro est¨¢ encerrado en el garaje para que sus ladridos no interrumpan la grabaci¨®n. Bot¨®n rojo de grabar encendido: Coque canta una por una y en el mismo orden las canciones de Termonuclear. Hay algo nuevo que impregna los temas. La palpitaci¨®n, la respiraci¨®n y la emoci¨®n son distintas. Suena Una moneda, un tema sobre las segundas oportunidades que ofrece la vida. En La carta, una de las m¨¢s emocionantes del disco, Coque canta recit¨¢ndola, al estilo Dylan en Talkin' New York. Lo intenta es una hermosa canci¨®n de cuna con una turbadora f¨¢bula de amor: "Los dos hab¨ªan dado la vuelta al mundo pero en direcciones opuestas", recita Coque, "pero cuando sus espaldas se chocaron supieron que el viaje hab¨ªa terminado". Seguro que momentos tan emocionantes se repiten en la gira por salas peque?as. Primera parada, el pr¨®ximo 14 de octubre en la sala Galileo Galilei.
Termina la grabaci¨®n y ha anochecido. El anfitri¨®n sale al jard¨ªn con un gran cuenco de (riqu¨ªsimo) gazpacho y, mientras abre otra botella de vino, aparece la segunda estrella de la noche. Coque ten¨ªa raz¨®n. La tortilla de Macarena es de nota.
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