M¨¢s mujeres, Alfredo
Los socialistas corren el peligro de ceder otra bandera a la derecha, con tal de apaciguar las turbulentas aguas que agitan la confecci¨®n de las listas electorales para el 20-N. La bandera de la igualdad.
Una bandera que fue ondeada en Andaluc¨ªa con m¨¢s vigor que en ning¨²n otro lugar de Espa?a. En 2004, el entonces presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves, form¨® el primer gobierno del pa¨ªs que inclu¨ªa a m¨¢s mujeres (8) que a hombres (7). Cuando en 2009 Jos¨¦ Gri?¨¢n le sucedi¨® en la presidencia, en su gobierno predominaban las mujeres (9 frente a 7).
M¨¢s datos. La actual legislatura del Parlamento andaluz registra un porcentaje hist¨®rico: el 45,87% de los diputados son mujeres. Solo es superado por los suecos, con poco m¨¢s de un punto porcentual.
Ello ha sido posible gracias a que, adem¨¢s de la paridad exigible tambi¨¦n en el Congreso (ning¨²n g¨¦nero puede tener m¨¢s de un 60%, ni menos de un 40%), en Andaluc¨ªa la Ley Electoral impone las llamadas listas cremallera: a un hombre debe seguirle una mujer. Y viceversa.
En este tema, los gobernantes andaluces han sido pioneros. Rodr¨ªguez Zapatero imit¨® a Chaves y, tras la victoria de 2008, nombr¨® un gobierno con nueve ministras, dos m¨¢s que hombres. M¨¢s a¨²n, cre¨® el Ministerio de la Igualdad y puso al frente a la gaditana Bibiana A¨ªdo. Por cierto: Bibiana ser¨ªa groseramente atacada por la derecha pol¨ªtica y medi¨¢tica m¨¢s rancia de Espa?a, prueba irrefutable de que el machismo est¨¢ firmemente atrincherado en buena parte de la clase dirigente.
Por ello, es una pena que aquellos pioneros en la lucha por la igualdad est¨¦n dando peligrosos pasos atr¨¢s. Ultimo ejemplo: la elaboraci¨®n de las listas para las inminentes elecciones generales.
En 2008, de los 169 miembros del grupo socialista en el Congreso, 73 eran mujeres (43%) y 96 hombres (57%). En el grupo que se forme tras las elecciones, de unos 125 diputados, si se cumplen los negros augurios de las encuestas, habr¨¢ algo menos de 40 mujeres frente a unos 87 hombres.
No es de extra?ar que las socialistas hayan expresado su malestar. En la ejecutiva regional del pasado martes, dos luchadoras por la igualdad, Amparo Rubiales y Clara Aguilera, dieron la voz de alarma.
La pr¨®xima semana, la comisi¨®n federal de listas debe dar el visto bueno a las candidaturas. Como P¨¦rez Rubalcaba se ha mostrado partidario de dar m¨¢s cancha a las mujeres, a¨²n tiene posibilidades de enderezar algunos entuertos. El candidato deseaba que las mujeres encabezaran al menos el doble de listas que hace cuatro a?os. Que pasaran de 12 a 24. Pero se han quedado en 17.
Y lo que es peor, hay comunidades en las que no aparece ninguna mujer en esa destacada posici¨®n: Castilla-La Mancha, Pa¨ªs Vasco, Canarias... Y en Castilla y Le¨®n solo hay una de ocho.
En Andaluc¨ªa ni siquiera se llega a la mitad. Las mujeres solo encabezar¨¢n las listas de Almer¨ªa, C¨®rdoba, y M¨¢laga. Y porque no queda otro remedio: las candidatas son una secretaria de Estado (Consuelo Rum¨ª) y dos ministras (Trinidad Jim¨¦nez y Rosa Aguilar). Por cierto: la inclusi¨®n de Aguilar, ex alcaldesa de C¨®rdoba con IU, ha provocado la salida de una veterana defensora de la igualdad, la exministra Carmen Calvo.
En algunas capitales, como Sevilla, los dos primeros puestos est¨¢n ocupados por hombres. Con el problema a?adido de que uno de ellos, Jos¨¦ Antonio Viera, puede verse en cualquier momento seriamente implicado en el turbio asunto de los falsos ERE.
En la acera de enfrente, los populares, reticentes ideol¨®gicamente a la igualdad efectiva, exhiben un buen plantel de mujeres en cargos relevantes, desde la presidencia de comunidades aut¨®nomas, a cargos en el partido y el grupo parlamentario. Es puro barniz, pero da el pego.
?Ser¨¢n tan torpes los socialistas de dejarse arrebatar esta bandera?
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