Juan Urbano les dice adi¨®s
Hay cosas que nunca llegan, pero todo tiene un adi¨®s, y hoy le ha llegado la hora de despedirse a nuestro amigo Juan Urbano, despu¨¦s de casi 15 a?os asom¨¢ndose cada jueves a estas p¨¢ginas en las que, m¨¢s que dar lecciones de nada a nadie, hemos tratado de compartir nuestras ideas y nuestra mirada sobre Madrid y sus realidades, as¨ª en plural, como ¨¦l suele decirlo, porque entiende que casi todos los singulares son un modo de injusticia. Juan se marcha con la seguridad de que aunque haya quien tal vez se alegre de su partida, algunos lectores lo echar¨¢n de menos, y esa es una buena recompensa. Uno no busca un bot¨ªn, pero s¨ª un tesoro.
Escribir en una secci¨®n de local, como nosotros la llamamos, es una suerte, porque para hacerlo est¨¢s obligado a mirar con lupa lo que ocurre a tu alrededor y, sobre todo, a reflexionar sobre ello, a entender d¨®nde vives y por qu¨¦ las cosas son como son; y en un mundo en el que todo va tan deprisa y se nos plantean tantas urgencias de toda clase, que alguien te d¨¦ la oportunidad de pararte a pensar es extraordinario, de manera que Juan y yo le damos las m¨¢s sinceras gracias a este peri¨®dico, que nos ha proporcionado durante tantos a?os el lujo, cada vez m¨¢s infrecuente, de ser escuchados. Aqu¨ª hemos aprendido, semana tras semana, hasta qu¨¦ punto es importante saber detenerse para no perder el tiempo.
Escribir en una secci¨®n de local es una suerte, porque debes mirar con lupa alrededor
Juan y yo hemos intentado ser justos en nuestras apreciaciones; hemos tratado de ser sinceros pero tambi¨¦n respetuosos, y acomodarnos a las circunstancias seguros de que no importa no ser igual con todo el mundo mientras seas siempre t¨² mismo; tambi¨¦n hemos combatido con toda la pasi¨®n a nuestro alcance aquello en lo que no cre¨ªamos, pero sin olvidar jam¨¢s la que ambos consideramos la frase m¨¢s bella dicha jam¨¢s por un ser humano, que es obra de Voltaire: "Detesto sus ideas pero dar¨ªa mi vida por defender su derecho a expresarlas". Y, desde luego, antes que nada hemos discutido cada l¨ªnea de estos art¨ªculos para intentar que tuviesen una dignidad literaria, que es el mayor compromiso que debe de imponerse quien se atreve a ser le¨ªdo. Dentro de muy poco, publicar¨¦ un libro titulado Pura l¨®gica, compuesto de aforismos que, en gran parte, est¨¢n sacados de las columnas que han aparecido en este mismo lugar del que ahora nos vamos, y eso para nosotros dos es una justificaci¨®n y una prueba de que las palabras no tiene por qu¨¦ llev¨¢rselas el viento.
Juan y yo detestamos las despedidas largas, as¨ª que vamos a apagar la luz y a salir de esta habitaci¨®n. A ¨¦l no lo van a volver a encontrar, y en cuanto a m¨ª, espero que sigamos vi¨¦ndonos en otros lugares de este peri¨®dico que es nuestra casa y tambi¨¦n la de ustedes, que son quienes tienen la llave en la mano. A¨²n nos quedan muchas cosas que contar. Muchas gracias a todos y de todo coraz¨®n.
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