Un prototipo espa?ol de vacuna contra el VIH supera la primera fase
Un ensayo demuestra la seguridad del f¨¢rmaco y que genera defensas
Es solo la fase I (la primera, la que mide b¨¢sicamente que el medicamento no es perjudicial), pero en el duro escenario de las vacunas contra el VIH, donde no se esperan grandes novedades en los pr¨®ximos a?os, que un prototipo la haya pasado ya es una buena noticia. Adem¨¢s, aunque el objetivo del ensayo que han llevado a cabo los hospitales Gregorio Mara?¨®n, de Madrid, y Cl¨ªnic, de Barcelona, fuera comprobar que se trata de un tratamiento seguro, se ha podido estudiar la respuesta inmunitaria causada en los voluntarios, y esta ha sido prometedora.
El trabajo con la MVA-B (nombre que se debe a que usa un virus MVA, vaccinia modificado de Ankara, con cuatro genes del subtipo B del VIH) lo inici¨® el investigador del Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) Mariano Esteban, y su aplicaci¨®n en voluntarios lo han llevado a cabo Felipe Garc¨ªa (Cl¨ªnic) y Juan Carlos L¨®pez Bernaldo de Quir¨®s (Gregorio Mara?¨®n). Bernaldo de Quir¨®s explic¨® que su seguridad era "¨®ptima, similar a la de otras vacunas". Pero lo m¨¢s importante es que "es capaz de inducir defensas", indic¨® Felipe Garc¨ªa. Estas aparecieron en el 95% de los 24 voluntarios que recibieron las tres dosis de vacuna (la inicial y otras a las cuatro y 16 semanas), y se mantuvieron durante un a?o. Los resultados se han publicado en Journal of Virology y Vaccine.
Si todo fuera bien, en cinco a?os se iniciar¨ªan pruebas a gran escala
Poni¨¦ndose en el mejor de los escenarios, Esteban calcula que en cinco a?os se podr¨ªan iniciar los ensayos a gran escala (la llamada fase III). Pero ni eso garantizar¨ªa que la vacuna vaya a funcionar. El ¨²nico caso previo en el que se ha llegado a esta etapa, con una vacuna que usaba un virus de la misma familia (los poxvirus) pero con distintos genes del VIH, acab¨® hace dos a?os en Tailandia con unos desalentadores resultados: la protecci¨®n era del 31%. Y todav¨ªa se est¨¢ trabajando para ver qu¨¦ parte del esfuerzo se puede salvar (por ejemplo, si hay alguna poblaci¨®n que resulta m¨¢s beneficiada).
Pero los investigadores se mostraron ayer optimistas. Precisamente comparando los resultados con la fase I de la vacuna que se prob¨® en Tailandia, la respuesta inducida por la espa?ola es hasta seis veces mayor. Y, adem¨¢s, combina los dos tipos de reacci¨®n que se pueden dar: la generaci¨®n de anticuerpos (los marcadores que identifican a un cuerpo extra?o en el organismo) y el aumento del n¨²mero de linfocitos, que son los encargados de destruir el virus. Eso s¨ª, hay que tener en cuenta que esta respuesta se ha medido en la sangre de los voluntarios en laboratorio, y no se ha comprobado a¨²n c¨®mo actuar¨ªan ante el virus en la vida real.
Aun as¨ª, esta respuesta anima a hacer dos cosas. La primera, seguir los ensayos en voluntarios sanos. Felipe Garc¨ªa ha comentado que el Hivacat (Proyecto de Investigaci¨®n de la Vacuna del Sida de Catalu?a), el CSIC y laboratorios Esteve est¨¢n en conversaciones para que este ¨²ltimo adquiera la patente y continuar con los trabajos (queda la fase II, en la que se medir¨ªa realmente si funciona y en qu¨¦ dosis, y la III, que sirve para afinar todo al usarse en gran escala).
Pero hay otra opci¨®n que se puede hacer a peque?a escala: probar si la respuesta inmune que la vacuna produce es suficiente para que las personas con VIH puedan controlar la infecci¨®n sin la necesidad de tomar antivirales. Es decir, ensayar la vacuna no como una prevenci¨®n de la infecci¨®n, sino como un tratamiento. Esto, dijo Garc¨ªa, ser¨ªa de gran ayuda, ya que se evitar¨ªan los costosos f¨¢rmacos que, actualmente, tienen que tomar las personas con VIH durante toda la vida. Este ensayo, tambi¨¦n una fase I, comenzar¨¢ a reclutar voluntarios (un m¨¢ximo de 30, de los que 10 recibir¨¢n placebo) la semana que viene.
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