V¨ªctor Barrio salva la tarde

No estaba receptiva la plaza. A nadie le gusta ir a los toros por obligaci¨®n. Pero era la primera tarde de abono. No es que el cartel fuese malo, dentro del panorama de novilleros con incierto porvenir, V¨ªctor Barrio es de lo mejor, y lo demostr¨®. Demasiados avisos, novillos sin casta. Francisco Montiel estuvo a punto de escuchar tres avisos en su primero. Se salv¨®. En el cuarto se sali¨® con la suya. El novillo se fue vivo al corral. Un fracaso como para pensarse la vocaci¨®n. Alberto Dur¨¢n solo dej¨® algunos lances de capote. Y nada m¨¢s.

As¨ª las cosas, la afici¨®n fue abandonando la localidad, entre el aburrimiento y la desidia. Hasta que sali¨® el sexto, un novillo noble, encastado y con alguna dificultad por el pit¨®n izquierdo. Barrio demostr¨® que sabe torear y quiere ser alguien. Hubo efectismo, como el comienzo de rodillas en los medios, calentando a la plaza, y tambi¨¦n toreo de verdad, citando en los medios, vaciando las embestidas y abrochando con el pase de pecho en la hombrera contraria. Arranc¨® ese ol¨¦ profundo que solo se oye en Madrid. Solo tuvo dudas al echarse la muleta a la izquierda. Tard¨® en confiarse. Despu¨¦s llegaron los alardes.

El novillero sab¨ªa que la oreja estaba tras una estocada volc¨¢ndose, sali¨® prendido. Tuvo el detalle de adornar la muerte del encastado novillo en los medios, con unos naturales como le gustaba a Julio Robles. Antonio Camacho, banderillero de la cuadrilla de Francisco Montiel, sufri¨® una cornada en la parte posterior del gl¨²teo izquierdo. El parte facultativo muestra una cornada de pron¨®stico muy grave: "Herida en regi¨®n perineal izquierda de 20 cent¨ªmetros que desgarra esf¨ªnteres externo e interno y recto. Reconstrucci¨®n esfinteriana del recto".

Primera corrida feria de oto?o