DE LAS SAGAS A LA SERIE NEGRA
Cuando en 1971 lleg¨® al puerto de Reikiavik el primer env¨ªo de los manuscritos de las sagas, procedentes de la colecci¨®n que el island¨¦s ?rni Magn¨²sson leg¨® a la Universidad de Copenhague en 1730, acudi¨® a recibirlos una multitud entusiasta. Puede sorprender que un pa¨ªs de s¨®lo 330.000 habitantes tenga tanto apego a unos manuscritos medievales, pero los islandeses lo justifican diciendo que es en las sagas donde radica la esencia de su isla remota. Al fin y al cabo, la casa m¨¢s antigua data de una fecha tan reciente como 1763. Halld¨®r Laxness, premiado con el Nobel de Literatura en 1955, lo resum¨ªa as¨ª: "Las sagas son nuestros cimientos culturales".
Las sagas, escritas en los siglos XIII y XIV, son narraciones de car¨¢cter ¨¦pico centradas en personajes de los primeros tiempos de la colonizaci¨®n de Islandia, entre los siglos IX y X, cuando vikingos procedentes de Noruega ten¨ªan que luchar en una tierra dura, fr¨ªa y volc¨¢nica. Hay sagas de distintos tipos, pero las m¨¢s interesantes, y tambi¨¦n las m¨¢s literarias, son las de los islandeses, de las que se conservan unas cuarenta, algunas muy vibrantes. En la Saga de Egil, por ejemplo, vemos a Erik Skallagr¨ªmsson recitar poes¨ªa en medio de la batalla, mientras que en la Saga de Nial el protagonista muere junto a los suyos, tras participar en mil litigios, en el incendio de su casa (ambas traducidas por Enrique Bern¨¢rdez. Siruela). Hay sagas de contenido er¨®tico, como la de B¨®si (traducci¨®n de Mariano Gonz¨¢lez Campo. Tilde), donde uno de los personajes le dice a una moza: "Quiero abrevar mi potro en tu fuente de vino". En otras la fantas¨ªa gana la partida, como cuando Grettir el Fuerte lucha con un trol detr¨¢s de una cascada... La m¨¢s reciente de las publicadas en castellano, La saga de Eir¨ªk el Rojo, relata las haza?as de un pu?ado de vikingos en fuga que descubrieron Groenlandia y llegaron hasta Am¨¦rica (la actual Terranova), aunque, a diferencia de Col¨®n, prefirieron guardar el secreto.
"Si no tienes nada m¨¢s, siempre podr¨¢s decir que es tuyo el aire que respiras", dice Bjartur, protagonista de 'Gente independiente'
Jorge Luis Borges, gran admirador de las sagas, las defini¨® como "una especie de epopeyas en prosa". "El estilo es breve, claro, casi oral", a?adi¨®. "Suelen incluir, como adorno, aliteraciones. Abundan las genealog¨ªas, los litigios, las peleas. El orden es estrictamente cronol¨®gico; no hay an¨¢lisis de los caracteres; los personajes se muestran en los actos y en las palabras. Este procedimiento da a las sagas un car¨¢cter dram¨¢tico y prefigura la t¨¦cnica del cinemat¨®grafo. El autor no comenta lo que refiere".
El s¨ªmil cinematogr¨¢fico se refuerza con la similitud de las sagas con la tem¨¢tica de los westerns. Les separan, eso s¨ª, unos cuantos siglos y un paisaje muy distinto. Sea como sea, las sagas penetraron en el alma de los islandeses, puesto que eran le¨ªdas, a la luz de la lumbre, de padres a hijos. Los actuales islandeses todav¨ªa suelen recitar fragmentos de memoria y sorprende que, en los viajes por la isla, te se?alen los lugares donde se sit¨²an algunos episodios, como si estas narraciones medievales se superpusieran, como una segunda piel, sobre el mapa de Islandia.
Casi todas las sagas son an¨®nimas, aunque la de Egil es obra del jurista y poeta Snorri St¨²rluson (1179-1241), autor tambi¨¦n de la llamada Edda Menor (traducci¨®n de Luis Lerate. Alianza), obra en la que rescata narraciones mitol¨®gicas y da consejos a j¨®venes poetas para que escriban seg¨²n la tradici¨®n de los escaldas. En ella encontramos esta impresionante visi¨®n de la Tierra: "Las monta?as y rocas imaginaban ellos que eran v¨¦rtebras y dientes de seres vivos. De todo ello concluyeron que la Tierra alentaba y ten¨ªa alguna forma de vida". Por otra parte, la poes¨ªa ¨¦ddica, que podemos leer en la Edda Mayor (traducci¨®n de Luis Lerate. Alianza) es a¨²n m¨¢s antigua y se caracteriza por el uso de aliteraciones, rima interna y met¨¢foras. A Borges le fascinaban las im¨¢genes de esta poes¨ªa en la que la sangre es "el sudor de la guerra", el coraz¨®n "la manzana del pecho" y los guerreros nada menos que "la delicia de los cuervos".
Tras el esplendor de las sagas, cuyos manuscritos se dedic¨® a reunir en el siglo XVIII ?rni Magn¨²sson, llegando hasta las granjas m¨¢s remotas, en un episodio narrado por Halld¨®r Laxness en La campana de Islandia, la isla pareci¨® resignarse a ser una tierra pobre, dependiente de Dinamarca, que sobreviv¨ªa gracias a la pesca y al cultivo de la patata. Las erupciones volc¨¢nicas provocaban peri¨®dicamente hambrunas y, a partir del siglo XIX, emigraciones hacia Canad¨¢ o Estados Unidos, las tierras de la utop¨ªa.
El movimiento rom¨¢ntico resucit¨® las ambiciones literarias islandesas, con la aparici¨®n de poetas como J¨®nas Hallgr¨ªmsson (1807-1845), enterrado en el Cementerio de los Poetas, en el precioso valle de Thingvellir, cerca de donde se reun¨ªa el antiguo Parlamento de la isla ya en 930. El otro escritor enterrado en este cementerio es Einar Benediktsson (1864-1940), un juez empe?ado en sacar a Islandia de la Edad Media, relacionado con un famoso episodio de espiritismo narrado en Arde el musgo gris (traducci¨®n de Enrique Bern¨¢rdez. N¨®rdica) de Thor Vilhj¨¢lmsson (1925-2011). Cuentan las malas lenguas que no es seguro que haya dos escritores enterrados en el Cementerio de los Poetas, ya que cuando J¨®nas Hallgr¨ªmsson falleci¨® en Copenhague, en 1845, fue enterrado en la capital danesa. No fue hasta pasado un siglo, despu¨¦s de que en 1944 Islandia lograra la independencia, que un rico island¨¦s financi¨® el traslado de los restos del poeta. La operaci¨®n se llev¨® a cabo en 1946, pero cuentan que al abrir la tumba de Copenhague el sepulturero se encontr¨® con dos cad¨¢veres: el del poeta y el de un carnicero dan¨¦s. Como todos los muertos se acaban pareciendo, el hombre eligi¨® uno al azar, que es el que est¨¢ enterrado en Tinghvellir. Flota la sospecha, sin embargo, de que el sepulturero se equivoc¨® y que es el carnicero dan¨¦s el que reposa bajo la l¨¢pida de J¨®nas Hallgr¨ªmsson. En resumen, una historia muy literaria sobre la que han escrito Halld¨®r Laxness y Milan Kundera y que ayuda a comprender que, ante la duda, las autoridades islandesas decidieran no enterrar a m¨¢s escritores en el ilustre cementerio.
El esp¨ªritu de las sagas se mantiene vivo en las novelas de Halld¨®r Laxness (1902- 1998), el m¨¢s famoso de los escritores islandeses. Admirado por el mexicano Juan Rulfo, sus ideas comunistas se reflejan en novelas que resisten el paso del tiempo, como Gente independiente, El concierto de los peces (ambas traducidas por Enrique Bern¨¢rdez. Turner), La base at¨®mica (traducci¨®n de Aitor Yraola. C¨¢tedra) o la citada La campana de Islandia. La primera frase de esta ¨²ltima -"hubo un tiempo en que la ¨²nica herencia com¨²n de los islandeses (al menos la ¨²nica estimable en dinero) era una campana"- da una idea de la pobreza de la isla en el pasado, mientras que el personaje del campesino Bjartur, protagonista de Gente independiente, suelta una frase que bien pudieran esgrimir como bandera los indignados islandeses: "Nunca, mientras vivas, tienes que rendirte, ni aunque te lo hayan robado todo. Si no tienes nada m¨¢s, siempre podr¨¢s decir que es tuyo el aire que respiras".
Si Halld¨®r Laxness es el gran continuador de las sagas, Gudbergur Bergsson (Grindavik, 1932) es el modernizador del lenguaje literario island¨¦s. Compa?ero del editor Jaime Salinas (1925-2011) desde que ambos se conocieron en Barcelona en 1956, ha traducido al island¨¦s, adem¨¢s del Quijote, a autores como Garc¨ªa Lorca, Garc¨ªa M¨¢rquez y Borges. Es autor de las interesantes novelas El cisne (traducci¨®n de Aitor Yraola. Tusquets), elogiada por Milan Kundera, y La magia de la ni?ez (traducida por Enrique Bern¨¢rdez. Tusquets), ambas galardonadas con el Premio de las Letras Islandesas. En 1966 public¨® la experimental Tomas Jonsson. Best seller, que en 1990 public¨® Alfaguara en traducci¨®n de Bern¨¢rdez.
Adem¨¢s de estos dos grandes escritores, hay otros autores islandeses que en los ¨²ltimos a?os han conseguido abrirse al gran p¨²blico gracias a las traducciones. Puede resultar sorprendente para un pa¨ªs de tan pocos habitantes, pero no hay que olvidar que Islandia tiene los ¨ªndices de lectura m¨¢s altos. Entre estos autores se encuentran Thor Vilhj¨¢lmsson, autor de Arde el musgo gris, fallecido el pasado mes de marzo, y Einar M¨¢r Gudmundsson (Reikiavik, 1954), autor de la novela ?ngeles del Universo (traducci¨®n de J. A. Fern¨¢ndez Romero. Siruela) y de un interesante libro blanco, in¨¦dito en castellano, que reflexiona sobre lo ocurrido en Islandia a partir de la crisis econ¨®mica de 2008.
Otro libro no publicado en Espa?a, b¨¢sico para comprender la concienciaci¨®n de los islandeses en defensa de la naturaleza, es Draumalandid (el pa¨ªs de los sue?os), de Andri Snaer Magnason (Reikiavik, 1973), que se centra en la oposici¨®n a la gigantesca y pol¨¦mica presa de K¨¢rahnj¨²kar, que alimenta de energ¨ªa a una fundici¨®n de aluminio. En 2007 fue un superventas en Islandia; su subt¨ªtulo, Manual de autoayuda para una naci¨®n asustada, ayuda a hacerse una idea del contenido.
Hallgr¨ªmur Helgason (Reikiavik, 1959) es, por otra parte, autor de una novela de culto para la juventud islandesa, 101 Reikiavik (traducci¨®n de Krist¨ªn ?rnad¨®ttir. RBA), que mitifica la marcha nocturna de los bares de la capital y que fue llevada al cine por Baltasar Korm¨¢kur en 2000, con Victoria Abril de protagonista. Bajo el seud¨®nimo de Sj¨®n, que significa visi¨®n, se esconde Sigurj¨®n Birgir Sigurdsson (Reikiavik, 1962), autor innovador que ha escrito canciones para Bj?rk y ha publicado dos interesantes novelas en Espa?a: El zorro ¨¢rtico y Maravillas del crep¨²sculo.
En el apartado de la novela negra destaca Arnaldur Indridason (Reikiavik, 1961), que ha conseguido triunfar internacionalmente con unas excelentes novelas negras, protagonizadas por el inspector Erlendur, que tienen el m¨¦rito de estar ambientadas en Islandia, un pa¨ªs en el que los polic¨ªas no llevan pistola y donde casi nunca pasa nada. Las desapariciones suelen ser el tema central y La mujer de verde, el gran ¨¦xito de esta serie que est¨¢ siendo publicada en Espa?a por RBA.
Otro original autor island¨¦s que merece la pena comentar es Kristinn R. ?lafsson (Vestmannaeyjar, 1952), residente en Madrid desde 1977, que ha publicado dos novelas en su pa¨ªs y una policiaca escrita directamente en castellano, Epitafio (Brosquil). Para terminar, las ¨²ltimas incorporaciones al mercado editorial espa?ol son Audur Ava ?lafsd¨®ttir (Reikiavik, 1958), de la que Alfaguara publica Rosa c¨¢ndida, novela en la que asoma el paisaje del interior de la isla, y J¨®n Kalman Stef¨¢nsson (Reikiavik, 1963), de quien Salamandra lanza Entre cielo y tierra, una obra que describe con humor la Islandia rural, un mundo m¨¢gico eclipsado, demasiado a menudo, por el esplendor cosmopolita de Reikiavik.
Islandia es el invitado de honor en la Feria del Libro de Fr¨¢ncfort que se celebrar¨¢ entre los d¨ªas 12 y 16 de octubre. www.buchmesse.de/ en/ fbf. www2.book-fair.com.
Islandia reciente
Xavier Moret (Barcelona, 1952)
acaba de publicar Islandia, revoluci¨®n
bajo el volc¨¢n (Alba, 2011. 256
p¨¢ginas. 18 euros). Relata lo ocurrido
en Islandia a partir de la crisis
econ¨®mica de 2008, con la posterior
reacci¨®n de los indignados islandeses.
www.xaviermoret.com.
La saga de Eir¨ªk el Rojo. Traducci¨®n
de Enrique Bern¨¢rdez. Ilustraciones
de Fernando Vicente.
N¨®rdica. 88 p¨¢ginas. 15 euros. A
partir del pr¨®ximo mi¨¦rcoles.
La campana de Islandia. Halld¨®r
Laxness. Traducci¨®n de Jos¨¦
Fern¨¢ndez Romero. RBA. 448 p¨¢ginas.
25 euros.
Maravillas del crep¨²sculo. Son.
Traducci¨®n de Enrique Bern¨¢rdez.
N¨®rdica. 216 p¨¢ginas. 19,50 euros.
Rosa c¨¢ndida. Audur Ava
?lafsd¨®ttir. Alfaguara. Traducci¨®n
de Enrique Bern¨¢rdez. 280 p¨¢ginas.
18,80 euros. A la venta el 5 de
octubre.
Entre cielo y tierra. J¨®n Kalman
Stef¨¢nsson. Traducci¨®n de Enrique
Bern¨¢rdez. Salamandra. 192
p¨¢ginas. 15 euros.
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