EE UU mata al jefe de Al Qaeda en Yemen
Un avi¨®n no tripulado bombardea la caravana del l¨ªder de la red en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga - El Aulaki era el principal cabecilla terrorista isl¨¢mico estadounidense
Yemen anunci¨® ayer la muerte en un ataque de Estados Unidos del dirigente de Al Qaeda Anuar el Aulaki, un estadounidense de origen yemen¨ª a quien se vincula con varios intentos de organizar atentados en EE UU. La noticia no solo constituye un nuevo ¨¦xito en la lucha antiterrorista de Washington, sino que llega en un momento pol¨ªticamente delicado para el presidente yemen¨ª. Acosado por ocho meses de protestas en la calle, Ali Abdal¨¢ Saleh trata de presentarse como un baluarte frente a Al Qaeda.
"El dirigente terrorista de Al Qaeda Anuar el Aulaki ha resultado muerto junto con otros miembros de esa organizaci¨®n que se encontraban en su compa?¨ªa", inform¨® un portavoz del Ministerio de Defensa yemen¨ª. Un avi¨®n no tripulado, presumiblemente de la CIA, bombarde¨® la caravana en la que El Aulaki se desplazaba entre Maarib, a un centenar de kil¨®metros de San¨¢, y Al Jouf, cerca de la frontera con Arabia Saud¨ª.
El presidente Saleh pretende sacar partido de su apoyo a la operaci¨®n
La Casa Blanca insiste en que el mandatario debe abandonar el poder
El presidente de Barack Obama reconoci¨® ayer que se hab¨ªa tratado de una operaci¨®n en la que EE UU hab¨ªa trabajado desde hace tiempo con las autoridades yemen¨ªes. En cualquier caso, Saleh va a intentar sacarle partido a la situaci¨®n.
Sin embargo, Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, ha tratado de separar la cooperaci¨®n contra el terrorismo con Yemen de la crisis de legitimidad que afronta Saleh, despu¨¦s de 33 a?os en el poder. Carney dijo que se trata de dos asuntos distintos. "Les pedimos a ¨¦l y a su Gobierno que cesen la violencia contra los yemen¨ªes", declar¨® tras reiterar que debe iniciar "la transferencia de poder" de inmediato.
Pero el presidente yemen¨ª, que desde hace seis meses rechaza firmar un acuerdo en ese sentido, se mantiene en sus trece. "Quiero preguntar algo al pueblo americano: ?A¨²n mantienen ustedes su compromiso de luchar contra los talibanes y Al Qaeda?", respondi¨® el presidente a periodistas estadounidenses que le recordaban que Washington ha pedido su dimisi¨®n. El astuto mandatario yemen¨ª ya sab¨ªa para entonces que la operaci¨®n contra el Aulaki estaba en marcha. De hecho, fuentes tribales citadas por la agencia France Presse dan cuenta de un aumento en la presencia de fuerzas de seguridad yemen¨ªes en Maarib desde hace tres semanas.
Saleh, que hasta ahora ha sorteado la revuelta popular con una mezcla de represi¨®n y di¨¢logo, insiste en que su marcha sumir¨ªa a Yemen en el caos. Sus oponentes, sin embargo, le acusan de haber utilizado a los extremistas para deshacerse de enemigos pol¨ªticos, d¨¢ndoles as¨ª un espacio que no hubieran tenido sin su concurrencia. El presidente, que hace una semana que regres¨® de Arabia Saud¨ª donde se recuperaba del atentado que sufri¨® en junio, no parece tampoco dispuesto a entregar el poder ahora como antes de aquel suceso que le caus¨® graves quemaduras.
No es la primera vez que la CIA ha intentado acabar con El Aulaki. La ¨²ltima vez se produjo el pasado mayo, pocos d¨ªas despu¨¦s de la operaci¨®n que acab¨® con la vida de Osama bin Laden.
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