El arte de recortar
Ya se sabe que a los pol¨ªticos no se les puede hacer demasiado caso en ¨¦poca electoral. Pueden decir una cosa y la contraria el mismo d¨ªa. ?Y justificar las dos! El problema es que los 50 d¨ªas que faltan para las elecciones del 20-N pueden ser un disparate de demagogia, manipulaci¨®n y promesas imposibles utilizadas como armas arrojadizas contra el oponente pol¨ªtico. Esta semana hemos vivido unos debates algo esquizofr¨¦nicos en los que el PSOE atacaba al PP por los recortes emprendidos en las autonom¨ªas donde gobierna, para poder cumplir las obligaciones de d¨¦ficit y deuda publicas impuestas por Europa y aceptadas por el propio Gobierno espa?ol. Por su parte, el primer partido de la oposici¨®n negaba la evidencia (los recortes "haberlos haylos") y contraatacaba culpando al candidato Rubalcaba de ser el responsable "de los mayores recortes de la democracia".
Hoy m¨¢s que nunca es necesario que los partidos aclaren sus posiciones y sus programas
Los 50 d¨ªas que faltan para las elecciones pueden ser un disparate de demagogia y manipulaci¨®n
En el fondo, todos saben que Gobierno, comunidades aut¨®nomas y Ayuntamientos tienen que apretarse el cintur¨®n para cumplir el compromiso de situar el d¨¦ficit total de las Administraciones P¨²blicas en el 6% del PIB este a?o, el 4,3% en 2012 y el 3% en 2013. Eso supone reducir gastos (o aumentar impuestos, aunque en periodo electoral nadie habla de eso) de forma dr¨¢stica en los tres niveles de las cuentas p¨²blicas. La clave es d¨®nde recortar para que no siempre paguen los m¨¢s d¨¦biles. Y eso es un arte. En abril, en este mismo foro y bajo el t¨ªtulo Apretar el cintur¨®n econ¨®mico, se mostraban unas cifras muy preocupantes sobre los niveles de d¨¦ficit y deuda p¨²blicas de las comunidades aut¨®nomas y se conclu¨ªa en que era urgente tomar medidas para volver al redil del Pacto de Estabilidad de la UE, que Espa?a incumple por primera vez desde que entr¨® en la Europa del euro.
No es necesario repetir los datos, aunque s¨ª recordar que las autonom¨ªas que peor cumplen sus objetivos de d¨¦ficit son Castilla-La Mancha, Murcia, Baleares, Catalu?a y Navarra. Casualmente, son estas las que han aparecido en las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos esta semana anunciando los mayores recortes de gastos.
Revisando la hemeroteca, nos encontramos tambi¨¦n con que el Fondo Monetario Internacional (FMI) llamaba la atenci¨®n, por primera vez en su Informe de Perspectivas Econ¨®micas de primavera, a las comunidades aut¨®nomas para que redujeran su gasto de forma dr¨¢stica, para evitar que el Estado tuviera que poner en marcha m¨¢s medidas de ajuste. El Banco de Espa?a, por su parte, en su Informe Anual, presentado en junio, instaba a extender el techo de gasto a las comunidades aut¨®nomas y su gobernador, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, dec¨ªa que "el cumplimiento estricto de los planes anunciados es inexcusable". Explicaba el informe que cerca de la mitad del ajuste previsto para cumplir con los compromisos adquiridos de reducci¨®n del d¨¦ficit hasta 2013 tendr¨ªa que realizarse por comunidades y corporaciones locales. Y eso, sin olvidar el pacto alcanzado hace pocas semanas y firmado por el Rey hace pocos d¨ªas, para reformar la Constituci¨®n Espa?ola y fijar en la Carta Magna el compromiso de equilibrio presupuestario impuesto por la Europa del euro.
?Para qu¨¦ vamos a discutir m¨¢s? Hay que recortar gastos (y, probablemente, aumentar ingresos). No queda m¨¢s remedio. La clave es d¨®nde, cu¨¢ndo y c¨®mo reducir los programas de gasto en las distintas administraciones. Y aqu¨ª entramos en el meollo de la cuesti¨®n. ?Cu¨¢les son las prioridades de uno y otro partido a la hora de racionalizar el gasto o aumentar la recaudaci¨®n? Eso es, desde mi punto de vista, lo que deber¨ªan aclarar los partidos pol¨ªticos en sus programas, en vez de lanzarse descalificaciones mutuas negando las evidencias. Dentro de pocas semanas comenzar¨¢ oficialmente la campa?a electoral. Los ciudadanos tienen derecho a saber c¨®mo piensa gobernar cada candidato y hay preguntas que exigen respuestas claras. Ah¨ª van algunas:
- ?Cu¨¢les son los programas de gasto intocables?
- ?Qu¨¦ reforma fiscal proponen?
- ?Se va a implantar alg¨²n tipo de copago en la sanidad p¨²blica?
- ?Cu¨¢l es el modelo de ense?anza p¨²blica que se propone para el futuro?
- ?C¨®mo se plantean las inversiones p¨²blicas?
- ?Se plantea alguna novedad en las pol¨ªticas activas de empleo?
- ?Alguien se plantea una reforma en profundidad del mapa de competencias de las distintas administraciones p¨²blicas?
- ?C¨®mo piensan solucionar, de una vez por todas, la crisis de las entidades financieras que estrangula el cr¨¦dito?
- ?Qu¨¦ propuestas concretas se plantean para mejorar la eficiencia, la austeridad y la transparencia en las cuentas p¨²blicas?
Seguro que hay muchas inc¨®gnitas m¨¢s que convendr¨ªa aclarar antes de que todos vayamos a votar el pr¨®ximo 20 de noviembre.
El PSOE ha gobernado durante casi ocho a?os con una filosof¨ªa de defensa del Estado de bienestar, que se rompi¨® el 10 de mayo de 2010 ante la amenaza cierta de un rescate de la Uni¨®n Europea, por la crisis de la deuda soberana, similar al ocurrido con Grecia, Irlanda y Portugal. A partir de esa fecha, el Gobierno renunci¨® a muchos de sus postulados electorales y tuvo que afrontar en solitario una dur¨ªsima pol¨ªtica de ajuste, sin contar con apoyo alguno por parte del PP, que prefiri¨® ponerse de perfil y aprovechar el desgaste de los socialistas.
Si se confirman los resultados de las encuestas, Mariano Rajoy ganar¨¢ las pr¨®ximas elecciones y podr¨¢ formar un Gobierno con mayor¨ªa absoluta en las C¨¢maras. Si adem¨¢s gana en marzo las elecciones andaluzas, el PP gobernar¨¢ en el Estado, en 13 de las 17 comunidades aut¨®nomas y en m¨¢s del 70% de los grandes Ayuntamientos espa?oles. Un poder que nunca nadie ha tenido en la Espa?a democr¨¢tica.
Por eso, hoy m¨¢s que nunca es necesario (urgente) que todos los partidos que se presentan a las elecciones del 20-N aclaren sus posiciones y sus programas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.