Una ocasi¨®n ¨²nica de aprendizaje

La m¨²sica de Castilla, de Alb¨¦niz, resuena en la sala mientras j¨®venes bailarinas ensayan sus pasos de danza. Tienen la ocasi¨®n de recibir las ense?anzas de una profesora ¨²nica, la bailarina y core¨®grafa A¨ªda G¨®mez, que las observa con una actitud que combina la docencia, el respeto y el afecto. G¨®mez sigue con atenci¨®n cada movimiento, cada gesto, cada paso... Sigue la trayectoria de los brazos y la cabeza de cada bailar¨ªn. Avisa de sus errores a este grupo de 17 personas -15 chicas y dos chicos- que quieren mejorar su t¨¦cnica en una clase magistral. Su media de edad es de 25 a?os. Velan sus primeras armas en una disciplina art¨ªstica en la que la b¨²squeda de la perfecci¨®n es un fin en s¨ª mismo. A¨ªda G¨®mez les imparti¨® ayer una clase magistral en el Museo del Baile Flamenco Cristina Hoyos, en Sevilla.

"Tiene que ir todo fluido. Todo tiene una respiraci¨®n", afirm¨® la core¨®grafa

Momentos antes de la clase, A¨ªda G¨®mez se?al¨® que recomienda "ilusi¨®n" a sus alumnos. "Esta profesi¨®n es muy dura. Requiere mucha disciplina para intentar evolucionar todo lo que se pueda", agreg¨® la core¨®grafa. La Fundaci¨®n Autor, de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), organiz¨® la clase bajo el ep¨ªgrafe Danza espa?ola y escuela bolera en el museo sevillano entre las 12.00 y las 16.00. La clase buce¨® en la danza esc¨¦nica espa?ola mientras hizo hincapi¨¦ en los principales movimientos y recursos estil¨ªsticos de modalidades como la escuela bolera, el cl¨¢sico espa?ol, las danzas estilizadas o el ballet flamenco. Adem¨¢s del Museo del Baile Flamenco Cristina Hoyos, la Fundaci¨®n Autor cont¨® con la colaboraci¨®n del Conservatorio Profesional de Danza Antonio Ruiz Soler y la Fundaci¨®n Aisge. Las siguientes clases magistrales de la core¨®grafa madrile?a tendr¨¢n como escenario Valencia (ma?ana 6 de octubre), Madrid (8 de octubre) y Barcelona (24 de octubre).

A¨ªda G¨®mez inici¨® su carrera profesional en 1982 con 14 a?os al incorporarse al Ballet Nacional de Espa?a. En 1985 ascendi¨® a primera bailarina con los papeles protagonistas. Ha actuado en el Teatro de la Zarzuela, el Royal Albert Hall de Londres, el Radio City de Nueva York, el Teatro Bellas Artes de M¨¦xico y la Scala de Mil¨¢n. El Teatro Real de Madrid fue inaugurado por ella en 1997 con El sombrero de tres picos, con la m¨²sica de Manuel de Falla.

El gran espejo del lugar donde se desarrollaba ayer la clase multiplicaba las figuras. Las chicas y chicos apuraban sus posibilidades ante su maestra. G¨®mez les sonre¨ªa, correg¨ªa sus fallos con palabras amables, desbarataba las peque?as trampas que, por costumbre, dejaban escapar sus cuerpos. Llamaba a sus alumnos por su nombre. Cuando una pantorrilla estaba mal colocada se acercaba a su due?a para ponerla en su sitio. Y anim¨® constantemente a sus alumnos a expresar sus dudas. "Si hay alguna pregunta, lo dec¨ªs", invitaba. "Es importante el tiempo r¨ªtmico. Tiene que ir todo fluido. Todo tiene una respiraci¨®n", afirm¨® la core¨®grafa.

Sus alumnos intentaban apropiarse de cada palabra, sacar partido de unas horas que no se repetir¨¢n. Sab¨ªan que estaban ante una figura de la danza cuyas ense?anzas les impedir¨¢n enga?arse a ellos mismos con la b¨²squeda de caminos f¨¢ciles y falsos. En A¨ªda G¨®mez ten¨ªan la imagen de un sue?o que puede hacerse realidad.

Es el caso de la mexicana Gabriela Estrada, maestra de danza en su pa¨ªs, en la Universidad de Sonora, que ha acudido a Sevilla a imbuirse de flamenco. "Estoy cursando un doctorado en Estudios Avanzados de Flamenco en la Universidad de Sevilla", explic¨® Estrada. "Esta clase es una ocasi¨®n ¨²nica para poder acercarme sensiblemente a lo que he observado en A¨ªda G¨®mez como artista y llevarlo a la piel. Es una oportunidad ¨²nica de recibir una clase de esta gran artista que transmitir¨¢ cosas de t¨¦cnica pero tambi¨¦n expresivas, de alma, de arte... Ella tiene fuerza esc¨¦nica, frescura y elegancia", afirmaba Estrada poco antes de que llegara A¨ªda G¨®mez a impartir sus ense?anzas. Cuando la artista comenz¨® su clase, sus alumnos supieron que viv¨ªan un momento muy especial.