Un Zamora de barrio
Varas, que fue administrativo y pens¨® a los 25 a?os en dejar el f¨²tbol, triunfa en el Sevilla
La Sevilla de finales de los a?os ochenta y principios de los noventa no ten¨ªa m¨¢s campos de f¨²tbol de hierba que los del Betis y el Sevilla. Una sucesi¨®n de terrenos de albero ocupaba la actual ronda del Tamarguillo, que rodea la ciudad desde la zona sur hasta la norte, desembocando en el tumultuoso barrio de Pino Montano, coraz¨®n obrero de la capital de Andaluc¨ªa y patria peque?a de Javi Varas (Sevilla, 1982), al que le gust¨® siempre ser portero. Ahora existen en Pino Montano varios campos de c¨¦sped artificial. Hace 20 a?os, Varas ten¨ªa que entrenarse en un descampado con dos ¨¢rboles haciendo de porter¨ªa. "A veces pon¨ªamos una piedra, que era el otro palo, porque la distancia entre los dos ¨¢rboles era muy grande", aclara el meta del Sevilla mientras posa en el lugar en el que so?¨® con hacerse futbolista.
Ahora que es el portero titular del equipo de su alma, a los 29 a?os, y que despunta con actuaciones descollantes que le han llevado a mantener su porter¨ªa a cero en cuatro encuentros seguidos -es, junto a Mun¨²a (Levante), el menos goleado de Primera: tres goles-, Varas ha dejado atr¨¢s un camino de espinas hasta ver cumplido su sue?o.
Pablo Blanco, coordinador de la cantera del Sevilla, le descubri¨® en el equipo alev¨ªn de la Pe?a Sevillista que lleva su nombre en el propio barrio de Pino Montano. No fue hasta su segundo a?o de juvenil cuando fich¨® por el Sevilla. "Le cedimos primero al Nervi¨®n, luego al San Jos¨¦ de La Rinconada, m¨¢s tarde al Alcal¨¢ y entonces, en 2005, decidimos que deb¨ªa tener su oportunidad en el filial", recuerda Blanco.
"Trabajaba de administrativo en una empresa de aceros cuando jugaba en el San Jos¨¦, pues estaba en Preferente y ganaba 360 euros al mes. No pod¨ªa vivir del f¨²tbol", explica Varas.
Todo empez¨® a cambiar cuando el Sevilla le repesc¨® para el filial. A las ¨®rdenes de Manolo Jim¨¦nez fue consolid¨¢ndose en la porter¨ªa del Sevilla Atl¨¦tico. En el verano de 2008, el club y el propio Jim¨¦nez le propusieron ser el tercer portero del primer equipo. Le tocaba superar el ¨²ltimo escollo de su complicada carrera. "La verdad es que pens¨¦ en dejar el f¨²tbol. Me ve¨ªa con 25 a?os, a punto de cumplir 26, siendo el tercer portero del Sevilla y sin demasiada ilusi¨®n", confiesa Varas, quien en ese momento recibi¨® un consejo vital de V¨ªctor Orta, el secretario t¨¦cnico del Sevilla. "Fue una conversaci¨®n en la que me dijo que ser portero del Sevilla era muy dif¨ªcil, pero que ten¨ªa que intentarlo antes de emigrar. Me ayud¨® mucho, como mi esposa", a?ade.
De Sanctis, el segundo portero entonces, regres¨® al f¨²tbol italiano y Varas permaneci¨® en el primer equipo, codo a codo con Palop: "Andr¨¦s es el mejor portero de la historia del Sevilla. Siempre recordar¨¦ el primer consejo que me dio. Jugaba de titular un partido en Rusia, en un amistoso de verano, pero hab¨ªa llovido y el bal¨®n se me escapaba. Me dijo que me pusiera de puntillas y echara el cuerpo hacia adelante. El bal¨®n ya no se me escap¨®".
A mediados de la pasada temporada, Gregorio Manzano tom¨® la decisi¨®n de darle la titularidad, que ha conservado hasta ahora. "Andr¨¦s lo lleva con profesionalidad y no hay problemas entre nosotros", resalta este devoto de la Macarena y gran amigo de Negredo.
A 132 minutos de batir el registro de imbatibilidad del Sevilla, del propio Palop, Varas comenzar¨¢ la pr¨®xima semana las conversaciones para mejorar y ampliar su contrato. Mientras tanto, se mud¨® de su casa en el Aljarafe, en las afueras de Sevilla, para vivir muy cerca de su barrio, en la Macarena. "No soportaba mirar por la ventana y no ver gente en la calle como ve¨ªa en Pino Montano. Mi familia y mis amigos siguen all¨ª. Ten¨ªa que estar cerca de ellos", dice Varas, el Zamora de barrio de la Liga.
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