Una herencia que replantear

De momento, los cambios de rumbo en los Ayuntamientos han sido, en general, menos traum¨¢ticos que en la Generalitat de Catalu?a. En Barcelona, con un relevo similar de partidos pol¨ªticos, m¨¢s parece una amistosa elecci¨®n de nuevo equipo de direcci¨®n de una instituci¨®n que un cambio real. Posiblemente, la herencia de Barcelona es suficientemente buena como para seguir con su inercia y apostar m¨¢s por la continuidad que por la ruptura.

En pol¨ªtica cultural, las ideas del nuevo concejal y director del Icub, Jaume Ciurana, son de continuidad, manteniendo a la mayor parte del equipo y valorando un trabajo bien gestionado en cultura, con proyectos como las f¨¢bricas de creaci¨®n, que se van a completar; el Disseny Hub Barcelona, que sigue adelante, y un sistema de 36 bibliotecas p¨²blicas casi culminado que tienen m¨¢s de 800.000 afiliados. M¨¢s que promover un cambio, el objetivo es reorganizar, poner en valor y sacar rendimiento, tal como se plantea revisando el funcionamiento de los centros c¨ªvicos. Aunque acucian problemas imprevistos, como el abandono de la Generalitat del proyecto de la Casa de las Lenguas, que deja Can Ricart en ruinas, declarado bien cultural de inter¨¦s nacional (BCIN) y, de nuevo, en manos del Ayuntamiento.

Poca sensibilidad muestran los actuales gestores cuando lo que proponen son megaproyectos espectaculares

Menos prometedoras son las pol¨ªticas urbanas y sociales, a¨²n con pocas indicaciones, m¨¢s all¨¢ del horizonte de los recortes y de la certeza de que los mayores esfuerzos ir¨¢n hacia la seguridad, el control y la privatizaci¨®n. La pol¨ªtica de espacio p¨²blico, que hab¨ªa caracterizado al ya hist¨®rico modelo Barcelona, tuvo un buen final de etapa con la intervenci¨®n en el paseo de Sant Joan, dejando la herencia de unos jardines lineales agradables, bien dise?ados y utilizados por todo tipo de personas.

Tenemos una buena herencia, pero falta la capacidad para repensarla y afrontar los problemas actuales. El modelo Barcelona no se agot¨® solo por el fracaso del F¨®rum 2004, sino porque la Administraci¨®n de la ciudad fue incapaz de repensar y reformular su propio modelo urbano. Y no se demuestra que vaya a serlo ahora con los problemas m¨¢s destacados, como el nefasto servilismo ante el turismo y la incapacidad para aproximarse a la excelencia y no al low cost, con lo cual los entornos m¨¢s desgastados -La Rambla, el parque G¨¹ell, la Sagrada Familia, etc¨¦tera- siguen degrad¨¢ndose.

El punto de partida para los nuevos gestores deber¨ªa estar claro: la sociedad se siente m¨¢s representada cuanto mayor es la proximidad con la pol¨ªtica, la gesti¨®n y la administraci¨®n, y las pol¨ªticas municipales tienen la oportunidad de ser las m¨¢s atentas en la mejora de la calidad de vida real. Pero poca sensibilidad hacia los barrios y las personas demuestran los actuales gestores de H¨¢bitat Urbano cuando lo que proponen son megaproyectos espectaculares, como el de la Zona Franca o las 16 puertas de Collserola, y cuando a¨²n no se ha presentado ninguna evaluaci¨®n cr¨ªtica de lo existente, ni ninguna propuesta con base. Eso s¨ª, ya se ha creado la componenda de una comisi¨®n formada por los representantes de los lobbies seudoprogresistas, para que cualquier cr¨ªtica en los medios sea controlada.

El reto es reformular un modelo urbano a partir del debate con toda la ciudadan¨ªa. Reformularlo hacia la propia ciudad y desde la l¨®gica del encaje territorial, en el contexto espa?ol y con relaci¨®n al panorama de megarregiones metropolitanas. Con relaci¨®n a Espa?a estamos en el peor marco de encaje que se ha dado durante las d¨¦cadas de democracia. El sentimiento mayoritario es de distancia hacia un Estado en el que la alternativa va a ser el amargo jarabe ya probado del retroceso hacia el nacionalismo espa?olista. M¨¢s que una comunidad aut¨®noma cualquiera, hoy se quiere ser o un Estado dentro de una Espa?a federal o independientes. Y es que Barcelona no es una ciudad espa?ola m¨¢s, por debajo de Madrid, capital del reino con cuatro gobiernos superpuestos (Estado, Monarqu¨ªa, autonom¨ªa y Ayuntamiento), sino que es una metr¨®poli de referencia, con fuertes cualidades urbanas, un gran potencial social, dentro de una megarregi¨®n, mediterr¨¢nea y creativa, tal como la ha definido el intelectual liberal Richard Florida. Tenemos un reto clave y despilfarrar nuestra herencia va a ser una grave irresponsabilidad.

Josep Maria Montaner es arquitecto.