Adi¨®s al Centro Niemeyer
La vida le dur¨® poco, seis meses. Tanto esfuerzo compartido por ilusiones crecidas en el interior de cada uno. Tuvo importantes padrinos como Kevin Spacey o Woody Allen, entre otros. Sin embargo, est¨¢ visto que nada resiste ante la mediocridad de las decisiones pol¨ªticas. Quiz¨¢ hubiera una mala gesti¨®n detr¨¢s. No lo s¨¦. No lo voy a juzgar. Quiz¨¢ se necesitara m¨¢s transparencia en las cuentas. Me falta informaci¨®n para poder opinar.
Pero lo que s¨ª quiero decir es que las cosas se deben cambiar y mejorar, pero no a costa de cerrar a la gente las puertas de la cultura. Lo dif¨ªcil es transformar las cosas sin impactar negativamente en esos ciudadanos indefensos, que ven ante sus ojos horrorizados c¨®mo se quedan sin uno de sus s¨ªmbolos m¨¢s emblem¨¢ticos, el Centro Nienmeyer. Solo los buenos gestores hacen de la mejora un arte y nadie lo nota. Pero los buenos gestores est¨¢n en otros puestos. Desde luego, no en la piel del que ha tomado ese tipo de determinaciones.
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