La bendici¨®n de los 26
Si la edad maldita para los rockeros es la de 27, los cl¨¢sicos espa?oles tienen su edad dorada un a?o antes. Tres m¨²sicos representan a esta nueva generaci¨®n de instrumentistas nacidos y formados en nuestro pa¨ªs
Est¨¢n saboreando las mieles del ¨¦xito, pero no ha desaparecido la ilusi¨®n inocente de sus ojos. Ana Mar¨ªa Valderrama, Manuel Blanco y Judith J¨¢uregui coinciden en Madrid esta semana en una entrevista que es m¨¢s un reencuentro entre amigos. Valderrama (Madrid, 1985) es violinista y viene de triunfar en el Concurso Internacional de Viol¨ªn Pablo Sarasate -"este premio no lo hab¨ªa ganado un violinista espa?ol nunca"-; al trompetista Blanco (Daimiel, Ciudad Real, 1985) le acaban de otorgar el primer premio de la Radio B¨¢vara -que solo han ganado otros dos trompetistas en la historia- y el ¨²ltimo disco de piano de J¨¢uregui (San Sebasti¨¢n, 1985) ha sido galardonado como Mejor ¨¢lbum de Cl¨¢sica en los Premios de la M¨²sica Independiente.
Los tres m¨²sicos son ambiciosos, pero la fama no les quita el sue?o. Valderrama estudia en Alemania, J¨¢uregui est¨¢ inmersa en una gira de conciertos y Blanco es solista en la Orquesta Nacional de Espa?a (ONE), cuya temporada arranc¨® anoche en el Auditorio Nacional. "Mi padre es polic¨ªa local en Daimiel y mi madre ama de casa. No he tenido ayuda de nadie y he conseguido lo que tengo gracias a mi trabajo", explica Blanco, que defiende que son "gente normal". "Cuando somos capaces de subirnos al escenario y transmitir esa felicidad a quienes nos escuchan, es porque en la vida real tambi¨¦n somos as¨ª", explica.
La vida del m¨²sico es dura: 14 a?os como m¨ªnimo de estudios mientras se compaginan las clases con la participaci¨®n en grupos de c¨¢mara, orquestas y conciertos sol¨ªsticos. "Todo el mundo, cuando termina de estudiar, trabaja. Pero aqu¨ª est¨¢s trabajando y sigues estudiando. Son muchas horas y hay que estar siempre en forma", dice Valderrama, que el 9 de febrero tocar¨¢ el stradivarius de Sarasate que custodia el museo del Real Conservatorio. "Tienes que aceptar que hay algo que no te va a satisfacer del todo, aunque a los dem¨¢s les fascine. Aceptar la idea de que nunca vas a hacer la interpretaci¨®n perfecta es dif¨ªcil", comenta J¨¢uregui.
Los tres han tenido que hacer sacrificios: J¨¢uregui tuvo que dejar el voleibol y el baloncesto por miedo a una lesi¨®n, y Blanco abandon¨® el f¨²tbol. "A partir de los quince a?os ya no pod¨ªa jugar porque ten¨ªa que mirar por mis manos", explica Blanco, que sigue con el s¨ªmil futbol¨ªstico a la hora de explicar la importancia de su vocaci¨®n. "Tocar es un juego m¨¢s. A m¨ª me gusta el f¨²tbol, por eso creo que Judith podr¨ªa ser Messi y Ana, Cristiano Ronaldo. Jugadores que a pesar de entrenar mucho y tener una preparaci¨®n estupenda, tienen un don, algo especial. Lo m¨¢s bonito es el camino recorrido: con los premios somos iguales que hace un mes", comenta el trompetista. "Si crees que has llegado a la meta, es que est¨¢s estancado. En una profesi¨®n como la m¨²sica no se termina nunca de aprender", dice J¨¢uregui.
Lo que no dejan de confiar es en sus posibilidades y en las de los m¨²sicos espa?oles. "Hay una muy buena generaci¨®n de m¨²sicos espa?oles, que quieren acercar la m¨²sica m¨¢s al p¨²blico, que somos gente normal que no tiene por qu¨¦ justificarse por ser m¨²sicos cl¨¢sicos. Tenemos mucho que decir", explica la pianista, que estar¨¢ el pr¨®ximo 15 de octubre en la Fundaci¨®n Juan March tocando un programa integral de sonatas de Mozart. "Cada vez m¨¢s hay gente joven espa?ola buena. Es hora de que los organizadores de conciertos se den cuenta y dejen de fascinarse por los rusos, los americanos... Hay que quitarse el complejo y empezar a promocionarnos a nosotros mismos", sentencia Valderrama. A pesar de todo, la pianista donostiarra, que piensa que hay que "quitarle el cors¨¦ y ponerle vaqueros" a la m¨²sica cl¨¢sica, sigue viendo luz al final del t¨²nel: "Hay que buscar luz donde hay oscuridad, y es el momento de los j¨®venes. La renovaci¨®n generacional dentro de la m¨²sica est¨¢ viniendo gracias a la crisis, y tenemos que aprovechar la oportunidad y que la m¨²sica vuelva a llenarse de juventud, de esperanza y de ilusi¨®n".
Manuel Blanco es solista de la Orquesta Nacional de Espa?a, que ayer empez¨® su temporada en el Auditorio Nacional. Judit Ja¨²regui toca un programa integral de sonatas de Mozart el 15 de octubre en la Fundaci¨®n Juan March. Ana Mar¨ªa Valderrama act¨²a el pr¨®ximo 9 de febrero en el Conservatorio.
M¨²sica para empezar bien el d¨ªa y para dormir bien
Los tres instrumentistas nos cuentan las piezas con las que tener un comienzo optimista del d¨ªa y garantizarse un sue?o reparador.
- Valderrama: Gospel y viol¨ªn. La madrile?a cree que el Oh happy day
es una buena canci¨®n para arrancar por las ma?anas. Para la noche, reserva el segundo movimiento de la Sonata n? 3
de Edvard Grieg.
- Blanco: Ritmos latinos y Bach.
Para el trompetista, la mejor forma de levantarse por las ma?anas es a ritmo
de cualquier canci¨®n de Celia Cruz o Marc Anthony. A La hora de dormir, elige cualquiera de los Conciertos de Brandemburgo. "No paso del primer movimiento", confiesa.
- J¨¢uregui: Sinatra y el rumor del agua.
Para la pianista, las ma?anas suenan a canciones de Sinatra, como por ejemplo My way. Para dormir profundamente, nada mejor que los Juegos de agua de Ravel, que le recuerdan al Cant¨¢brico junto al que creci¨®.
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