Despensa de oto?o
Un afamado m¨¦dico estadounidense del que no vamos a decir el nombre para no seguir incrementando su fortuna asegura que la f¨®rmula m¨¢s eficaz de curar cualquier enfermedad consiste en entrar al supermercado y comprar lo que le pida el cuerpo. Sostiene que la intuici¨®n lo guiar¨¢ por el buen camino. Es decir, si sufre usted una carencia de vitamina C su cerebro ir¨¢ a por los tomates, si est¨¢ usted bajo de vitamina D la mano se le ir¨¢ sola hacia los yogures. Consulto el m¨¦todo con Susana Monereo, jefa del Servicio de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n del hospital Universitario de Getafe (Madrid), una profesional solvente y respetuosa con sus colegas, que lanza una carcajada: "?Ese se?or no cuenta con el marketing y los colorines de la publicidad!".
La fatiga del oto?o es psicol¨®gica. Es un error tomar vitaminas sin que existan carencias identificadas
Estamos m¨¢s preocupados que nunca por lo que comemos. Lo leemos todo y a veces no entendemos nada
Nuestro gur¨² tampoco parece tener en cuenta la saturaci¨®n de informaci¨®n contradictoria que nos convence hoy de que la cerveza es buena y ma?ana de que es mal¨ªsima; que nos pone hoy a tomar cuatro tazas diarias de t¨¦ verde y ma?ana a desintoxicarnos de la bebida con urgencia.
Habr¨¢ que reconocer que no somos tan sabios y que nuestro cerebro se despista m¨¢s de lo que nos gustar¨ªa reconocer. Sin ir m¨¢s lejos, en alg¨²n momento de la evoluci¨®n olvidamos que por estos d¨ªas tendr¨ªamos que ser sensibles a las se?ales que nos env¨ªa la naturaleza y estar prepar¨¢ndonos para sobrevivir a un largo invierno. Ahora interpretar¨ªamos como nuestros antepasados el acortamiento de los d¨ªas, la escasez de luz y la bajada de las temperaturas y no har¨ªamos otra cosa que acumular provisiones. Pero no hace falta. Si no sucede un acontecimiento extraordinario -m¨¢s relacionado con la inestabilidad financiera que con las estaciones del a?o-, los supermercados seguir¨¢n llenos, tendremos 16 horas de luz cada d¨ªa (contando con la luz artificial) y melocotones en noviembre si disponemos de dinero suficiente para comprarlos. "Deber¨ªamos adaptarnos, en teor¨ªa necesitamos ingerir m¨¢s calor¨ªas a partir del oto?o. Pero lo que veo en mi consulta es que nos hemos sobrealimentado en verano y ahora queremos ponernos a dieta", apunta Monereo.
Un 20% de la poblaci¨®n de 18 a 64 a?os se ha puesto a r¨¦gimen recientemente, dec¨ªa el informe ENIDE 2011 (Encuesta Nacional de Ingesta Diet¨¦tica Espa?ola) en mayo pasado. Susana ya los tiene en su consulta. Ella los denomina los rebotados de la Dukan, la ¨²ltima dieta a la que nos hemos sometido global y voluntariamente. "Dejaron de comer hidratos de carbono en mayo, perdieron peso, pero en el verano se relajaron y ahora, no solo han recuperado lo perdido, sino que adem¨¢s se han agenciado un cuadro de ansiedad. No pueden parar de comer carbohidratos. Su cerebro est¨¢ hecho polvo". Seg¨²n la endocrin¨®loga, la restricci¨®n de hidratos de carbono no es gratuita, provoca un ajuste de glucosa en el cerebro. Mientras exista una motivaci¨®n es posible mantener la restricci¨®n de calor¨ªas pero el d¨ªa en que se acabe -y la motivaci¨®n es fr¨¢gil, una bandeja de cruasanes puede ser suficiente para acabar con ella-, el cerebro se tomar¨¢ la revancha. "Ayer mismo, una chica de 30 a?os lloraba en mi consulta: 'No puedo parar de comer pasteles".
En oto?o, pues, ya no es ¨¦poca de aprovisionarse, sino de hacer buenos prop¨®sitos. De apuntarse al gimnasio e iniciar un r¨¦gimen por m¨¢s que nuestra informaci¨®n gen¨¦tica nos mande llenar la despensa y acumular grasa para resistir el fr¨ªo del invierno.
Lo que s¨ª ha acumulado Luc¨ªa, una ejecutiva de publicidad de 35 a?os, son vitaminas. "La vuelta al ruedo me deprime, solo pensar que tengo por delante tres meses de rutina me agota". Porque por m¨¢s que el verano haya sido luminoso al oto?o se llega triste y cansado. La venta de suplementos vitam¨ªnicos y complejos energ¨¦ticos se dispara. Estamos convencidos de que, tarde o temprano, vamos a enfermar. La falta de luz nos deprime, nos pone hipocondriacos y nos tira en el sof¨¢ con el bote de helado de chocolate. Los fabricantes chocolateros de todo el mundo marcan el inicio de su temporada alta un mes justo antes de Halloween.
Luc¨ªa se ha apertrechado de vitamina A, D, E y un suplemento multivitam¨ªnico muy popular que promete curar la fatiga. "Lo voy a probar, en mi trabajo la gente que lo toma est¨¢ plet¨®rica". Pasa por caja, 32 euros. Gastamos 27 millones de euros en vitaminas cada a?o, seg¨²n la Asociaci¨®n de Autocuidado de la Salud. "Puro efecto placebo", zanja Susana Monereo. Lo dice porque la fatiga del oto?o es "psicol¨®gica". "?C¨®mo vamos a necesitar vitaminas ahora si venimos de sobrealimentarnos todo el verano?". El efecto placebo es esa ilusi¨®n de sentirnos en la gloria solo porque nos estamos medicando. Estudios llevados a cabo en universidades de todo el mundo coinciden en que es un error tomar vitaminas sin que exista una carencia identificada. "Una dieta rica en frutas y verduras es la mejor fuente de vitaminas y antioxidantes", repiten hasta el cansancio desde la Sociedad Espa?ola de Nutrici¨®n Comunitaria. Pero un 10% de los espa?oles consume suplementos vitam¨ªnicos. Nada frente al 30% de consumidores habituales que se registran en los pa¨ªses anglosajones.
Porque si en Espa?a se puede presumir de algo, en estos d¨ªas en que parece que vamos a la cola de todo, es de comer bien. Somos el pa¨ªs del mundo que menos gasta en comida basura. Nos siguen Italia y Australia. Los datos provienen de un estudio de EAE Bussiness School con datos del INE y el FMI que aseguran que en un a?o solo consumimos de media tres men¨²s en establecimientos fast food, en los que invertimos unos 20 euros por persona. En Estados Unidos se gastan 166 euros y en Jap¨®n, 169. Sin embargo, compartimos otras neurosis con la comida con el resto de los ciudadanos del mundo. Y hombres y mujeres no nos sentamos con el mismo ¨¢nimo a la mesa. En general, ellas comen con ansiedad, presionadas por la presi¨®n de la delgadez, mientras los hombres tienen una relaci¨®n hedonista con la comida y la disfrutan m¨¢s. "Nuestros grandes errores son el desorden de horarios, el picoteo, y comer demasiado, a pesar de que la gente cree que casi no come", observa Susana Monereo. Porque aqu¨ª tenemos nuestras convicciones muy bien colocadas. Como los que dicen "en esta casa no se tira nada", aunque los n¨²meros muestren que en Espa?a se tira el 20% de la comida que se compra, la mayor¨ªa (50%), frutas y verduras seguidas por la comida empaquetada (el 30% va a la basura sin haber sido abierta). Y los datos son de mayo de 2011 cuando est¨¢bamos ya en plena crisis. "Casi la mitad de esos alimentos se hubiera salvado con una mejor planificaci¨®n, conservaci¨®n y almacenaje", apuntan los que llevaron a cabo el estudio en siete pa¨ªses europeos, la marca Albal que como bien se sabe vende, entre otras cosas, papel para almacenar y proteger alimentos crudos y cocinados.
Y este es uno de los grandes problemas de los estudios sobre alimentos. Muchas veces los que financian las investigaciones quieren ser juez y parte. Y aunque los resultados del estudio sean s¨®lidos, a usted le pasar¨¢ por la cabeza que alguien quiere que compre m¨¢s su producto. De la misma manera pensar¨¢ si una bodega financiara una investigaci¨®n cuyos resultados demuestran que los taninos del vino son buenos para el coraz¨®n.
Estamos m¨¢s preocupados que nunca por lo que comemos. O por est¨¦tica o por salud. Lo leemos todo y, a veces, no entendemos nada. Es demasiado, es contradictorio. Es bueno y malo al mismo tiempo. Engorda y adelgaza. Es antioxidante pero me puede intoxicar por mercurio. El consumo de informaci¨®n contradictoria sobre un mismo asunto, la nutrici¨®n en el caso que nos ocupa, tiene una consecuencia llamada "par¨¢lisis por an¨¢lisis", cuya soluci¨®n suele ser la inercia y la contemplaci¨®n. En otras palabras, ante la duda, como lo que me apetece. Y volvemos al m¨¦todo poco ortodoxo del m¨¦dico estadounidense del inicio de este reportaje.
Despu¨¦s de consultar a varios nutricionistas y endocrin¨®logos en busca de un estudio independiente, probado en un alto n¨²mero de personas durante el tiempo suficiente para mostrar resultados fiables, se lleg¨® por consenso a que la referencia deseada pod¨ªa ser un gran ensayo publicado a inicios de verano por la revista m¨¦dica New England Journal of Medicine, y firmado por profesores de Harvard Medical School
Sus datos se basan en tres estudios financiados con fondos p¨²blicos del Gobierno de Estados Unidos que han seguido durante 20 a?os los h¨¢bitos de alimentaci¨®n y estilos de vida de 120.000 hombres y mujeres. El objetivo fue buscar el mejor y el peor alimento para mantenerse en un peso saludable.
El demonio nacido de este estudio -siempre hay un malo de la pel¨ªcula- fue la patata, sobre todo las patatas fritas de bolsa. Por cada raci¨®n extra diaria de patatas fritas la gente engordaba un kilo y medio cada cuatro a?os. Pero tambi¨¦n aumentaban de peso si com¨ªan patata cocida, asada o en pur¨¦. "No est¨¢ claro, porque las patatas fritas han resultado particularmente insanas, puede ser porque se comen en grandes cantidades o porque producen un pico de az¨²car y de insulina que aumenta el apetito y hace que la gente coma m¨¢s la pr¨®xima vez", explica el doctor Dariush Mozaffarian, profesor de Epidemiolog¨ªa de Harvard y autor principal del estudio.
En el top cinco de los alimentos para engordar se colocaron tambi¨¦n los refrescos, la carne roja, el pan blanco, los cereales refinados y el alcohol.
En el lado de los buenos, los que ayudaban a adelgazar, gan¨® el yogur. Por cada raci¨®n extra de yogur diaria se evitaba ganar casi un kilo al cabo de cuatro a?os. "Ha sido un hallazgo inesperado que habr¨¢ que seguir investigando", dijo Mozaffarian. Las frutas, los vegetales, los granos integrales y los frutos secos tambi¨¦n ayudaban a conseguir este objetivo de mantenerse en l¨ªnea.
Los autores consideran que el consejo tradicional de "comer de todo con moderaci¨®n" es "naif". "El tipo de alimentos que comemos determina m¨¢s la ganancia de peso que el n¨²mero de calor¨ªas". El estudio Di¨®genes publicado el a?o pasado en la revista New England Journal of Medicine lleg¨® a una conclusi¨®n similar: "Para una persona con sobrepeso que quiera adelgazar, lo m¨¢s ¨²til no es contar calor¨ªas, sino considerar su calidad. Es decir, la forma y el tiempo en que esos alimentos se convierten en energ¨ªa una vez que llegan al organismo".
Son las llamadas calor¨ªas inteligentes como las de las lentejas que "tardan en convertirse en glucosa una vez que llegan al torrente sangu¨ªneo, producen una sensaci¨®n r¨¢pida de saciedad y permiten mantener las p¨¦rdidas de peso en el tiempo", apunta Alfredo Mart¨ªnez, catedr¨¢tico de Nutrici¨®n de la Universidad de Navarra y uno de los autores del trabajo.
Empieza el oto?o, y a pesar del poco caso que intentamos hacer a la naturaleza con sus ritmos circadianos y sus estaciones del a?o, cogeremos la cuchara y empezaremos con las lentejas. Si no es usted de "esos" y tampoco le convencen los argumentos cient¨ªficos -lo cual es comprensible viendo que muchas veces son contradictorios- sepa que la t¨®mbola de las tendencias culinarias ha dado una vuelta m¨¢s y ahora resulta que respetar "la estacionalidad de las comidas" es uno de los reclamos imponderables de los restaurantes de lujo de todo el mundo. Ya no es cool comer un melocot¨®n en noviembre y mucho menos pagarlo. Usted mismo.
Alimentos que no deber¨ªan faltar
Vino tinto
Una copa diaria parece ser la f¨®rmula m¨¢gica para casi todo. A partir de esa cantidad sus beneficios ya no son tan evidentes. Los flavonoides garantizan la acci¨®n antioxidante y cardioprotectora. Ayuda a mantener el peso y unos niveles estables de omega 3 en la sangre. Recientemente se han encontrado propiedades antiinflamatorias en el vino que protegen contra el alzh¨¦imer.
Cereales integrales
El cereal integral (arroz, pasta, pan) conserva toda su riqueza porque no sufre procesos de refinamiento, donde se pierden muchos nutrientes como el hierro, la riboflavina o la vitamina B que se encuentran en la c¨¢scara de los granos. Adem¨¢s tienen una alto contenido de fibra. Su consumo habitual (muchos estudios recomiendan sustituir totalmente los cereales refinados por integrales) mejoran el tr¨¢nsito intestinal y el estre?imiento. Se relacionan con la prevenci¨®n del c¨¢ncer de colon. Tienen fama de ayudar a adelgazar porque proporcionan una sensaci¨®n de saciedad m¨¢s r¨¢pida. El arroz integral es un alimento b¨¢sico, muy energ¨¦tico y digestivo. El pan integral tiene las mismas calor¨ªas que el pan blanco, pero aporta tres veces m¨¢s fibra.
Lentejas y garbanzos
Las lentejas son muy ricas en prote¨ªnas. Una taza de lentejas aporta 16 gramos de prote¨ªnas, mientras que una hamburguesa de 100 gramos de carne magra contiene 15. Su contenido de grasa es bajo y contiene cantidades adecuadas de calcio. Los garbanzos tienen mayor porcentaje de hidratos de carbono que otras legumbres y son ricos en fibra. Aportan ¨¢cido f¨®lico y todo el complejo vitam¨ªnico B. Adem¨¢s de potasio, magnesio, calcio, sodio, hierro y zinc. Los platos de cuchara suelen comerse en compa?¨ªa, lo que mejora la digesti¨®n y el humor.
Manzanas y frutos del bosque
La f¨®rmula es consumir frutas de temporada y con mucho color. Son ricas en vitaminas y antioxidantes. La manzana es el santo grial. Su alto contenido en pectina bloquea la absorci¨®n de colesterol, protege de la inflamaci¨®n relacionada con la enfermedad cardiovascular y tiene acci¨®n antioxidante. Mejor comerla completa. Ya lo dec¨ªa un refr¨¢n legendario anglosaj¨®n: "Una manzana diaria te mantiene alejado de los m¨¦dicos". La mora negra es una de las frutas m¨¢s antioxidantes que se conocen con una probada acci¨®n antirradicales libres. Varios estudios se?alan su acci¨®n preventiva en algunos tipos de c¨¢ncer. Tiene un alto contenido en taninos. Mientras m¨¢s negra, mejor. Los colores intensos y oscuros son una se?al de que la fruta es un poderoso antioxidante.
Yogur
Es un alimento antiguo con buena fama. Gran fuente de calcio y vitamina A, B12 y ¨¢cido f¨®lico. Su consumo est¨¢ asociado al mantenimiento de un peso saludable. Protege y regula la flora intestinal. Su consumo es especialmente recomendado para las mujeres posmenop¨¢usicas que tienen un alto riesgo de osteoporosis.
Chocolate negro
(puro y amargo)
Mientras m¨¢s puro mejor. Ha de consumirse solo, cuando se a?ade leche en su fabricaci¨®n se pierden los beneficios aportados por los flavonoides, potentes agentes antioxidantes que protegen a la piel del envejecimiento. Comer chocolate dos veces por semana en las cantidades recomendadas (entre dos y seis gramos diarios) disminuye el riesgo de mortalidad cardiovascular. Pasarse de estas cantidades es contraproducente. Reduce la tensi¨®n arterial y se relaciona con la disminuci¨®n de las muertes por ictus. Aporta muchos beneficios nutricionales y mejora el humor porque estimula la producci¨®n de endorfinas.
Sardinas y caballa
(Pescado azul peque?o que no tenga mercurio)
Son ricos en grasas poliinsaturadas omega 3 y est¨¢n libres del peligro de contener mercurio, dioxinas y contaminantes industriales como el pescado azul de mayor tama?o. Se relaciona con una mejora del perfil de los l¨ªpidos (aumento del colesterol bueno, HDL y control del malo, LDL. Protege las arterias y el coraz¨®n. La Asociaci¨®n Americana del Coraz¨®n (AHA, por sus siglas en ingl¨¦s) recomienda comerlo dos veces por semana.
Caf¨¦
Solo oler su aroma estimula la segregaci¨®n de endorfinas, la hormona del placer. No tiene que probarlo si no quiere. Tomarlo en cantidades moderadas (no m¨¢s de dos tazas diarias) es beneficioso para la secreci¨®n de los jugos g¨¢stricos y biliares. Contiene hasta 30 componentes antioxidantes y ejerce un efecto protector contra enfermedades como el alzh¨¦imer y el parkinson. Se le atribuyen propiedades diur¨¦ticas y laxantes. La cafe¨ªna es una sustancia altamente adictiva. As¨ª que, si cree que est¨¢ enganchado al caf¨¦, efectivamente lo est¨¢.
Agua
Somos agua sobre todas las cosas. La sangre es 83% agua, los m¨²sculos, 75% y el cerebro, 85%. Morir¨ªamos antes de sed que de hambre. Hace funcionar los ri?ones, facilita el transporte de nutrientes por el organismo, hidrata la piel y regula la temperatura del cuerpo. Beber agua no es el ¨²nico modo de consumirla, hay agua en las frutas y en las verduras y en casi todas las comidas. El mejor mecanismo para decidir cu¨¢nta agua necesitamos est¨¢ inventado y es natural: se llama sed.
Aceite de oliva
Su prestigio hace casi innecesaria justificar su presencia en esta lista. Empecemos por decir que es saludable y cardioprotector, lo que no quiere decir que adelgace. Posee la combinaci¨®n adecuada de vitamina E y polifenoles, unos potentes agentes antioxidantes. Previene la arterioesclerosis y su consumo habitual mejora el perfil de los l¨ªpidos. Recientes estudios lo relacionan con una mejora de la memoria y cierta protecci¨®n contra la demencia vascular y el ictus. Los mayores beneficios se han observado en el aceite de oliva extra virgen.
Huevos
Vers¨¢tiles, ubicuos y humildes. Los huevos contienen un 14% de prote¨ªnas y los mejores amino¨¢cidos de la dieta. Las grasas se concentran en la yema que contiene una peque?a cantidad de colesterol y es rica en vitaminas. La clara tiene un alto contenido de sodio. Contiene minerales como el hierro, el azufre, el f¨®sforo, el potasio y, contra la creencia popular, muy poco calcio. Para considerar un huevo fresco, debe tener menos de 15 d¨ªas en verano y menos de tres semanas en invierno.
Nueces, almendras y pistacho tostados
Son ricos en fibras, prote¨ªnas y tienen una potente acci¨®n antioxidante, por su contenido en vitamina E y selenio. Su acci¨®n positiva sobre las grasas saturadas protege de la enfermedad cardiovascular. S¨®lo un problema, tienen muchas calor¨ªas, suelen comerse en grandes cantidades y acompa?ados de alcohol. Resultado, acaban engordando. Se recomienda comer entre una y dos onzas diarias, y mejor solos que mal acompa?ados.
Zanahorias y tomate
La zanahoria contiene betacaroteno, una sustancia que se transforma en vitamina A o retinol. Es rica en fibra e hidratos de carbono. Contiene vitaminas B, C, D, E , K; diversos minerales y peque?as cantidades de prote¨ªnas. El tomate es el antioxidante perfecto y una fuente natural de vitamina C. Se relacionan con la prevenci¨®n de nueve tipos de tumores. Ayuda a eliminar el ¨¢cido ¨²rico y fortalece el sistema inmunol¨®gico. Se recomienda incluso en forma de salsas porque con aceite de oliva potencia sus virtudes. Es un vegetal casi perfecto.
Jam¨®n de bellota
Las grasas de cerdo ib¨¦rico de bellota tienen m¨¢s del 55% de ¨¢cido ol¨¦ico (monoinsaturado). Estas grasas incrementan el colesterol HDL (beneficioso) y reducen el colesterol perjudicial (LDL). Solo el aceite de oliva virgen tiene un contenido de ¨¢cido ol¨¦ico superior. La grasa de cerdo ib¨¦rico es rica en prote¨ªnas, vitaminas B1, B6, B12 y ¨¢cido f¨®lico. Tambi¨¦n es un poderoso antioxidante .
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