Los profesores 'ultras'

"Creo que los pol¨ªticos nos est¨¢n tomando el pelo". En una bici y con su hijo de la mano, Ana Postigo (madre de un alumno) hac¨ªa esta reflexi¨®n el martes, en la tercera manifestaci¨®n por la educaci¨®n p¨²blica, con 68.000 asistentes. Profesores, padres y estudiantes reivindican desde el 7 de septiembre un giro en la pol¨ªtica educativa de la Comunidad de Madrid. En solo un mes se han sucedido cinco huelgas, tres manifestaciones y centenares de actos de protesta. El Gobierno regional, que hizo un amago de invitaci¨®n al di¨¢logo tras los primeros paros, no ha movido ficha. Madrid no ha convocado la mesa sectorial de educaci¨®n (donde debate la Consejer¨ªa de Educaci¨®n con los sindicatos) ni prev¨¦ modificar las medidas que han generado la protesta.

La vecina Castilla-La Mancha, con un conflicto similar por el recorte de interinos, lleva cuatro reuniones para intentar apagar el fuego. Madrid, en lugar de bomberos, env¨ªa gasolina. As¨ª lo ven, al menos, los portavoces de los docentes. Los dos sindicatos con m¨¢s representaci¨®n (CC OO y ANPE) y la asociaci¨®n mayoritaria de directores de instituto (Adimad) reclaman sin ¨¦xito desde julio un cambio de rumbo.

El jueves, en el pleno de la Asamblea de Madrid, la presidenta regional Esperanza Aguirre acus¨® a tres asociaciones de hacer un "negociazo" con la venta de camisetas de la marea verde, s¨ªmbolo de la reivindicaci¨®n. El PP de Madrid anunci¨® el viernes que les denunciar¨ªa en los tribunales. Sindicatos y directores lo califican de "salida de tiesto" y "matonismo pol¨ªtico" para intentar desviar la atenci¨®n de un conflicto que resiste el paso del tiempo. Antes de este ¨²ltimo episodio, Aguirre acus¨® a los docentes de trabajar 20 horas (confundiendo el tiempo que pasan en clase con su jornada semanal total de 37,5 horas), una afirmaci¨®n por la que pidi¨® disculpas. Luego asegur¨® que la movilizaci¨®n "pol¨ªtica" estaba dirigida por la oposici¨®n, los sindicatos, los indignados del 15-M y "los de la ceja", en referencia a los intelectuales que antes hab¨ªan respaldado a Zapatero. La consejera de Educaci¨®n y Empleo, Luc¨ªa Figar, sugiri¨® que detr¨¢s de las protestas estaban "los mismos que en agosto insultaban y agred¨ªan a peregrinos [de la visita del Papa Benedicto XVI]".

Los cinco sindicatos m¨¢s representativos de la educaci¨®n p¨²blica (que aglutinan casi todo el espectro de sensibilidades pol¨ªticas) respaldan las movilizaciones. Uno de ellos (CSIF) ha reclamado a la Comunidad de Madrid que deje de hacer declaraciones p¨²blicas que levanten en armas al sector. Paco Garc¨ªa (de CC OO, el mayoritario) cree que son palabras intencionadas para "criminalizar" a los docentes: "Tiran de argumentario y siguen una hoja de ruta fallida porque el conflicto ha escapado a su control". "El profesorado se ha sentido muy agredido. Si detr¨¢s de estas declaraciones hay una campa?a, deber¨ªan darle una medalla al que la est¨¢ orquestando", ironiza Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, presidente de Adimad. El colectivo de directores, poco dado a las declaraciones p¨²blicas, denunci¨® en rueda de prensa la dificultad para gestionar los centros con los recortes.

Apenas quedan dos meses para las elecciones del 20-N. El Gobierno regional alude continuamente a que la movilizaci¨®n madrile?a es "una huelga pol¨ªtica". "Es una protesta social", replica Francisco Melc¨®n, presidente de ANPE, segundo en representatividad en el sector. Melc¨®n encabeza la central m¨¢s cercana a las posturas de la Comunidad de Madrid. Respald¨® la ley de autoridad del profesor, que el resto calificaban de documento in¨²til, y fue el ¨²nico que acudi¨® a las ¨²ltimas reuniones para negociar complementos retributivos. Ahora est¨¢n con los dem¨¢s, protestando en las calles. "Si la Comunidad no nos re¨²ne pronto, el conflicto se enquistar¨¢", advierte Melc¨®n, que pide "inteligencia pol¨ªtica" al Ejecutivo para que el conflicto "no desemboque en la campa?a electoral". ANPE, como el resto, es pesimista sobre el efecto de las instrucciones en este curso. "El da?o est¨¢ hecho, los horarios est¨¢n cerrados, ahora hay que buscar medidas que palien esos errores. Esta protesta servir¨¢, sobre todo, para que se lo piensen antes de volver a meter la tijera en la educaci¨®n".