"La situaci¨®n de la CAM no es buena para la imagen de Alicante"
Vicente Magro (Murcia, 1960) acaba de ser renovado por tercera vez al frente de la presidencia de la Audiencia de Alicante, cargo al que accedi¨® en 2001. El magistrado aboga por desburocratizar la justicia para ahorrar. Magistrado por oposici¨®n desde 1986, pide juzgados especiales para los casos de corrupci¨®n, aboga por acotar el tipo penal del imputado y cree que el esc¨¢ndalo de la CAM no es bueno para la imagen de Alicante.
Pregunta. ?C¨®mo afronta este tercer mandato al frente de la Audiencia de Alicante?
Respuesta. Con mucha ilusi¨®n. No obstante, las circunstancias actuales son distintas a las de 2001, cuando no hab¨ªa nada hecho. Entonces era una Audiencia carente de un modelo de gesti¨®n.
"Sin una justicia r¨¢pida y eficaz el Estado de Derecho se resquebraja"
"Habr¨ªa que limitar el tipo de imputado a indicios suficientes y concluyentes"
"No podemos seguir con este modelo caduco y trasnochado"
"Lo primero que tenemos que hacer es eliminar cargas burocr¨¢ticas"
P. ?Cu¨¢les son sus prioridades en esta nueva etapa?
R. Estamos en una etapa dif¨ªcil. Al margen de los problemas inherentes al sistema judicial, es evidente que hay menos dinero. Nuestra prioridad es ser eficaces con el dinero que tenemos. Y para ello, lo primero es cambiar la organizaci¨®n interna de la Justicia. No podemos seguir con este modelo caduco y trasnochado de un juez, diez funcionarios y un secretario. Hay que potenciar la resoluci¨®n de conflictos extrajudiciales, mediante el arbitraje y la mediaci¨®n, y si se llega a judicializar el caso tambi¨¦n impulsar propuestas para evitar llegar a la sentencia, con f¨®rmulas como la conformidad, la mediaci¨®n penal y tambi¨¦n la civil.
P. ?Est¨¢ en condiciones el sistema judicial de soportar nuevos recortes y ofrecer un servicio eficaz al ciudadano?
R. Lo primero es eliminar cargas burocr¨¢ticas, aunque algunos crean que con esto se recortan los derechos. Pero no es cierto. El sistema judicial est¨¢ excesivamente burocratizado y tenemos que dar muchos pasitos no solo para llegar a la sentencia, sino incluso para que esta se ejecute, lo m¨¢s importante para el ciudadano. Pero estos pasitos que hay que completar son, en su mayor¨ªa, superfluos y tiempos muertos. Y esto hace una justicia menos r¨¢pida. Por ejemplo, en Espa?a hacemos al a?o 40 millones de comunicaciones a justiciables para que acudan a un juzgado. Esto conlleva una serie de gastos de recursos humanos y econ¨®micos para ir puerta por puerta buscando a una persona demanda. Esto tiene que suprimirse e introducirse lo que yo llamo el domicilio electr¨®nico, para comunicarle esas resoluciones.
P. La percepci¨®n de los ciudadanos del sistema judicial es negativa. ?C¨®mo se puede revertir esa situaci¨®n?
R. Esta es nuestra aspiraci¨®n. Pero tambi¨¦n es evidente que los grupos pol¨ªticos tienen que llegar a un aut¨¦ntico pacto de Estado sobre la Justicia. Porque sin una justicia r¨¢pida y eficaz el Estado de Derecho se resquebraja.
P. Uno de sus caballos de batalla ha sido la lucha contra la violencia de g¨¦nero y la reeducaci¨®n de los maltratadores. ?Tiene prevista alguna novedad en este terreno?
R. Hemos abierto una puerta nueva, la reeducaci¨®n sin denuncia previa con el programa Preventia. Nos hemos dado cuenta de que hay mujeres que, por determinadas circunstancias, no quieren denunciar, pero siguen siendo maltratadas y as¨ª nos lo comunican. Las estad¨ªsticas nos dicen que hay un 70% de mujeres que no denuncia a su agresor. La Administraci¨®n no es lo suficientemente incisiva para convencerlas.
P. La lista de v¨ªctimas por violencia machista no para de crecer. ?Es una cuesti¨®n de legislaci¨®n o un problema de la sociedad en general?
R. El problema es que desde 1999 se han aprobado leyes, nuevos protocolos, reglamentos y los juzgados de violencia de g¨¦nero que est¨¢n funcionado muy bien, pero, en paralelo, se ha producido un excesivo crecimiento de la violencia en el seno de la sociedad espa?ola, tanto entre los aut¨®ctonos como entre la colonia extranjera. Se ha producido lo que podr¨ªamos llamar una globalizaci¨®n de la violencia, dom¨¦stica, de g¨¦nero, escolar, vial, en los centros m¨¦dicos y hospitalarios. La exageraci¨®n de la violencia, tambi¨¦n acentuada por la crisis econ¨®mica, nos ha impedido ser m¨¢s eficaces.
P. En Alicante, al colapso general de los juzgados se han unido en los ¨²ltimos a?os los grandes sumarios vinculados a la corrupci¨®n. ?Es posible realizar una buena instrucci¨®n de estos casos y al mismo tiempo llevar el d¨ªa a d¨ªa del juzgado?
R. Es pr¨¢cticamente una utop¨ªa. Soy partidario, y lo llevo repitiendo desde hace tiempo, de que los casos de delincuencia organizada y corrupci¨®n se deber¨ªan seguir por jueces especializados. Si tenemos un fiscal especializado y una Polic¨ªa tambi¨¦n espec¨ªfica para estos asuntos, ?por qu¨¦ no hay tambi¨¦n jueces especializados?
P. La sociedad alicantina observa c¨®mo en los ¨²ltimos a?os afloran los sumarios por supuestos casos de corrupci¨®n y hasta la legalidad de la gesti¨®n de la intervenida Caja Mediterr¨¢neo (CAM) est¨¢ en cuesti¨®n. ?Qu¨¦ opina de este proceso?
R. Los tribunales estamos para tramitar los asuntos que se presentan. Pero no es bueno que una instituci¨®n como la CAM haya llegado a esa situaci¨®n, porque la imagen, sobre todo fuera, no es muy positiva. Yo hubiera preferido que la situaci¨®n hubiera sido distinta, porque la imagen es negativa.
P. ?Ha sentido o recibido presiones pol¨ªticas vinculadas a los casos de corrupci¨®n?
R. No. En absoluto. Los pol¨ªticos saben perfectamente que el poder judicial es independiente.
P. ?Considera ¨¦tico que un pol¨ªtico imputado formalmente siga en el cargo?
R. Es un tema que no nos corresponde a los jueces. Es una decisi¨®n, si la imputaci¨®n es sin¨®nimo de condena o no, que compete exclusivamente a los pol¨ªticos. Lo importante es que hay un anteproyecto en la reforma de la Ley de Enjuiciamiento que iba a regular la figura del imputado en un proceso penal e introducir el tipo de investigado. Y, por tanto, optar por la figura de la imputaci¨®n cuando ya hay una serie de indicios suficientes y concluyentes.
P. ?Est¨¢ preparado el sistema judicial para afrontar ese reto de la delincuencia generada a la sombra de las nuevas tecnolog¨ªas?
R. Ese es nuestro deseo. Pero el problema estriba en que no hay una regulaci¨®n de Internet. Hay mucha delincuencia inform¨¢tica, por ejemplo estafas o prostituci¨®n, pornograf¨ªa infantil. Y hay otro problema a?adido, el de los servidores, que cuando existe la comisi¨®n de un hecho delictivo esperan a que intervengan los tribunales. Es necesaria una regulaci¨®n m¨¢s incisiva e implicar a los servidores de Internet para cerrar los portales desde donde se delinque o injuria.
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