30 a?os
En la historia de Espa?a no ha habido ninguna rebeli¨®n popular contra un Gobierno establecido que haya sido capaz de imponerse y traducirse posteriormente en norma jur¨ªdica. Eso es lo que aport¨® el proceso de constituci¨®n de Andaluc¨ªa como comunidad aut¨®noma mediante el art¨ªculo 151 de la Constituci¨®n. Hubo un primer momento de rebeli¨®n contra el intento del Gobierno de la naci¨®n de que ¨²nicamente los territorios que hab¨ªan plebiscitado Estatutos de Autonom¨ªa durante la II Rep¨²blica se constituyeran en comunidades aut¨®nomas por esa v¨ªa y ese momento de rebeli¨®n se expres¨® en el resultado del refer¨¦ndum del 28-F de 1980.
Si solamente hubiera habido ese momento de rebeli¨®n, el 28-F no habr¨ªa acabado siendo el 28-F que todos los andaluces celebramos como fiesta de nuestra comunidad aut¨®noma. Ese momento de rebeli¨®n fue importante y se convirti¨® en lo que es, porque despu¨¦s vino el 20 de octubre de 1981 y se consigui¨® convertir la energ¨ªa del 28-F en ejercicio real y efectivo del derecho a la autonom¨ªa. Sin el 28-F de 1980, no hubi¨¦ramos tenido 20-O de 1981. Pero, sin el 20-O de 1981, el 28-F de 1980 hubiera sido una nota a pie de p¨¢gina en los libros de historia.
Esto merece ser recordado. El 20-O de 1981, Andaluc¨ªa empez¨® a existir como unidad pol¨ªtica en Espa?a. La unidad pol¨ªtica de Andaluc¨ªa es un resultado del ejercicio real y efectivo del derecho a la autonom¨ªa. Sin el ejercicio de dicho derecho Andaluc¨ªa estar¨ªa tan desarticulada internamente como lo hab¨ªa estado a lo largo de toda la historia de Espa?a.
Ha sido, adem¨¢s, el ejercicio de un derecho que se ha prolongado durante 30 a?os sin interrupci¨®n. Y en el que se han conseguido muchas cosas. La m¨¢s decisiva que la comunidad aut¨®noma se haya convertido en el punto de referencia m¨¢s importante para la vida cotidiana de los andaluces. A los alumnos les suelo decir que, si reflexionan sobre lo que han sido sus vidas hasta el momento de haber iniciado sus estudios universitarios, advertir¨¢n que para ellos el Estado, lo que tradicionalmente se ha considerado el Estado, ha sido la Junta de Andaluc¨ªa. Nacieron en hospitales integrados en el Servicio Andaluz de Salud, se han educado en escuelas e institutos e inician sus estudios universitarios en universidades gestionadas por la comunidad aut¨®noma, transitan por carreteras de titularidad andaluza y as¨ª sucesivamente. En 30 a?os, un poder artificial, creado pr¨¢cticamente de la nada, se ha convertido en el punto de referencia m¨¢s importante de la vida ciudadana.
El car¨¢cter del Estado espa?ol como un Estado social y democr¨¢tico de derecho descansa no de manera exclusiva, pero s¨ª de manera fundamental, en el ejercicio real y efectivo del derecho a la autonom¨ªa de las comunidades aut¨®nomas. Esto es lo que se institucionaliz¨® en Andaluc¨ªa con el refer¨¦ndum del 20-O de 1981. Y como consecuencia de que ocurri¨® en Andaluc¨ªa, acab¨® ocurriendo en todas las comunidades aut¨®nomas que se constituyeron por el art¨ªculo 143 de la Constituci¨®n.
Justamente por eso, la crisis econ¨®mica est¨¢ afectando con tanta intensidad al ejercicio del derecho a la autonom¨ªa. El componente del gasto social es muy superior en las comunidades aut¨®nomas que en el Estado. Son las comunidades aut¨®nomas las que gestionan la sanidad o la educaci¨®n y las que tienen que tomar decisiones sobre la prestaci¨®n de tales servicios. De ah¨ª que el prestigio de la instancia auton¨®mica de nuestra compleja f¨®rmula de gobierno se est¨¦ resintiendo en estos ¨²ltimos a?os de la forma en que lo est¨¢ haciendo. Pero tambi¨¦n nos sirve para recordar la importancia de la pol¨ªtica, porque no en todas partes se est¨¢n tomando las mismas decisiones.
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