La ¨²ltima herencia del franquismo
ETA anuncia el cese definitivo de su actividad armada. ETA no anuncia su disoluci¨®n y deja una frase inquietante: la apelaci¨®n al di¨¢logo para "la superaci¨®n de la confrontaci¨®n armada". ETA no tiene una sola palabra para las v¨ªctimas. ETA dedica varios p¨¢rrafos a una miserable autojustificaci¨®n. Con este texto es leg¨ªtimo decir, con todas las cautelas del caso, que ETA ha puesto a fin a 43 a?os de terrorismo. Es un acontecimiento: una de las noticias m¨¢s esperadas de la democracia espa?ola, que abre un nuevo tiempo en el Pa¨ªs Vasco. La disoluci¨®n definitiva de la organizaci¨®n queda probablemente para m¨¢s adelante, quiz¨¢s para las vigilias de las pr¨®ximas elecciones vascas. Al leer el comunicado me ha acordado de unas palabras de Jorge Sempr¨²n: "ETA es una de las ¨²ltimas herencias que nos quedan del franquismo".
Nacida en la dictadura, ETA nunca fue capaz de entender que hab¨ªamos entrado en democracia. Y as¨ª se labr¨® un gran entuerto de la transici¨®n, que condicion¨® y lastr¨® la lucha contra el terrorismo. Aunque discrep¨¢ramos de sus m¨¦todos, nos hab¨ªamos cre¨ªdo que ETA luchaba por la democracia. No era cierto. Los partidos pol¨ªticos que ven¨ªan de la resistencia, buena parte de la opini¨®n p¨²blica, e incluso gente de UCD, pens¨®, porque era de pura l¨®gica democr¨¢tica, que muerto Franco, liquidado el franquismo, ETA lo dejar¨ªa. Result¨® no ser as¨ª, porque la democracia no era el objetivo de ETA. Se empez¨® a comprender cuando ETApm abandono las armas y el resto de la organizaci¨®n no sigui¨®. Pero se tard¨® demasiado en disipar aquel malentendido, aquella creencia equivocada. Quiz¨¢s este retraso fue decisivo para que la historia del terrorismo haya durado tanto tiempo.
ETA llevaba ya tiempo fuera del mundo. El terrorismo europeo tanto el de extrema izquierda como el identitario y el de extrema derecha han ido desapareciendo. ETA era, desde hace tiempo, una antigualla en un mundo muy sensibilizado por la lucha contra el terrorismo internacional. ETA hab¨ªa entrado en un callej¨®n sin salida, la presi¨®n policial garantizaba que cualquier activista acababa en la c¨¢rcel. Hubo un tiempo que ca¨ªan despu¨¦s de los atentados, en los ¨²ltimos a?os les deten¨ªan incluso antes de cometerlos.
Cada vez era m¨¢s evidente que ETA era un lastre incluso para los suyos. La sociedad le aisl¨®. El acorralamiento policial la asfixi¨®. El contexto internacional le dej¨® sin escapatoria. Ya solo falta el ¨²ltimo episodio, la disoluci¨®n. Ya podemos decir que la transici¨®n en el Pa¨ªs Vasco ha terminado, se abren las puertas a la normalidad democr¨¢tica que la anomal¨ªa terrorista hab¨ªa hecho imposible.
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