ETA pone fin a 43 a?os de terror
La ruptura de la tregua con el atentado en la T-4 de Barajas desencaden¨® el distanciamiento con la izquierda 'abertzale' - El acoso pol¨ªtico, policial y judicial descabez¨® a la banda en varias ocasiones y dej¨® bajo m¨ªnimos su estructura
ETA puso ayer fin a 43 a?os de terrorismo con 829 v¨ªctimas mortales. La banda anunci¨® a las siete de la tarde a trav¨¦s del diario Gara el "cese definitivo de la actividad armada" sin poner condiciones. El comunicado se limita a solicitar un di¨¢logo con el Gobierno para resolver las "consecuencias del conflicto", esto es, la situaci¨®n de sus presos y clandestinos. Con este comunicado responde a la petici¨®n que el pasado lunes le hicieron seis personalidades internacionales en una conferencia en San Sebasti¨¢n y el martes la izquierda abertzale.
Pero el comunicado de ETA es m¨¢s preciso y claro que el emitido el lunes por la Conferencia de San Sebasti¨¢n. En dicho texto aparec¨ªan sugerencias, como la constituci¨®n de una mesa de partidos y de una consulta, que ETA no recoge en su texto. Con ello ETA env¨ªa un mensaje claro y es que no se va a convertir en tutor pol¨ªtico de nada. Solo se va a ocupar del futuro de sus presos. Por eso no habla de disoluci¨®n.
El comunicado de la banda es m¨¢s determinante que el de la Conferencia
La organizaci¨®n deja la violencia sin que el Estado haga cesiones pol¨ªticas
La banda env¨ªa el mensaje de que no ser¨¢ el tutor pol¨ªtico de los 'abertzales'
Inicialmente, los etarras pensaban esperar al Gobierno que saliera del 20-N
El proceso ha seguido una liturgia de pasos medidos desde 2009
Los golpes policiales tras la tregua acabaron con casi todos los 'comandos'
Esto no s¨®lo le da un valor in¨¦dito al comunicado de ETA. Tambi¨¦n hist¨®rico porque responde a lo que le han pedido los partidos desde la constituci¨®n de la democracia.
El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, le dio rango hist¨®rico al final de ETA. Lo mismo hizo el ex ministro del Interior y candidato socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. En una breve intervenci¨®n en La Moncloa, Zapatero, en tono emocionado, atribuy¨® el final de ETA al esfuerzo de todos los gobiernos democr¨¢ticos, a las Fuerzas de Seguridad, a la colaboraci¨®n internacional, especialmente la francesa; a la unidad de los partidos y a la sociedad espa?ola, con un recuerdo especial para las 829 v¨ªctimas de ETA en estos 43 a?os.
Rubalcaba apunt¨®, adem¨¢s, que ser¨¢ el pr¨®ximo Gobierno el que gestione la soluci¨®n para los presos y clandestinos y para ello apel¨® a la unidad entre los partidos democr¨¢ticos.
El l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, valor¨® positivamente el cese de la violencia etarra y atribuy¨® su final a la presi¨®n pol¨ªtica, judicial, social, lo que juzg¨® como un triunfo del Estado de derecho.
La suma de los factores a los que se refirieron Zapatero, Rubalcaba y Rajoy es la que ha propiciado que en el ¨²ltimo tramo de la larga lucha contra el terrorismo, el anterior brazo pol¨ªtico de ETA, la izquierda abertzale, acuciada por la presi¨®n policial, judicial y social se volviera contra la banda terrorista y acelerara el final del terrorismo que ayer se consum¨® con el comunicado.
As¨ª, el pasado 7 de julio, el l¨ªder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, admiti¨® en su alegato en la Audiencia Nacional -que le conden¨® a diez a?os de c¨¢rcel por colaboraci¨®n con banda armada- que el atentado de la T-4 de Barajas marc¨® el origen del distanciamiento con la banda terrorista de su brazo pol¨ªtico y de s¨ª mismo. Ese atentado se produjo el 30 de diciembre de 2006, y con ¨¦l ETA rompi¨® la anterior tregua.
El alejamiento de la izquierda abertzale, como consecuencia de la ruptura de ese proceso de paz ha sido el factor determinante que ha acelerado el final de la banda terrorista, materializado con el anuncio, ayer, del cese definitivo de su actividad armada.
Ese ha sido el ¨²ltimo y definitivo factor que ha contribuido a acabar con m¨¢s de 40 a?os de terrorismo etarra, aunque para diciembre de 2006 ETA ya sufr¨ªa un notable acoso policial, judicial, pol¨ªtico y social. Otegi reconoci¨® en su alegato en la Audiencia, que la izquierda abertzale rechazaba el terrorismo porque la sociedad vasca ya no lo toleraba.
Pero para llegar hasta ah¨ª, hasta ese rechazo social en Euskadi que ha obligado a la izquierda abertzale a reclamar a ETA su final, la lucha contra el terrorismo ha cubierto una larga marcha, muy lenta en sus primeros treinta a?os, a paso acelerado desde el 2006 y muy acelerada en los ¨²ltimos dos a?os.
La ruptura del proceso de di¨¢logo entre el Gobierno y ETA, con el atentado de la T-4, es el punto de inflexi¨®n que marca la aceleraci¨®n del final de ETA.
Zapatero y Rubalcaba abordaron aquel proceso con una doble intenci¨®n. Trataron de lograr una paz negociada, agotando todas las posibilidades de di¨¢logo con la banda terrorista que los pactos entre los partidos democr¨¢ticos toleraban, como el de Ajuria Enea de 1988. Esto es, se trataba de separar la negociaci¨®n entre Gobierno y ETA -limitada a paz por presos- de la pol¨ªtica -que deber¨ªa ser asumida por los partidos-.
En caso de que fracasara el proceso de di¨¢logo, en el que desempe?¨® un papel crucial, Jes¨²s Eguiguren, el plan B del Gobierno consist¨ªa en poner en evidencia a ETA como responsable de su ruptura para que saliera m¨¢s debilitada del proceso de lo que entr¨®.
Zapatero pens¨® que el proceso de di¨¢logo saldr¨ªa adelante porque cuando ETA lleg¨® a ¨¦l, llevaba tres a?os sin matar y hab¨ªa recibido importantes golpes de unas Fuerzas de Seguridad cada vez m¨¢s profesionalizadas, el ¨²ltimo de ellos con la detenci¨®n en octubre de 2004 de su principal l¨ªder desde los a?os noventa, Mikel Antza. Adem¨¢s, la izquierda abertzale estaba en la ilegalidad por la aplicaci¨®n de la Ley de Partidos, que entr¨® en vigor en 2003, y contaba un rechazo social ya considerable por la unidad de los partidos democr¨¢ticos vascos, nacionalistas y no nacionalistas, y por la potencia movilizadora de las organizaciones sociales vascas contra ETA.
Esta marea hab¨ªa ido creciendo poco a poco desde el Pacto de Ajuria Enea, de 1988, primer hito importante en la pol¨ªtica antiterrorista al iniciar la deslegitimaci¨®n social de ETA por la movilizaci¨®n callejera y la unidad entre nacionalistas y no nacionalistas.
Adem¨¢s, para cuando se celebr¨® el proceso de di¨¢logo en 2006, ETA ya ten¨ªa un contexto internacional muy desfavorable, con el terrorismo de Al Qaeda en el centro de la escena y con el IRA, la ¨²nica banda terrorista europea adem¨¢s de ETA, en su retirada final.
Con el fracaso del proceso de di¨¢logo, el Gobierno logr¨®, al responsabilizar a ETA de su ruptura, el aislamiento internacional de la banda. Con esa oportunidad perdida por ETA ning¨²n pa¨ªs iba a pedir al Gobierno, como suced¨ªa hasta entonces, que acabara con la banda mediante el di¨¢logo. Lo que se tradujo en una mayor intensidad en la colaboraci¨®n contra ETA.
Asimismo, el Gobierno, al contrario de anteriores treguas, no baj¨® la guardia en el seguimiento de los terroristas. En el verano de 2008, poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s de que ETA rompiera la tregua, los golpes policiales hab¨ªan puesto fuera de combate a los cinco comandos que ten¨ªa preparados para atentar. La cifra de v¨ªctimas fue de 11, la quinta parte de las que hubo tras la ruptura de la anterior tregua, la de 1998.
En el fin de ETA han sido cruciales el papel de las Fuerzas de Seguridad, la colaboraci¨®n internacional, la movilizaci¨®n social y la unidad de los partidos. Con ser muy importantes la suma de todos estos factores para explicar el final de ETA, el definitivo fue el alejamiento de la izquierda abertzale de la banda, especialmente tras el atentado de la T-4. En este sentido, hay que resaltar c¨®mo el temple de Zapatero y Rubalcaba permiti¨® hacer de aquel fracaso t¨¢ctico, un acierto estrat¨¦gico. Y eso que contaron con la dura oposici¨®n de la derecha medi¨¢tica y del PP.
Todo empez¨® con la ruptura de la tregua, en junio de 2007, cuando Otegi fue encarcelado. Desde la prisi¨®n abri¨® un proceso de reflexi¨®n, con numerosas consultas con los partidos nacionalistas, y perge?¨® un proyecto de polo soberanista, de unidad de los partidos independentistas vascos, utilizando solo medios pac¨ªficos y pol¨ªticos. Su proyecto se daba de bruces con ETA, que reinici¨® la actividad terrorista, con 11 asesinatos desde la ruptura de la tregua hasta julio de 2009, en que se produjo el ¨²ltimo.
El precio que pag¨® ETA por su regreso al terrorismo fue alt¨ªsimo. En un a?o cayeron todos sus comandos activos y cuatro c¨²pulas dirigentes fueron detenidas en tan solo dos. El acoso policial era absoluto.
Otegi, respaldado por Rufi Etxeberria y Rafael D¨ªez Usabiaga, apost¨® decididamente por el proyecto de polo soberanista. En noviembre de 2009, con Otegi encarcelado de nuevo, la izquierda abertzale presenta en Alsasua y Venecia el documento Zutik Euskalherria, que recoge su apuesta exclusiva por v¨ªas pol¨ªticas y pac¨ªficas. Lo llevan a debate en sus bases y, en febrero de 2010, la izquierda abertzale aprueba por un 80% frente a un 20% el rechazo a la violencia.
Este hecho marca un hito en el llamado Movimiento de Liberaci¨®n Nacional Vasco y Rufi Etxeberria se adelanta a reclamar a ETA a que se pliegue a la petici¨®n de las bases de la izquierda abertzale por una votaci¨®n democr¨¢tica que le obliga.
A partir de ah¨ª, de febrero de 2010, la izquierda abertzale inicia una administraci¨®n de los tiempos para convencer a ETA a que cese la violencia. Y lo hace a trav¨¦s de una liturgia para la que cuentan con el abogado surafricano Brian Currin, mediador en los conflictos irland¨¦s y sudafricano, y al que tambi¨¦n hab¨ªa recurrido la izquierda abertzale como asesor en el proceso de paz de 2006.
En marzo de 2010, Currin logra que varios premios Nobel de la Paz, irlandeses y sudafricanos, reclamen a ETA una tregua permanente y verificable, en lo que se ha denominado la Declaraci¨®n de Bruselas. ETA tarda en responder seis meses. Lo hace finalmente con un compromiso de cese de su actividad violenta sin m¨¢s.
En septiembre, la izquierda abertzale, acompa?ada de Eusko Alkartasuna y Aralar, promueve una declaraci¨®n, en Gernika, en la que reclama a ETA una tregua permanente y verificable. En enero de 2011 responde a la Declaraci¨®n de Bruselas y a la de Gernika con la declaraci¨®n de tregua permanente y verificable que le ped¨ªan.
La liturgia de pasos medidos sigue en febrero de 2011, en que la izquierda abertzale sorprende con la presentaci¨®n de los estatutos de un nuevo partido, Sortu, en los que rechaza expresamente la violencia de ETA y plantea el reconocimiento de todas las v¨ªctimas del terrorismo.
En mayo recupera la presencia institucional en Ayuntamientos y diputaciones, a trav¨¦s de la coalici¨®n Bildu, en que se plasma el polo soberanista de Otegi. Bildu obtiene el mejor resultado hist¨®rico de la izquierda abertzale, con el 25% de los votos.
A partir de ah¨ª, la izquierda abertzale se impone sobre ETA. "La decisi¨®n de ETA ya est¨¢ tomada", dice Rufi Etxeberria, Y todo se acelera. En un primer momento, la izquierda abertzale, cuando Zapatero anuncia el adelanto electoral al 20 de noviembre, opta por esperar a la llegada de un nuevo Gobierno para dar m¨¢s pasos.
Finalmente, y animada, entre otros, por el PNV, decide montar la escenograf¨ªa para preparar el anuncio de ETA de cese definitivo de las armas. El argumento es que conviene avanzar lo suficiente en el proceso para que el nuevo Gobierno tenga muy dif¨ªcil la marcha atr¨¢s.
La izquierda abertzale recurre al movimiento social Lokarri y al Grupo Internacional de Contacto, de Currin, para que organicen una Conferencia Internacional en San Sebasti¨¢n.
Previamente, escenifica dos nuevos gestos: la disoluci¨®n de Ekin, los comisarios pol¨ªticos de ETA, y la suscripci¨®n por parte del colectivo de presos de la banda de la declaraci¨®n de Gernika, de septiembre de 2010.
Lokarri y el Grupo Internacional de Contacto consiguen reunir a seis personalidades internacionales -el exsecretario general de la ONU Kofi Annan; los ex primeros ministros de Irlanda Y Noruega Bertie Ahern y Gro Harlem Brutland; el exministro franc¨¦s de Interior Pierre Joxe; un exjefe de Gabinete de Tony Blair, Jonathan Powell, y el l¨ªder del Sinn Fein, Gerry Adams- para que se dirijan a ETA y reclamarles el cese definitivo de la violencia a cambio de medidas a favor de los presos as¨ª como una serie de sugerencias, que no condiciones, a los gobiernos espa?ol y franc¨¦s.
El acto se escenifica en una Conferencia Internacional en San Sebasti¨¢n el pasado 17 de octubre. Al d¨ªa siguiente, la izquierda abertzale se suma a la reclamaci¨®n de la Conferencia a ETA. La conferencia es la ¨²ltima pista de aterrizaje para que ETA anuncie el cese definitivo.
Extracto de la declaraci¨®n del presidente Zapatero
- "Durante demasiados a?os hemos sufrido y combatido el terror. Lo hemos hecho hasta lograr que la raz¨®n democr¨¢tica se abriera camino de un modo definitivo. Ha sido posible gracias a la determinaci¨®n de acabar con la violencia mostrada por todos y cada uno, todos y cada uno, de los gobiernos democr¨¢ticos y sus presidentes. Creo de justicia recordar el trabajo de los ministros del Interior y, en particular, el de quienes me han acompa?ado en esta etapa final. Ha sido posible gracias a la acci¨®n tenaz y eficaz de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de la Polic¨ªa y de la Guardia Civil, cuyo sacrificio y generosa entrega (...) les ha costado tantas veces su vida. (...) Ha sido posible, tambi¨¦n, gracias a la colaboraci¨®n de Francia y sus autoridades, con quienes hemos contra¨ªdo una perpetua deuda de gratitud y solidaridad. La amistad con Espa?a del presidente Sarkozy ha sido determinante. (...) Y ha sido posible, sobre todo, gracias al temple y a la firmeza de la sociedad espa?ola, guiada por la referencia segura del Estado de derecho, que hoy, definitivamente y sin condiciones, triunfa. (...) La nuestra ser¨¢ una democracia sin terrorismo pero no una democracia sin memoria. La memoria de las v¨ªctimas, de cada una de las 829 v¨ªctimas mortales y sus familias, de tantos heridos que padecieron el aborrecible golpe del terror, nos acompa?ar¨¢ siempre. (...) Pienso, en particular, en la sociedad vasca. Tengo la convicci¨®n de que de ahora, disfrutar¨¢, al fin, de una convivencia no anudada al miedo o a la intimidaci¨®n. (...)
Con la contenci¨®n a que nos obliga la historia, vivamos, hoy, la leg¨ªtima satisfacci¨®n por la victoria de la democracia, de la ley, de la raz¨®n".
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