Nunca anunciar¨¢ su disoluci¨®n
La estrategia es ya meridianamente clara: ETA nunca anunciar¨¢ su disoluci¨®n y la izquierda abertzale, sea cual fuere el nombre con que se bautice y rebautice, nunca permitir¨¢ que nadie se beneficie del fin de lo que continuar¨¢ siendo su brazo armado por un periodo de tiempo tan indefinido como se anuncia definitivo el cese de la actividad armada, ¨²ltimo eufemismo para designar los delitos de terrorismo. Ha sido una estrategia tenaz y cuidadosamente dise?ada por pol¨ªticos muy dotados para mantener en cada paso la iniciativa, sembrando a su alrededor el desconcierto y la divisi¨®n, mientras acopiaban, en el mercado internacional de resoluci¨®n de conflictos, suficientes apoyos para situar las futuras negociaciones en el marco de una "confrontaci¨®n armada". Que todo el documento plagie en su l¨¦xico y en su sintaxis de la manera m¨¢s descarada el comunicado final del encuentro de sedicentes mediadores internacionales prueba bien que, adem¨¢s de ser muy h¨¢biles pol¨ªticos, la izquierda abertzale ha aprendido el arte de la representaci¨®n, domina la comunicaci¨®n medi¨¢tica y es maestra en la nueva especialidad de construir relatos, de contar historias: han sabido convertir una derrota, evidente en el cese obligado del recurso al terror, en un ¨¦xito, evidente en su, de momento, irresistible ascenso electoral.
ETA no solo no se disuelve, sino que se ofrece a negociar la "confrontaci¨®n armada"
Con el objetivo de administrar la euforia y mantener el entusiasmo que habr¨¢ de impulsar nuevos avances electorales, ETA no solo no se disuelve, sino que anuncia su intenci¨®n de seguir las recomendaciones de quienes, m¨¢s que mediadores, han resultado ser heraldos y altavoces de la estrategia de la izquierda abertzale, y se ofrece, pues, a iniciar conversaciones con los gobiernos espa?ol y franc¨¦s para llevar a cabo lo que ya hab¨ªa anunciado por medio de sus valedores internacionales: negociar las condiciones de "superaci¨®n de la confrontaci¨®n armada". Lo cual quiere decir dos cosas: una, que ETA da por supuesto que la confrontaci¨®n armada no est¨¢ superada, que no es hora de anunciar su disoluci¨®n; dos, que para superarla ser¨¢ necesario abrir un proceso de di¨¢logo directo, esto es, que ETA sea reconocida como interlocutor v¨¢lido de una negociaci¨®n pol¨ªtica que implique a los gobiernos espa?ol y franc¨¦s con vistas a la "resoluci¨®n del conflicto".
Y por ¨²ltimo, habr¨¢ que tomar nota de que ETA coincide plenamente con la izquierda abertzale en la convicci¨®n de que, mientras dura el proceso, no toca, no ya hablar, ni siquiera mencionar a las v¨ªctimas de su larga actividad criminal.
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