El camello del 'foie'

California va a prohibir el consumo de foie-gras. Dicen que es por el trato cruel que reciben patos y ocas para que su h¨ªgado se vuelva cirr¨®tico. Parpadean los neones de una California sin pat¨¦. En las calles de Los ?ngeles, el camello del foie ofrecer¨¢ piezas de h¨ªgado ocultas en el maletero del coche y la mercanc¨ªa se cambiar¨¢ por dinero en un portal oscuro para burlar las patrullas de la Brigada de Investigaci¨®n de los Cr¨ªmenes contra ?nades (BICA, en ingl¨¦s ACIB); los camiones con tarrinas de pat¨¦ cruzar¨¢n la frontera del Estado y viajar¨¢n hasta almacenes clandestinos en San Francisco; en las org¨ªas de Charlie Sheen todos se untar¨¢n con pat¨¦ a las finas hierbas y acabar¨¢n en comisar¨ªa por alboroto; en San Diego, los infiltrados de la ACIB en las bandas de traficantes de h¨ªgado perseguir¨¢n a toda velocidad en Ford Mustang a los capos del tr¨¢fico y Duck O'Bannion y Al Grease Costrone tendr¨¢n el monopolio de la importaci¨®n clandestina de foie en la Costa Oeste. Una epopeya que acabar¨¢ en pel¨ªculas tipo Donald Connection. Contra el imperio de la oca.

No se excitaba tanto Hollywood con el contrabando desde que Marlon Brando, obligado a adelgazar por el estudio, contrat¨® a un camello de hamburguesas que le arrojaba los env¨ªos por encima de la verja de la mansi¨®n. Los visitantes iban pisando cajas de Burger y McDonald's desde la puerta exterior hasta la entrada de la casa. Aunque, por desgracia, la rastrera realidad impondr¨¢ su tiran¨ªa. Ni capos, ni pel¨ªculas ni vamps del pat¨¦ de campa?a. El foie subir¨¢ de precio y los californianos foieadictos lo comprar¨¢n por Internet o viajar¨¢n hasta los restaurantes de Seattle o Las Vegas. Y ah¨ª puede acabar todo.

Pero los inversores m¨¢s avispados (los que no compraron los pagar¨¦s de Ruiz-Mateos) dicen que la prohibici¨®n del foie es una astuta maniobra de Arnold Schwarzenegger, el gobernador firmante, para reactivar la econom¨ªa. Despu¨¦s de consultar a insignes economistas como Putin y Abramovich, de la escuela neosiberiana, Arnie comprendi¨® que cuando los mercados blancos no funcionan hay que incentivar los mercados negros. El siguiente paso ser¨¢ declarar ilegal el T-Bone y el c¨®ctel de langostinos. Seguiremos paso a paso la estrategia de reactivaci¨®n econ¨®mica que ya envidian Bernanke y Sch?uble.