"Hay margen para compensaciones si ETA entrega las armas, que suceder¨¢"
![Natalia Junquera](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F0499e24b-c251-4104-bc13-0b5a971af817.png?auth=2798b3e3083534c62f9c6320408a1f88dc35066920f37c468db7bb731e06de9e&width=100&height=100&smart=true)
Hace 22 a?os, cuando entr¨® a trabajar por primera vez en la Audiencia Nacional, se marc¨® como "un objetivo personal" acabar con ETA. El jueves, cuando la banda anunci¨® por fin el cese definitivo de la violencia, el juez Baltasar Garz¨®n (Torres, Ja¨¦n, 1955) estaba muy lejos de aquel despacho, en Bogot¨¢ (Colombia), suspendido y a la espera de juicio por su investigaci¨®n de los cr¨ªmenes del franquismo. El que probablemente ha sido el peor enemigo de la organizaci¨®n terrorista comparti¨® con EL PA?S desde Seattle (EE UU), tambi¨¦n muy lejos de las celebraciones, su an¨¢lisis de lo que ha pasado, y de lo que queda por venir.
Pregunta. ?Qu¨¦ sinti¨® al ver el comunicado?
Respuesta. Estaba en Bogot¨¢ y sent¨ª una mezcla de alegr¨ªa contenida y de duda, porque otras veces hemos estado en situaciones similares, aunque en esta ocasi¨®n parece que la organizaci¨®n terrorista ha tomado la decisi¨®n unilateralmente, sin exigir nada. Alegr¨ªa, pero contenida, y la expectativa de que esto es el final, aunque ser¨¢ lento.
"No creo posible una escisi¨®n en la banda. Ha sido una decisi¨®n meditada"
"Los GAL dieron a los etarras una justificaci¨®n que no ten¨ªan"
"Creo que las FARC deber¨ªan aprender de este final de la violencia"
"Es penoso que en el comunicado no tengan una palabra para las v¨ªctimas"
"Bildu no es ETA. Han tomado caminos divergentes"
"Con el comunicado, record¨¦ el dolor de levantar el cad¨¢ver de Tom¨¢s y Valiente"
"Construir el final de la banda es m¨¢s dif¨ªcil que combatir el principio"
"Esta es una oportunidad ¨²nica, no es momento de salidas de tono"
P. ?Le ha dolido vivirlo tan lejos de la Audiencia Nacional?
R. Yo me siento en la Audiencia Nacional, aunque est¨¦ temporalmente suspendido, porque mis compa?eros siguen trabajando en la misma l¨ªnea y lo tendr¨¢n que seguir haciendo, porque ahora se abre una expectativa todav¨ªa no est¨¢ exenta de riesgos. Tan importante es construir el final como combatir el principio. ETA se ha dado cuenta de que no tiene sentido la violencia para perseguir ideas pol¨ªticas, y eso es lo que cuenta. Estoy muy contento de que esto se haya producido, y trabajando en ¨¢mbitos muy parecidos a los de la Audiencia. Ahora estoy en Colombia, en la misi¨®n de apoyo al proceso de paz. Creo que las FARC deber¨ªan aprender de este final de ETA.
P. ?De qui¨¦n se acord¨®? ?Ten¨ªa amigos entre las m¨¢s de 800 v¨ªctimas de la banda?
R. S¨ª. Ten¨ªa al sargento mayor de la Ertzaintza, Joseba Goikoetxea, asesinado en 1993, al que apreciaba mucho. Tuvo muy claro, desde su posici¨®n nacionalista, que el terrorismo no era el camino, luch¨® claramente y lo pag¨®. A la fiscal Carmen Tagle, cuya valent¨ªa le hicieron pagar con el asesinato. A muchas personas en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Me acord¨¦ del dolor del asesinato de Tomas y Valiente cuando levant¨¦ su cad¨¢ver en el garaje de la facultad de Derecho de la Universidad Aut¨®noma. Y del ataque contra la direcci¨®n general de la guardia civil. Vi el humo desde casa y me ech¨¦ a correr por la calle. Me vino a la mente todo lo que ha acontecido desde que en 1988 entr¨¦ en la Audiencia Nacional, cuando el final de la organizaci¨®n parec¨ªa una ilusi¨®n, hasta ahora, que es una realidad. Me acord¨¦ de todos los compa?eros, jueces, fiscales, funcionarios de la justicia. Y, por supuesto, de todas las v¨ªctimas, porque esto es un ¨¦xito suyo. Es penoso que ETA hable del dolor de sus compa?eros ca¨ªdos y no tenga ni una palabra para las v¨ªctimas. Habr¨¢ que exig¨ªrsela si aspiran a la credibilidad. Y me acord¨¦ tambi¨¦n de momentos muy dulces. Estar presente en la liberaci¨®n de Jos¨¦ Ortega Lara fue algo impresionante.
P. ?El ¨²ltimo comunicado de ETA es su final?
R. Es la primera vez que ETA da un paso de esta envergadura, y a todo ello ha precedido un tiempo importante de inactividad violenta. Ha ido recortando las acciones, incluso log¨ªsticas, y, simult¨¢neamente, el ¨¢mbito en torno a la organizaci¨®n ha ido teniendo una proyecci¨®n pol¨ªtica mucho m¨¢s importante, marcando la pauta por primera vez, como consecuencia de la debilidad del sector armado y con el Estado golpe¨¢ndoles a?o tras a?o. Perdieron la oportunidad de 2006. No les queda demasiada opci¨®n.
P. ?Por qu¨¦ cree que ETA ha tomado esta decisi¨®n ahora?
R. Por una parte, la convicci¨®n de que su acci¨®n terrorista no ha dado los ¨¦xitos que pretend¨ªan. Eso se debe a la acci¨®n firme del Estado, entendiendo por Estado a todos y cada uno de los que lo formamos. En Espa?a se ha combatido el terrorismo durante muchos a?os, pero el asesinato de Tom¨¢s y Valiente, el secuestro de Ortega Lara y el asesinato de Miguel ?ngel Blanco marcaron un punto de inflexi¨®n: la sociedad espa?ola pas¨® de la indiferencia aparente a la indignaci¨®n activa frente al terrorismo. Eso hizo que tambi¨¦n las instituciones se dieran cuenta de que ten¨ªan que dinamizar su actividad. Desde el ¨¢mbito de la justicia tuvo mucha importancia la visi¨®n global de la organizaci¨®n terrorista, no solo como grupos violentos activos, sino como todo un entramado pol¨ªtico, medi¨¢tico y financiero.
P. ?Cree posible una escisi¨®n violenta en el seno de la banda?
R. Siempre puede haber, pero creo que en esta ocasi¨®n no es posible. ETA no tiene un liderazgo muy fuerte y los l¨ªderes que le quedan est¨¢n a favor de esta decisi¨®n. No ha sido algo traum¨¢tico, ha sido algo muy meditado, muy calculado, escenificado tambi¨¦n a trav¨¦s de un discurso pol¨ªtico que se viene fraguando en el entorno de la organizaci¨®n desde hace dos a?os. ETA se ha dado cuenta de que el impulso pol¨ªtico es lo ¨²nico que vale para defender esos postulados. Ser¨¢ bastante dif¨ªcil que haya grup¨²sculos que discrepen. En todo caso, las fuerzas de seguridad no van a dejar de hacer su labor. Todos tenemos que seguir cumpliendo, pero desde una perspectiva totalmente diferente. Cuando llegue el momento, todo se tendr¨¢ que estudiar. En el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol hay margen para establecer esas pautas y esas medidas que puedan favorecer un escenario totalmente diferente. Lo importante es que todos los actores est¨¦n en la misma l¨ªnea. La situaci¨®n es lo suficientemente importante como para que no se oigan voces salidas de tono como las que desgraciadamente hemos o¨ªdo estos d¨ªas.
P. ?Y ahora qu¨¦? ?C¨®mo imagina el final de este proceso?
R. Es prematuro decirlo. La gran diferencia con situaciones anteriores es que [los etarras] abandonan definitivamente la lucha armada y no aparecen como interlocutores. No han ha exigido una negociaci¨®n en la que sean parte. Lo m¨¢s que dicen es que el Gobierno espa?ol y el franc¨¦s dialoguen para llegar a puntos que por supuesto a ellos les interesan. Es curioso, porque, en definitiva, aunque con el lenguaje cr¨ªptico que suelen utilizar, est¨¢n apelando a que funcionen la democracia y la discusi¨®n pol¨ªtica. Ahora, en la din¨¢mica de cualquier organizaci¨®n armada comienza todo un andamiaje de entrega de las armas y de situaciones colaterales en el ¨¢mbito pol¨ªtico para defender algunos de los postulados pol¨ªticos de la organizaci¨®n. Ser¨¢n el Estado, la justicia, las instituciones, las que establezcan esa pauta.
P. ?Cree que a ese proceso le quedan a?os?
R. No deber¨ªa. Pero no hay que precipitarse. El final es m¨¢s dif¨ªcil que el principio. Habr¨¢ que tener mucha unidad y asumir una pol¨ªtica integral, de Estado. Todos los grupos pol¨ªticos deben ser conscientes de que es una oportunidad ¨²nica y que la ¨¦poca de la confrontaci¨®n entre los dem¨®cratas a costa del terrorismo deber¨ªa de extender tambi¨¦n su acta de defunci¨®n.
P. ?Cu¨¢l es ese margen de actuaci¨®n que tiene el Estado de derecho a partir de ahora?
R. Lo hay en todos los momentos hist¨®ricos en que organizaciones terroristas se han enfrentado a un final no pactado, como este caso. Aqu¨ª la gran novedad es que no ha habido pacto, ninguna acci¨®n de aproximaci¨®n ni por parte del Gobierno espa?ol ni por parte de ETA. Ha sido un proceso interno el que ha llevado a la banda a tomar esa decisi¨®n, en funci¨®n de su debilidad y de la concienciaci¨®n de que cualquier acci¨®n que continuaran iba a ser contestada con firmeza. ?Qu¨¦ margen hay? Las leyes lo establecen. Habr¨¢ que diferenciar qui¨¦nes est¨¢n condenados, qui¨¦nes pendientes de juicio, qui¨¦nes en paradero desconocido y tienen que someterse a la acci¨®n de la justicia, c¨®mo y cu¨¢ndo se entregan las armas, que es lo que realmente tendr¨ªa que haber hecho ETA: entregar las armas y disolverse. Me imagino que ellos van a jugar con eso, pero creo que poco a poco esa entrega de armas suceder¨¢, dentro de la ley y marcando los distintos escenarios. En el pol¨ªtico ya est¨¢ muy claro: que defiendan las ideas dentro de las instituciones democr¨¢ticas. Y en lo judicial tendr¨¢n que someterse a las normas, que siempre se pueden modificar en funci¨®n del escenario en el que nos movamos y ante una disoluci¨®n absoluta.
P. ?Qu¨¦ tipo de normas podr¨ªan modificarse?
R. El Gobierno espa?ol y franc¨¦s tendr¨¢n que dialogar en funci¨®n de los l¨ªmites de cada uno sobre "las consecuencias del conflicto". Hay que analizar caso por caso y no se pueden dar soluciones definitivas y a priori porque no conocemos todav¨ªa qu¨¦ va a hacer la organizaci¨®n. Lo ¨²nico que ha hecho es un manifiesto de intenciones que parece que es definitivo, pero que ahora se tiene que concretar en hechos, como la entrega de las armas. A partir de ah¨ª habr¨¢ que analizar qu¨¦ tipo de beneficios se pueden otorgar a aquellos que se sometan a la ley: desde rebajarse penas a otros escenarios diferentes. Cuando ETA haga bastante m¨¢s que anunciar este inicio, entonces se podr¨¢n tomar esas otras medidas compensatorias, pero no antes.
P. ?Qu¨¦ ha supuesto ETA en su vida personal y profesional?
R. En mi vida profesional lo ha supuesto todo. Ha sido un objetivo permanente. Y personalmente ha supuesto una dedicaci¨®n por encima de todo, incluso de la propia vida, pero no me arrepiento. Lo profesional y lo personal se confunden y me siento orgulloso de haber podido participar en primera l¨ªnea durante tantos a?os de esa persecuci¨®n, de ese combate legal. Me siento feliz de estar hablando de esto y de ver el final.
P. ?Cree que los atajos al Estado de derecho, los GAL, han retrasado este final?
R. No lo s¨¦. Nunca debi¨® suceder, y cuando se tuvo que actuar desde la justicia, se hizo y simult¨¢neamente se combati¨® el terrorismo. Esa creencia de algunos de que los atajos valen, al final se convierte en algo mucho peor: se les da una justificaci¨®n que no tienen. Espa?a lo vio claro y ha avanzado en estrechar los m¨¢rgenes posibles de actuaciones fuera de la legalidad, estableciendo mecanismos que evitaran los malos tratos, torturas...
P. Usted fue el primero en decir que ETA era mucho m¨¢s que sus comandos. Que ETA era tambi¨¦n Batasuna. ?Bildu es ETA?
R. No. El Tribunal Constitucional ya ha dicho que no. Est¨¢ en las instituciones. La din¨¢mica de Bildu es diferente a la que ha habido en ocasiones anteriores, y as¨ª lo ha visto el Constitucional. Yo ya no estaba en la Audiencia Nacional, y creo que ha sido la ¨²nica ocasi¨®n en la que no ha habido una investigaci¨®n judicial penal que viera ese contenido que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos exige para que se pueda afirmar esa vinculaci¨®n. No tengo dudas de que Bildu [y ETA] han tomado caminos divergentes. Y si no fuera as¨ª o cuando se produzcan actos que acrediten lo contrario, se tendr¨¢ que actuar con la misma contundencia, pero siempre sobre pruebas, evidencias e investigaciones. Yo empec¨¦ a reunir informaci¨®n en 1989 para empezar a tomar las primeras medidas contra el entorno de la banda en 1998. Mucha gente no lo cre¨ªa, pero a partir de un determinado momento, el Ministerio del Interior, tanto Jaime Mayor Oreja, del PP, como despu¨¦s Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, todos entendieron que ese era un camino importante, y que ETA no era solo una organizaci¨®n armada.
P. ETA intent¨® matarle con una botella de co?ac envenenado. ?Qu¨¦ pens¨® cuando lo supo?
R. ?Eso cu¨¢ndo fue?... No me acuerdo. S¨ª recuerdo que hab¨ªan planeado disparar desde la calle G¨¦nova. Ten¨ªan un estudio de la posici¨®n de mi despacho y de mi sill¨®n para disparar con un arma larga. Cuando me lo dijo la polic¨ªa, les dije que continu¨¢ramos a ver si cuajaba esa posibilidad y pod¨ªamos detenerlos, pero se conoci¨® el plan y se frustr¨®. Las amenazas son nada si tienes la convicci¨®n de que haces lo que est¨¢s haciendo porque quieres. Yo siempre he estado voluntario en la Audiencia Nacional, y cuando me he ido no me he ido voluntariamente. No puedes no dar todo cuando la sociedad est¨¢ perdiendo tanto. Ser¨ªa una inmoralidad que te resguardaras, y en ese sentido nunca me han afectado ese tipo de cuestiones. Ha habido personas que han perdido mucho m¨¢s que los que a¨²n estamos aqu¨ª para contarlo.
P. ?Qu¨¦ se le pas¨® por la cabeza cuando vio las im¨¢genes de Gadafi siendo linchado por los rebeldes? ?Debi¨® haber sido as¨ª?
R. Nunca he sido partidario de que el final de un dictador y un presunto criminal sea el de ser linchado, asesinado, ejecutado, porque tampoco soy partidario de la pena de muerte. A m¨ª me hubiera gustado, como dije en su momento cuando ocurri¨® en Irak con Sadam Hussein, verle ante un tribunal, y en este caso el de La Haya, rindiendo cuentas de los cr¨ªmenes cometidos frente a sus v¨ªctimas. M¨¢xime teniendo en cuenta que durante algunos meses, antes de marcharme a Colombia, cuando estuve trabajando con el fiscal Luis Moreno Ocampo en el caso de Libia en el Tribunal Penal Internacional, vimos claramente esa incidencia criminal contra los libios. Me hubiera gustado que rindiera cuentas ante la justicia.
P. ?Est¨¢ preparado para sentarse en el banquillo?
R. Absolutamente. Lo ¨²nico que quiero es que se haga justicia, que hasta el momento no la estoy teniendo, al menos en la celeridad. Me hubiera gustado que se dieran m¨¢s prisa. Me siento y soy inocente de lo que me est¨¢n imputando. Tomen la decisi¨®n que tomen, yo voy a combatir y a defender mi sistema de trabajo y de interpretaci¨®n de la ley, porque en definitiva por eso estoy ah¨ª: por querer dar protecci¨®n a las v¨ªctimas y combatir el crimen organizado con las armas que da la ley. Ni una m¨¢s, pero ni una menos.
![El juez Baltasar Garz¨®n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZQ6E7ZC4SL423XEH4RLUT5RQUY.jpg?auth=5d4e8761a5bbd17c2e8dbcbfbe2fa516f8bf6cbca776e55b6facea5629cf6a47&width=414)
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