El orgullo de Nueva Zelanda

En un pa¨ªs en el que el rugby es m¨¢s que una religi¨®n, estar 24 a?os sin ganar un Mundial es un drama nacional. Ese es el tiempo que ha tenido que esperar la afici¨®n neozelandesa para ver a su equipo igualar en entorchados a sus dos grandes rivales, Australia y Sud¨¢frica. Los All Blacks se impusieron ayer a Francia (8-7), en Auckland, en la reedici¨®n de la primera final de la Copa del Mundo, la de 1987, la ¨²nica que hab¨ªa ganado el equipo vestido de negro. Tras un partido que el zaguero Israel Dagg defini¨® como "la tercera guerra mundial", los neozelandeses consiguieron hacer brillar su orgullo. En el duelo hab¨ªa muchos protagonistas que ten¨ªan cuentas pendientes.

"Me siento en paz", afirm¨® Graham Henry, el seleccionador neozeland¨¦s, tras la final que pon¨ªa t¨¦rmino a su periplo al frente del equipo. Un alivio comprensible porque acababan de ganar a Francia, que les elimin¨® en los cuartos de final hace cuatro a?os, traspi¨¦ que casi le cost¨® el puesto. "Los m¨¢s veteranos hab¨ªamos experimentado la dureza de la derrota", dijo el capit¨¢n, Richie McCaw, "pero aprendimos de la experiencia".

Solo Argentina e Italia parecen haber evolucionado entre la clase media

McCaw se ha convertido en este Mundial en el jugador que m¨¢s partidos oficiales ha jugado con la casaca negra (103) y vivi¨® la frustraci¨®n de las dos Copas del Mundo anteriores. Stephen Donald, que no entr¨® en el equipo hasta hace dos semanas, disput¨® 46 minutos por la lesi¨®n de Aaron Cruden y se convirti¨® en el cuarto apertura que pon¨ªa en liza el equipo oce¨¢nico en el torneo, despu¨¦s de las bajas de Dan Carter, Colin Slade y el propio Cruden. Para gozo de Donald, fue el art¨ªfice de la victoria al marcar los ¨²ltimos tres puntos. "Ha estado soberbio", dijo de ¨¦l Henry.

Los de negro, igual que hace 24 a?os, fueron muy superiores a todos sus rivales. En esta edici¨®n han sido los mejores atacantes (301 puntos a favor, incluidos 40 ensayos) y los mejores defensores, ya que han encajado solo 72 tantos. El ¨²nico equipo que realmente les ha hecho sufrir ha sido Francia. Los franceses completaron ayer su mejor partido del torneo gracias a una gran organizaci¨®n defensiva, encarnada por su capit¨¢n, Thierry Dusautoir, que, con sus 20 placajes y un ensayo, fue nombrado el mejor jugador de la final.

Pero el equipo franc¨¦s fue muy irregular durante todo el torneo. Junto a la actuaci¨®n de ayer solo complet¨® un gran partido, el de los cuartos contra Inglaterra. "Es una decepci¨®n, pero tambi¨¦n tuvimos suerte en otros partidos", reconoci¨® ayer Dusautoir. El XV del Gallo se ha convertido en esta edici¨®n del Mundial en el ¨²nico equipo en alcanzar la final tras perder dos partidos en la fase de grupos, contra Tonga (14-19) y la propia Nueva Zelanda (17-37). Adem¨¢s, tras la derrota de ayer, es la ¨²nica selecci¨®n que ha sido capaz de jugar tres finales sin ganar ninguna.

Una vez terminada la s¨¦ptima edici¨®n del Mundial en el mismo escenario que la primera, con los mismos protagonistas y los mismos vencedores, la Federaci¨®n Internacional de Rugby (IRB) debe hacer balance. Pese a los constantes cambios de normas y la profesionalizaci¨®n del deporte, los semifinalistas han sido los mismos que hace 24 a?os y, de la llamada clase media, solo Argentina e Italia parecen haber evolucionado lo suficiente para poder plantar cara a las ocho grandes (Nueva Zelanda, Australia, Sud¨¢frica, Inglaterra, Francia, Irlanda, Gales y Escocia).

Dentro de cuatro a?os, la cita ser¨¢ en Inglaterra. De nuevo, el reto de todos ser¨¢ derrotar a una Nueva Zelanda m¨¢s orgullosa que nunca.