Berlusconi estudia nuevos recortes ante la presi¨®n de los pa¨ªses de la UE
Los socios del Gobierno ponen trabas a la reforma de las pensiones - El primer ministro dice que "nadie puede dar lecciones" en Europa
Tras el rapapolvo del domingo en la cumbre de Bruselas, Silvio Berlusconi decidi¨® finalmente hacer los deberes. Pero ni as¨ª: el primer ministro italiano convoc¨® ayer a su Gobierno e intent¨® y aprobar algunas de las medidas que le exigieron Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, pero sus socios en el Gobierno se lo impidieron. Il Cavaliere est¨¢ entre la espada de Bruselas y la pared de Roma. Europa le exige reformar las pensiones, adem¨¢s de acometer de una vez medidas adicionales de ajuste, pero si lo hace la Liga Norte -un miembro clave de la coalici¨®n de Gobierno- amenaza con retirarle el apoyo y dejarlo caer. Ante el fiasco de anoche y las prisas por la cumbre de ma?ana, Berlusconi volver¨¢ hoy a reunirse con sus ministros para intentar alguna medida m¨¢gica que contente a los mercados y a sus socios en el Gobierno. Lo que es seguro es que ni Francia ni Alemania ni Europa dar¨¢n hoy saltos de alegr¨ªa: Italia no aprob¨® anoche ni una sola medida y el primer ministro asegur¨®, como respuesta a las presiones de sus socios, que en la UE "nadie est¨¢ en condiciones de dar lecciones".
La UE exige a Roma no solo recortes, sino tambi¨¦n reformas para crecer
Bruselas tuvo que desmentir rumores de un rescate inminente
El Consejo de Ministros fue incapaz de tomar ayer decisiones
El Gobierno se re¨²ne hoy de nuevo para estudiar los ajustes
La Liga Norte prefiere enfrentarse a Europa que tocar las pensiones
La crisis coincide con un momento de gran poder italiano en la UE
La zona euro negocia una soluci¨®n para la crisis en Bruselas con un ojo puesto en Atenas y el otro cada vez m¨¢s fijo en Roma. Tras el extra?o consenso acerca de Italia alcanzado por la canciller alemana Angela Merkel y el presidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy, que acab¨® con una severa reprimenda al Gobierno de Berlusconi en la cumbre del domingo, el portavoz de la Comisi¨®n Europea, Amadeu Altafaj, reclam¨® ayer al Gobierno italiano un plan "integral" de medidas "con un calendario claro y con compromisos tasados"; es decir, todo lo contrario de lo que acostumbra Il Cavaliere.
No basta con elevar la edad de jubilaci¨®n a 67 a?os. "Ese es solo un elemento de los que deben estar sobre la mesa", advirti¨® Altafaj, que reclam¨® reformas de las pensiones, judicial, del mercado laboral y un paquete de medidas adicionales con un doble objetivo: recortes y crecimiento. Bruselas empieza a corregir el tiro y ya no exige solo austeridad. "No se trata solo de consolidaci¨®n fiscal: hay que elevar el potencial de crecimiento de la econom¨ªa italiana, especialmente ahora que experimentamos una ralentizaci¨®n de la recuperaci¨®n econ¨®mica", dijo.
Italia lleva una d¨¦cada flirteando con el estancamiento, y sus problemas recientes en el mercado de deuda est¨¢n relacionados con el hecho de que la econom¨ªa transalpina ha mostrado un crecimiento m¨¢s lento que el de otros miembros de la UE en los ¨²ltimos meses. Hasta el punto de que el FMI prev¨¦ un magro avance -del 0,3%- para 2012, pero la mayor¨ªa de las casas de an¨¢lisis vaticina directamente recesi¨®n.
Cuadrar ese c¨ªrculo no parece nada f¨¢cil: por un lado Europa reclama un fuerte tijeretazo al d¨¦ficit, y eso normalmente est¨¢ asociado a un menor gasto p¨²blico y a una ralentizaci¨®n del PIB. Por otro, pide reformas a largo plazo, pero tambi¨¦n alg¨²n tipo de est¨ªmulo para apuntalar la fr¨¢gil reactivaci¨®n y evitar una reca¨ªda. Eso es, pr¨¢cticamente, pedir una cosa y su contraria.
Ese coqueteo con la recesi¨®n no es solamente italiano: el conjunto de la eurozona roza la reca¨ªda. Los indicadores de actividad vuelven a retroceder en octubre, seg¨²n los datos conocidos ayer del ¨ªndice PMI. En las ¨²ltimas semanas, el desplome de los ¨ªndices de confianza de los consumidores y las empresas, el agravamiento de la crisis financiera -con el consiguiente cierre del grifo del cr¨¦dito- y el empeoramiento de una ampl¨ªsima mayor¨ªa de los datos econ¨®micos han elevado los riesgos de recesi¨®n. Esa debilidad econ¨®mica no beneficia en nada a econom¨ªas como la italiana o la espa?ola. Aun as¨ª, Italia acapara ahora el protagonismo: "Espa?a est¨¢ fuera de la primera l¨ªnea de riesgo", volvi¨® a repetir ayer la Comisi¨®n Europea, "pero debe permanecer vigilante".
Silvio Berlusconi lo tiene realmente dif¨ªcil para salir pol¨ªticamente indemne del embate. No tiene otra salida que hacerle caso a sus socios europeos, pero si toma una de las medidas que le piden con m¨¢s insistencia -la reforma de las pensiones- entrar¨¢ en confrontaci¨®n con sus socios italianos. La Liga Norte, que le sostiene en el Gobierno pero que ha dado pruebas muy recientes de que se lo est¨¢ pensando, le advirti¨® ayer de que se opondr¨¢ radicalmente al retraso de la jubilaci¨®n. "No es posible", dijo Rosi Mauro, vicepresidenta del Senado y secretaria general del Sindicato Padano, "que cada vez que haya que poner en orden las cuentas de este pa¨ªs, la primera cosa que venga a la mente sea meter mano a las pensiones. Nosotros diremos no y, llegado el caso, estamos dispuestos a salir a la calle. Si la petici¨®n viene de Europa, a Europa de vez en cuando hay que decirle que no".
El problema es que, por la v¨ªa de los hechos, Berlusconi siempre dice no. De hecho, durante todo el d¨ªa de ayer, los medios italianos estuvieron d¨¢ndole vueltas al v¨ªdeo de la conferencia de prensa conjunta de Merkel y Sarkozy en el momento en que un periodista les pregunta si conf¨ªan en que Berlusconi cumpla sus compromisos. Antes de responder, el presidente franc¨¦s hace una pausa, mira a su colega alemana y sonr¨ªe, ella le devuelve la sonrisa c¨®mplice y Sarkozy se dirige al periodista como dici¨¦ndole: ?y usted qu¨¦ cree? Finalmente responde: "Confiamos en el sentido de responsabilidad del conjunto de las autoridades italianas, pol¨ªticas, financieras y econ¨®micas". El problema es que su sonrisa acababa de decir justo lo contrario. Con el orgullo herido, Il Cavaliere hizo p¨²blica una nota en la que se desquitaba con Merkel: "Nadie en la UE puede autodenominarse comisario y hablar en nombre de los Gobiernos elegidos y de los pueblos europeos. Nadie est¨¢ en posici¨®n de dar lecciones a sus socios".
Una paradoja final: la extrema debilidad de Italia ante sus socios europeos y las presiones en los mercados sobre la deuda del pa¨ªs llegan en un momento dorado en lo relativo a la presencia de italianos en las instituciones comunitarias. El pr¨®ximo presidente del Banco Central Europeo (BCE) -la instituci¨®n que probablemente tiene en sus manos la llave de la salida de la crisis a corto plazo- es Mario Draghi. Italia es el pa¨ªs que contar¨¢ con m¨¢s miembros en el consejo del Eurobanco: hasta tres (Draghi, Lorenzo Bini Smaghi e Ignazio Visco, nuevo gobernador del banco central italiano) . Marco Buti, director general de asuntos econ¨®micos y financieros de la Comisi¨®n Europea, es italiano. Lo mismo que Andrea Enria, presidente de la Aurtoridad Bancaria Europea (EBA), que decidir¨¢ los criterios contables de la recapitalizaci¨®n del sistema financiero. Una superabundancia en el cuadro de mando europeo que llega en el momento de m¨¢xima debilidad del pa¨ªs: la Comisi¨®n tuvo que salir ayer a desmentir que la eurozona vaya a rescatar a Italia en la cumbre del mi¨¦rcoles, una vez acordado el nuevo y potente fondo de rescate.
"Est¨¢ claro que hay gente que se pregunta si no es el momento de ofrecer ese mecanismo a Italia", dijo una fuente diplom¨¢tica a France Presse. En el momento de m¨¢xima presi¨®n para Espa?a, hace unos meses, hubo insistentes rumores sobre un eventual rescate, recogidos profusamente por la prensa alemana. Como por aquel entonces, Bruselas tuvo que salir ayer para desmentir rumores: el rescate de Italia "es pura especulaci¨®n", indicaron fuentes comunitarias a este diario a media tarde, en plena la reuni¨®n del gabinete de Berlusconi.
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