El Gobierno reclama a los cooperantes en el S¨¢hara que blinden su seguridad
El Polisario aumenta la protecci¨®n de los extranjeros en los campos de refugiados
El Gobierno espa?ol decidi¨® el domingo, despu¨¦s de pens¨¢rselo mucho, no pedir al medio centenar de cooperantes espa?oles diseminados por los campamentos de refugiados saharauis situados cerca de Tinduf (suroeste de Argelia) que salieran de all¨ª r¨¢pidamente. Opt¨®, en cambio, por enviar al c¨®nsul de Espa?a en Or¨¢n, Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez, para que les animara y les pidiera que extremen las medidas de seguridad.
El Frente Polisario, por su parte, tambi¨¦n ha reforzado la seguridad en esa porci¨®n de desierto que le cede Argelia y, en especial, en Rabuni, su centro administrativo, donde, en la noche del s¨¢bado al domingo, se produjo el triple secuestro de dos cooperantes espa?oles, Ainhoa Fern¨¢ndez de Rinc¨®n y Enric Gonyalons, y de una italiana, Rossella Urru. Gonyalons est¨¢ herido en una pierna.
Los saharauis creen que el secuestro busca privarlos de ayuda exterior
La ministra de Exteriores, Trinidad Jim¨¦nez, accedi¨® a no repatriar a los voluntarios despu¨¦s de que se lo pidiese el Polisario, al tiempo que le proporcionaba garant¨ªas de que el incremento de la seguridad impedir¨ªa que se reprodujera un golpe terrorista de esa envergadura.
Cuando, en noviembre de 2009, la rama magreb¨ª de Al Qaeda (AQMI) apres¨® a tres voluntarios catalanes al norte de la capital mauritana, el Ejecutivo espa?ol no puso en marcha la evacuaci¨®n de los cooperantes, pero s¨ª les pidi¨® que se reagruparan en las grandes ciudades de Bamako (Mal¨ª), y Nuakchot y Nuadib¨² (Mauritania). Eso supuso la paralizaci¨®n de algunos proyectos de ayuda al desarrollo y humanitaria.
En los campamentos de refugiados -el n¨²mero de estos ¨²ltimos oscila entre 90.000 y 160.000, seg¨²n las fuentes-, la retirada de los cooperantes tendr¨ªa mayores consecuencias porque su dependencia de la ayuda internacional es m¨¢s acentuada. Esa es una de las razones que han movido al Ejecutivo a no replegarles, junto a las promesas del Polisario, secundadas por Argelia.
Trinidad Jim¨¦nez, que hoy viajar¨¢ por primera vez a Rabat desde que accedi¨® al cargo hace un a?o, no descarta, sin embargo, que al final haya que repatriarlos. Hay que "estudiar qu¨¦ medidas o qu¨¦ decisiones podemos adoptar", declar¨® en M¨¢laga. Por en¨¦sima vez pidi¨® "mucha discreci¨®n y mucha prudencia" a la prensa.
El Polisario, que lucha por la independencia de la antigua colonia del S¨¢hara Occidental, considera que el triple secuestro de AQMI es diferente de los que este grupo perpetr¨® anta?o en Mauritania, N¨ªger o Mal¨ª. Sospecha que los terroristas no solo buscan un rescate, sino que persiguen una finalidad pol¨ªtica: privarlo de la ayuda exterior.
Su l¨ªder, Mohamed Abdelaziz, ha enviado una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la que asegura que "el vil acto" llevado a cabo en Rabuni pretende "intimidar a los trabajadores humanitarios extranjeros y alterar la solidaridad internacional con la causa de estos refugiados [saharauis} y privarles de asistencia humanitaria internacional".
El movimiento independentista ha lanzado sin ¨¦xito a sus fuerzas en b¨²squeda de unos terroristas de los que sospecha que huyeron hacia Mal¨ª. Aunque su representante en Argel, Brahim Ghali, acus¨® el domingo a AQMI de ser la autora del secuestro, algunos de sus responsables tienen dudas. El ministro de Exteriores del Polisario, Mohamed Salek Ould Salek, rehus¨® ayer, en una entrevista con la agencia Efe, se?alar a nadie y solo habl¨® de terroristas.
Trinidad Jim¨¦nez comparte esa prudencia. En M¨¢laga recalc¨® que era una "mera especulaci¨®n" atribuir el secuestro a la rama local de Al Qaeda. Se saldr¨¢ pronto de dudas. Esta organizaci¨®n reivindica en unos 10 d¨ªas los golpes que asesta y env¨ªa pruebas de vida de sus rehenes a trav¨¦s de determinados cauces.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.