Euskaltzaindia y Luis Villasante
Hace tiempo que Euskaltzaindia se encuentra inmersa en un proceso de actualizaci¨®n, tanto de sus objetivos como de la forma de realizarlos en un mundo como el actual. Han sido pasos significativos en este proceso la incorporaci¨®n de nuevos acad¨¦micos de honor, em¨¦ritos, de n¨²mero y correspondientes, el establecimiento de unos mecanismos de financiaci¨®n estables para la instituci¨®n y la realizaci¨®n de programas de investigaci¨®n adecuados a las exigencias de calidad hoy reconocidas y a la necesidad de incidir en la difusi¨®n social del euskera.
En realidad, en esa labor de investigaci¨®n en torno al euskera est¨¢ Euskaltzaindia desde su fundaci¨®n, hace m¨¢s de noventa a?os y en esa labor prosigue actualmente, a trav¨¦s de su Secci¨®n de Investigaci¨®n -Iker saila-, que completa, junto con la de fomento o utilizaci¨®n social de la lengua, -Jagon saila- un binomio que singulariza nuestra Academia en el conjunto de las Academias y entidades normativas de la lengua existentes en nuestro entorno cultural y ling¨¹¨ªstico.
El caser¨ªo 'Tolare' reunir¨¢ a los diferentes equipos de investigaci¨®n
Hoy en d¨ªa, no obstante, la tarea de investigaci¨®n a realizar por Euskaltzaindia en relaci¨®n a la lengua vasca ha de tener en cuenta, necesariamente, una serie de par¨¢metros, imprescindibles para que cumpla la finalidad social que cabe exigir a una instituci¨®n como Euskaltzaindia, de naturaleza consultiva oficial en lo tocante a la lengua vasca:
El primero de ellos es que esa investigaci¨®n ha de realizarse de forma coordinada con otra serie de instancias como las universidades, las industrias de la lengua, los operadores ling¨¹¨ªsticos, el sector de la ense?anza, las Administraciones p¨²blicas y, en general, con cuantos se mueven en el ¨¢mbito del euskera con id¨¦nticos afanes. Durante estos ¨²ltimos a?os, Euskaltzaindia ha ido formalizando con ellos una serie de convenios de colaboraci¨®n, con la finalidad de tejer una red social amplia que tenga como ejes el euskera y la cultura vasca.
El segundo pasa por configurar una investigaci¨®n que prime el car¨¢cter de equipo, con una serie de personas dedicadas a profundizar en los t¨¦rminos de la misma y que prosiga, por tanto, el trabajo de las individualidades que en ¨¦pocas anteriores han jugado un papel decisivo en el ¨¢mbito del euskera. Ese es otro de los retos de la Academia, que los ¨²ltimos a?os ha simultaneado, cada vez m¨¢s, el trabajo en plenos y comisiones con la constituci¨®n de equipos de investigaci¨®n en los temas que le son propios y atribuidos por sus estatutos. Equipos, adem¨¢s, cuya formaci¨®n multidisciplinar es cada vez m¨¢s valorada, dado el car¨¢cter social de la lengua, cuyo estudio exige el esfuerzo coordinado de diferentes especialistas.
El tercero pasa por aprovechar las ventajas que hoy nos ofrecen las nuevas tecnolog¨ªas, a la hora de configurar grandes corpus de informaci¨®n ling¨¹¨ªstica, que sean las bases de una adecuada normativizaci¨®n ling¨¹¨ªstica y que, a la vez, sean de indudable difusi¨®n y acceso social, revirtiendo as¨ª a la sociedad lo que ¨¦sta, a trav¨¦s de la financiaci¨®n p¨²blica de las actividades de la Academia, recibe de todos.
El cuarto pasa por una adecuada gesti¨®n de los recursos econ¨®micos y financieros de la Academia, optimizando soluciones y logrando una mayor eficacia y eficiencia en el trabajo desarrollado y una adecuada proyecci¨®n social de sus resultados, m¨¢xime en ¨¦pocas dif¨ªciles como la actual. Tambi¨¦n en este campo est¨¢ Euskaltzaindia actuando y en este momento est¨¢ poniendo en marcha un primer plan estrat¨¦gico, que adem¨¢s de darnos una radiograf¨ªa de la instituci¨®n, nos permita dotarnos de herramientas de gesti¨®n adecuadas a las actuales circunstancias.
El quinto pasa por una adecuada transferencia y socializaci¨®n del conocimiento y de los resultados de la investigaci¨®n, presupuesto ineludible para unas decisiones acertadas en materia de normativizaci¨®n de la lengua vasca y de normalizaci¨®n de su estatus en nuestra sociedad.
Para poner en pr¨¢ctica estos par¨¢metros, Euskaltzaindia dispone desde septiembre de este a?o, gracias a la concesi¨®n por parte del Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n, del uso del caser¨ªo Tolare, uso destinado a reunir bajo un mismo techo los diferentes equipos de investigaci¨®n de la Academia que trabajan en San Sebasti¨¢n, as¨ª como su delegaci¨®n territorial en Gipuzkoa, instalaci¨®n que se inaugurar¨¢ el viernes de esta semana. Todo ello ha sido posible gracias al empe?o de instituciones como este consistorio y de forma especial de Od¨®n Elorza, la Diputaci¨®n Foral de Gipuzkoa, el Gobierno de Espa?a y las diferentes instituciones p¨²blicas que sustentan la actividad de Euskaltzaindia a uno y otro lado de la frontera, tales como el Gobierno vasco, las Diputaciones Forales de ?lava, Bizkaia y Gipuzkoa, el Gobierno de Navarra, el Office Publique de la Langue Basque, los ayuntamientos de las capitales de la Comunidad Aut¨®noma Vasca, de Navarra y del Pa¨ªs Vasco-franc¨¦s y entidades privadas como la BBK, la Kutxa o Euskadiko Kutxa.
El ser trae el nombre, (izanak izena dakar), as¨ª lo decimos en euskera. Por eso, Euskaltzaindia ha decidido en su reun¨ª¨®n del pasado mes de septiembre, celebrada en Tafalla denominar a este centro de investigaci¨®n del euskera Luis Villasante, porque entiende que, adem¨¢s de honrar a quien fue su presidente y promotor del euskera unificado y de la modernizaci¨®n de la Academia, su figura fue tambi¨¦n clave en sus trabajos de investigaci¨®n. De esta forma, su recuerdo estar¨¢ cerca de otros dos grandes nombres de la cultura vasca, el de Carlos Santamar¨ªa, euskaltzain de honor, aqu¨ª al lado, titular de la Biblioteca de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, y el del euskaltzain de n¨²mero Koldo Mitxelena, titular de un centro cultural emblem¨¢tico en Donostia. Los tres, de nuevo unidos en la memoria colectiva del pa¨ªs, alrededor de aquello que siempre amaron, el euskera y la cultura vasca.
Andres Urrutia es euskaltzainburua.
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