La di¨¢lisis domiciliaria libera a los pacientes de los hospitales
El procedimiento peritoneal permite a los enfermos tratarse a s¨ª mismos
Di¨¢lisis suena a condena. A pena de hospital y m¨¢quina, tres d¨ªas en semana durante cuatro horas. Suena a dependencia y a dejar de hacer una vida normal. Quienes se someten a este tratamiento padecen una insuficiencia renal avanzada. Sus ri?ones no son capaces de filtrar qu¨¦ debe llegar a la sangre y tienen que limpiarla para sobrevivir. Suelen ser personas de edad avanzada, pero no siempre. Las hay j¨®venes que quieren seguir trabajando, viajar y moverse sin estar atados a un centro de salud. Y hace a?os que pueden. Existe una t¨¦cnica veterana y fiable, pero no demasiado implantada (algo m¨¢s de un 10% de los casos), que permite dializarse en casa, al ritmo que el paciente prefiera, con limitaciones, pero que le da mucha m¨¢s libertad que el m¨¦todo m¨¢s com¨²n.
Es posible hacer una vida normal con una dolencia renal avanzada
"Es lo m¨¢s cotidiano del mundo", asegura una paciente
El porcentaje de los que se tratan en casa apenas supera el 10% del total
"El m¨¦todo es igual de eficaz que el tradicional", dice un especialista
El tratamiento es la di¨¢lisis peritoneal. La hemodi¨¢lisis, que obliga al enfermo a acudir tres o cuatro veces por semana a un centro con el equipamiento adecuado, consiste en sacar sangre al paciente, depurarla y devolverla a su cuerpo; la peritoneal elimina las sustancias t¨®xicas introduciendo una soluci¨®n salina en el abdomen del paciente, que absorbe los componentes da?inos antes de ser desechada.
Cuando hace dos a?os le ofrecieron las dos posibilidades a Raquel Romero, lo tuvo claro. Le diagnosticaron la enfermedad renal hace 13 a?os, pero hasta 2009 no fue necesaria la di¨¢lisis. Est¨¢ a la espera de un trasplante de ri?¨®n, pero mientras tanto, a sus 37 a?os, no est¨¢ dispuesta a renunciar a una vida normal. "Trabajo y la di¨¢lisis en casa es lo m¨¢s rutinario del mundo", afirma.
El Servicio de Nefrolog¨ªa del hospital de La Paz, en Madrid, es uno de los que con m¨¢s ah¨ªnco est¨¢n promoviendo la di¨¢lisis peritoneal. Su jefe, Rafael Selgas, explica que no todos los pacientes con enfermedades renales avanzadas pueden someterse a este tratamiento. Un tercio debe recurrir a hemodi¨¢lisis, ya sea por cuestiones cl¨ªnicas o por el estado de salud previo a la enfermedad. "Si una persona es mayor y dependiente no se puede aspirar a que sea independiente en lo que se refiere a la di¨¢lisis", afirma. Entre los dos tercios restantes, alrededor de la mitad de los que acuden a su centro eligen el tratamiento domiciliario y el resto prefiere tratarse en el hospital. "Hay quien es m¨¢s refractario a llevarse a casa la enfermedad y el tratamiento por cuestiones ambientales y de familia. Pero tan eficaz es una como la otra. Los est¨¢ndares son iguales, pero la peritoneal tiene el valor a?adido de recuperaci¨®n sociolaboral y familiar. Aunque representa tambi¨¦n un peso. El paciente se tiene que cuidar a s¨ª mismo y se convierte en su propio sanitario", explica Selgas. La doctora Ana Mar¨ªa Tato Ribera, responsable de Di¨¢lisis del hospital Universitario Fundaci¨®n Alcorc¨®n, pone el ejemplo de una persona que es viuda y vive sola, que puede estar m¨¢s tranquila acudiendo cada dos d¨ªas al hospital. "Tambi¨¦n hay que tener en cuenta que es una tarea manual, que requiere cierta habilidad de la que no siempre gozan las personas mayores", a?ade.
Hay quien tiene reparos a usar los aparatos por s¨ª mismos. Pero tanto los m¨¦dicos que los recomiendan como los pacientes que los usan aseguran que son muy sencillos e indoloros. Hace falta un entrenamiento durante los primeros d¨ªas en el que un sanitario acude a casa. Pero el resto es bastante simple. Lo explica Antonio Pedro Martos, tambi¨¦n a la espera de un trasplante que se lleva demorando ya m¨¢s de dos a?os: "En el hospital te ponen un cat¨¦ter en el vientre para que puedas conectar el tubo. Est¨¢s ingresado unos d¨ªas y despu¨¦s te vas a casa al entrenamiento. Hay dos modalidades. La primera es hacerlo manual. En mi caso eran cuatro intercambios al d¨ªa durante media hora cada uno. La otra es con una peque?a m¨¢quina a la que te conectas por la noche, que dura unas ocho horas y media", cuenta. ?l cambi¨® a la nocturna por resultarle m¨¢s c¨®moda y, tras acostumbrarse -"al principio con los movimientos mientras duermes taponas los tubos y saltan alarmas cada dos por tres"-, est¨¢ m¨¢s que satisfecho con ¨¦l. "Cuando o¨ª la palabra di¨¢lisis, dije: madre m¨ªa, lo que se me viene encima. Pero en todo este tiempo no he tenido ni una baja por la di¨¢lisis", relata este inform¨¢tico.
Con esta modalidad, incluso si una noche el paciente tiene menos tiempo por llegar m¨¢s tarde a casa o madrugar m¨¢s de lo normal, hay un programa m¨¢s corto que se adapta a esta situaci¨®n. "Todo es probarlo. Si no pruebas una cosa, no sabes c¨®mo te ir¨¢, si vas a tener miedo o no. Conozco gente en hemodi¨¢lisis que se han pasado a esto otro y est¨¢n muy contentos, la vida les cambia", asegura Bego?a Hern¨¢ndez, de 50 a?os; lleva los ¨²ltimos 18 meses con di¨¢lisis domiciliaria.
El aparataje que el enfermo se tiene que llevar a casa consiste en unas bolsas del tama?o aproximado de las de los supermercados, unos tubos y una m¨¢quina del tama?o de una impresora peque?a si se hace autom¨¢ticamente por las noches. Los dos continentes est¨¢n unidos formando una Y. Uno tiene el l¨ªquido que se va introduciendo en el vientre y el otro recoge los desechos una vez filtrados.
Aunque es relativamente aparatoso, las empresas que los suministran tienen una red bastante potente que permite a los enfermos viajar. Basta que digan d¨®nde van a estar para que les suministren en ese lugar los l¨ªquidos, ya que ser¨ªa imposible transportarlos en un avi¨®n, por ejemplo. Con la hemodi¨¢lisis, los enfermos tienen muy reducida su movilidad. Aunque en Espa?a hay muchos centros para recibir el tratamiento y pueden concertarlo antes de llegar al destino, siguen atados a las m¨¢quinas. Otra opci¨®n son los viajes que organizan las asociaciones. Hay incluso cruceros que cuentan con el material necesario para recibir el tratamiento. Pero con la peritoneal todo se simplifica. El paciente es due?o de sus movimientos.
Enfermedad renal
- Unas 6.000 personas al a?o ven progresar su insuficiencia renal a un estado en el que necesitan di¨¢lisis o un trasplante de ri?¨®n, seg¨²n el Grupo de Apoyo al Desarrollo de la Di¨¢lisis Peritoneal en Espa?a.
- Cada a?o se realizan alrededor de 2.200 trasplantes renales y hay algo m¨¢s de 4.000 pacientes en lista de espera. Por motivos cl¨ªnicos, menos del 20% de los pacientes que est¨¢n en di¨¢lisis pueden acceder a un ri?¨®n. El 80% restante nunca podr¨¢ trasplantarse y tiene que estar en di¨¢lisis para sobrevivir.
- La incidencia de la enfermedad renal cr¨®nica avanzada (aquella que hace necesario un tratamiento sustitutivo renal) en Espa?a se sit¨²a en 125 pacientes por mill¨®n de habitantes.
- Aunque la incidencia se ha estabilizado en los ¨²ltimos a?os, la prevalencia ha crecido debido a la mayor supervivencia de los pacientes y al importante avance de los trasplantes.
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