Lo bueno ocurre en los rincones
En 25 a?os solo les ha guiado el amor a las canciones. Por eso Throwing Muses no son famosos, pero s¨ª necesarios
Kristin Hersh est¨¢ al otro lado del tel¨¦fono en Bruselas, pero dice que apenas sabe d¨®nde est¨¢. "Acabo de bajar de un taxi, despu¨¦s de bajar de un avi¨®n que cog¨ª en otra ciudad minutos despu¨¦s de bajar de un tren...". No es una queja, es solo parte del sentido del humor de una artista que, gracias a eso y a unos principios art¨ªsticos firmes, lleva 25 a?os al frente de Throwing Muses, un grupo que nunca se ha parecido m¨¢s que a s¨ª mismo.
"Cuando empezamos en 1985 nos ve¨ªamos como una banda con ra¨ªces americanas pero haciendo la m¨²sica a nuestra manera. A la gente le result¨¢bamos raros. Y cuando fichamos por [la discogr¨¢fica inglesa] 4AD ¨¦ramos un grupo extra?o dentro de un sello raro. Nunca entend¨ª que dijeran que hac¨ªamos indie rock, y menos a¨²n que nos llamaran alternativos. ?Alternativos a qu¨¦?".
Kristin y su grupo actuar¨¢n en Madrid dentro de la gira de Anthology, el recopilatorio que levanta acta de ese trayecto art¨ªstico. "No me gusta escuchar canciones antiguas, es como coger mi diario y empezar a leerlo en voz alta delante de extra?os. Yo me limit¨¦ a escribir los textos del disco". El primero de ellos se abre as¨ª: "Todas las cosas buenas ocurren en los rincones". "Es algo que podr¨ªa aplicarse al grupo, pero no quer¨ªa decirlo yo. No actuamos como estrellas de rock ni quisimos serlo. Nunca hemos estado en ninguna onda as¨ª que tampoco nos hemos quedado fuera de ninguna de ellas. Me gusta estar en mi esquina".
Recuerda que uno de los momentos bajos en la trayectoria del Throwing Muses fue en 1991, despu¨¦s de grabar The real Ramona, uno de sus mejores ¨¢lbumes. "La multinacional que nos llevaba no dejaba de entrometerse en nuestro trabajo. Pretend¨ªan que la reblandeci¨¦ramos para tener m¨¢s ¨¦xito. Opt¨¦ por disolver el grupo, no pod¨ªa soportarlo m¨¢s". Se reunieron unos meses despu¨¦s, tras una reflexi¨®n de su compa?ero de banda Dave Narcizo. "Sugiri¨® que lo mejor ser¨ªa que nos centr¨¢ramos en hacer lo que nos apetec¨ªa. Los discos que grabamos a partir de entonces se vendieron m¨¢s que ning¨²n otro de la etapa anterior". Hersh desconf¨ªa del ¨¦xito y no est¨¢ interesada en la fama. En su lugar ha crecido una visi¨®n filos¨®fica poco habitual entre los m¨²sicos de rock. Por ejemplo, la que explica por qu¨¦ en Anthology han prescindido de sus singles m¨¢s exitosos. "El criterio de selecci¨®n no tiene que ver con el mercado, tiene que ver con las canciones. Si a¨²n son relevantes. Las canciones son como cuerpos, como personas, como buenos amigos".
Hace algunos a?os, la relaci¨®n entre 4AD y Throwing Muses termin¨® tambi¨¦n, cuando su fundador, Ivo Watts, lo vendi¨® a otro sello. A ra¨ªz de eso Hersh fund¨® una organizaci¨®n llamada CASHmusic.org. "Se trataba de resolver esa fea ecuaci¨®n que se le plantea a muchos m¨²sicos: haz algo flojo para poder triunfar. La gente a la que de verdad le gusta la m¨²sica ignora las tendencias del mercado, porque la industria se empe?a en vender m¨²sica a gente a la que no le gusta la m¨²sica. Desde esta empresa pedimos a los oyentes que financien nuestras grabaciones y mezclas. A cambio, tienen acceso gratuito a nuestra m¨²sica y nuestros conciertos". Una nueva etapa en un largo trayecto en el que la m¨²sica ha sido, es y ser¨¢ el ¨²nico motor.
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