Antivirus desde Ontinyent
Una firma tecnol¨®gica de la capital de La Vall d'Albaida se ha convertido en referencia de la distribuci¨®n digital de productos en Espa?a
Un local discreto en la ciudad de Ontinyent, en La Vall d'Albaida, esconde una distribuidora con 3,5 millones de clientes del sector de alta tecnolog¨ªa. La empresa Ontinet distribuye antivirus para toda Espa?a y se ha convertido en pieza clave para ESET, y en una referencia en distribuci¨®n digital nacional. Su fundador, Vicent Coll (Ontinyent, 1965) comenz¨® en el a?o 1992 con una tienda que hoy en d¨ªa no sorprender¨ªa a nadie: ordenadores y productos de oficina, pero que en esa ¨¦poca ya constitu¨ªa un desaf¨ªo. Coll, inquieto y uno de los pioneros de Internet, comprendi¨® r¨¢pido que la red era un lugar estupendo para hacer negocios. Pronto consigui¨® la distribuci¨®n en Espa?a de un producto antivirus y Ontinet traspas¨® las fronteras de una tienda convencional hasta convertirse un centro de distribuci¨®n de antivirus.
Tiene 3,5 millones de clientes y buena parte de las ventas se realiza 'on-line'
Con los a?os, la identidad de la empresa se conserv¨® y no se integr¨® en la estructura de la marca de antivirus. M¨¢s tarde, esta estrategia le dio la oportunidad, ante un cambio de circunstancias, de cambiar de proveedor. Ontinet pas¨® a distribuir NOD32, de ESET. Con central en Bratislava (Eslovaquia) y unas pocas oficinas por el mundo, cuentan con casi el 10% de las ventas de antivirus en un mundo en el que los problemas de seguridad se multiplican.
"En realidad, explica Robert Lipovsky", jefe de investigaci¨®n de Malware de la empresa, "el problema es m¨¢s complejo porque no solo hay virus, sino que hay zonas grises". Los virus pueden costar m¨¢s o menos de eliminar, pero son manifiestamente perniciosos. El problema se encuentra en aplicaciones que recopilan datos o gestionan tr¨¢fico de manera m¨¢s que dudosa, pero que algunas empresas deciden emplear. "El c¨®digo fuente no es especialmente malicioso, pero las empresas reclaman que no est¨¢n haciendo nada ilegal, as¨ª que tenemos dos problemas: la determinaci¨®n t¨¦cnica y la determinaci¨®n de decidir si es un programa pernicioso y debe ser bloqueado o no".
Otro de los matices curiosos de Ontinet es que la inmensa mayor¨ªa de las ventas que realiza no tienen un reflejo f¨ªsico: casi todo lo que se vende son licencias para los antivirus, que se compran mayoritariamente a trav¨¦s de Internet. Si tenemos en cuenta que Espa?a no es precisamente el para¨ªso de las ventas on-line (a pesar de los aumentos de los ¨²ltimos a?os), la excepcionalidad de los 3,5 millones de clientes se hace a¨²n m¨¢s inhabitual.
"Para nosotros, en realidad, se trata m¨¢s de una cuesti¨®n de adaptaci¨®n de producto", explica Josep Albors, responsable de comunicaci¨®n en Ontinet. "Nuestra empresa es bastante peculiar y no estamos del todo integrados dentro de ESET, pero s¨ª colaboramos con ellos en las detecciones de alertas".
De los problemas diferenciales que se est¨¢n encontrando en Espa?a con respecto al resto del mundo cabr¨ªa destacar los problemas que ocasionan los troyanos bancarios, en general con procedencia brasile?a. Los troyanos que no est¨¢n preparados en castellano tienen mucha menos efectividad en nuestro pa¨ªs, de manera que la barrera ling¨¹¨ªstica parece ejercer un curioso papel de protecci¨®n.
"En general", comenta Albors, "la parte m¨¢s d¨¦bil del sistema de seguridad est¨¢ entre la silla y el monitor". La iron¨ªa la repite despu¨¦s Lipovsky. Ambos se refieren a que el usuario tiende a ser el m¨¢s problem¨¢tico, y de hecho, una de las tareas a las que se est¨¢ dedicando Ontinet es a la organizaci¨®n de charlas de concienciaci¨®n sobre seguridad inform¨¢tica.
El sistema ha sido empleado tambi¨¦n por otras compa?¨ªas de antivirus y resulta una manera bastante novedosa de dar a conocer la marca y motivar tanto a usuarios como a trabajadores: en la mayor¨ªa de los casos las charlas se llevan a cabo en colegios e institutos, con ni?os y adolescentes como p¨²blico y se realiza una tarea educativa que, adem¨¢s, suele suscitar bastante inter¨¦s.
La otra cara de Vicent Coll
Vicent Coll no parece ser una persona que se sienta c¨®moda esperando. Cuando Ontinet estuvo en condiciones de funcionar adecuadamente por s¨ª sola, sus intenciones fueron desarrollar otro proyecto personal, apartado de los antivirus y que le permitiese dar rienda suelta a sus aficiones. Y fund¨® Ediciones Babylon, una peque?a editorial que trabaja exclusivamente con autores espa?oles, busca competir en precio y calidad y cuenta, adem¨¢s, con que todas sus publicaciones est¨¢n concebidas tanto para papel como para ser libros electr¨®nicos de calidad. "Y un libro electr¨®nico", explica Coll "no es un archivo pdf y ya est¨¢. Hay que dedicarle su tiempo y asegurarse que se pueda leer en todas las plataformas para las que est¨¢ pensada". Es sencillo escuchar a Coll hablar de la escasa calidad de muchos de los todav¨ªa pocos libros que se editan en Espa?a en formato electr¨®nico, pero es a¨²n m¨¢s sencillo escucharle decir que no tiene sentido que un libro en formato digital cueste pr¨¢cticamente lo mismo que su versi¨®n en papel. "Nuestra apuesta es muy competitiva y estamos dando nuestros primeros pasos, apenas llevamos un a?o, nueve novelas y seis c¨®mics, pero nuestras ventas en digital son casi las mismas que en papel".
Para m¨ª resulta muy importante separar una empresa de la otra. "La seguridad inform¨¢tica es algo muy serio, muy t¨¦cnico", aclara Coll. "En Babylon somos una editorial nueva, sin tanta experiencia que a alguna gente le puede parecer un negocio menos formal. Pero somos muy serios, muy respetuosos desde la respuesta que se le puede dar a los autores que nos traen sus obras para que valoremos si pueden ser editados hasta el plazo del env¨ªo de ejemplares a los clientes. Incluso asumimos el gasto de env¨ªo por correo y permitimos hojear las primeras p¨¢ginas de cada libro por Internet para intentar asimilar la experiencia de compra a una compra compulsiva", describe.
Babylon est¨¢ promoviendo autores nuevos como Jos¨¦ Ramos y Jorge Monreal, de Castell¨®n; Nessa Ninona, de Barcelona; Borja Yag¨¹e, de Madrid; Nisa Arce, de Gran Canaria, o Delfina Palma, de Ontinyent. Mucho del tebeo producido entrar¨ªa en una l¨ªnea manga, pero no es la intenci¨®n de Vicent encasillarse: "S¨ª es cierto que en las primeras publicaciones hay m¨¢s peso del manga, pero tambi¨¦n hay cosas europeas y otras dif¨ªciles de clasificar".
Aprovechando la oportunidad, Babylon se marcha a su segunda participaci¨®n en el Sal¨®n del Manga de Barcelona que empieza este 31 de octubre. A Vicent Coll se le nota feliz entre cajas de tebeos y novelas.
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