Bolivia: ?una elecci¨®n o una l¨ªnea divisoria?
El presidente Morales esperaba muchas cosas en estos d¨ªas complicados que le han tocado, pero probablemente ni en el peor de sus sue?os una derrota electoral de la magnitud que los votantes bolivianos le han infligido en las elecciones del Poder Judicial realizadas el pasado 16 de octubre.
Hace unos d¨ªas, desafi¨® a la oposici¨®n que propugnaba el voto nulo y a una clase media cada d¨ªa m¨¢s esc¨¦ptica, con esta frase: "El MAS (Movimiento al Socialismo) es el ¨²nico partido que ha ganado seis elecciones consecutivas... Ahora tenemos que llegar al 70% con el s¨ª. Hago campa?a de frente".
Los resultados oficiales parciales indican que algo menos de cinco millones de bolivianos acudieron a las urnas. En cifras redondas cerca del 60% de los electores votaron nulo (40%), o blanco (15%); apenas el 40% votaron por alguno de los 52 candidatos que optaban a cuatro instancias judiciales: el Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Constitucional Plurinacional, el Tribunal Agroambiental y el Consejo de la Judicatura. La inmensa mayor¨ªa de los candidatos obtuvo votaciones de entre el 2% y el 10% de los votos v¨¢lidos. Con esos min¨²sculos porcentajes de apoyo y de acuerdo a las reglas vigentes, podr¨¢n tomar posesi¨®n en sus nuevos cargos a despecho de algunos opositores que claman por la anulaci¨®n de este proceso.
Morales convirti¨® las elecciones al poder judicial en un plebiscito a su gesti¨®n, y lo perdi¨®
M¨¢s del 40% de los ciudadanos ha votado en blanco o nulo
En s¨ª misma la elecci¨®n era un laberinto. ?C¨®mo elegir por voto popular a toda la c¨²pula del Poder Judicial? ?Con qu¨¦ elementos de juicio? ?Con qu¨¦ criterios? ?Con qu¨¦ conocimiento de los candidatos y sus capacidades? ?C¨®mo hacerlo si adem¨¢s estaba prohibido hacer campa?a? ?C¨®mo distinguir a uno de otro en las cuatro largas y entreveradas columnas de la inmensa papeleta electoral?
La Constituci¨®n establece que antes del voto popular se deb¨ªa hacer una preselecci¨®n de los candidatos por parte de la Asamblea Legislativa. Esta, controlada en dos tercios por el MAS, actu¨® en consecuencia y seleccion¨® solo a personas proclives al presidente y al partido de gobierno y, por si fuera poco, descuid¨® de modo m¨¢s que evidente (en audiencias que se transmitieron por televisi¨®n) la calidad profesional y la experiencia de los aspirantes a jueces. La guinda de la tarta la puso un par de fotograf¨ªas publicadas en varios diarios que mostraban al presidente del Tribunal Supremo Electoral, exmilitante del MAS, en plena campa?a por el partido de Morales en una elecci¨®n anterior.
De ese modo, la ret¨®rica gubernamental lanzada a los cuatro vientos que afirmaba que Bolivia ser¨ªa el primer pa¨ªs en realizar una elecci¨®n de esta naturaleza, convirti¨¦ndose as¨ª en el pa¨ªs m¨¢s democr¨¢tico del mundo, se perdi¨® en medio de los ruidos de la gran polarizaci¨®n pol¨ªtica interna y la pertinaz l¨®gica oficialista autoritaria que se erosiona seriamente, considerando los tres largos a?os de Gobierno que a¨²n quedan por delante.
La elecci¨®n se llev¨® a cabo, adem¨¢s, en medio de un clima denso; el dram¨¢tico episodio delos marchistas ind¨ªgenas apaleados por la polic¨ªa en septiembre pasado quienes, a pesar de todo, se volvieron a unir y llegaron a La Paz en medio de una multitud que no dejaba de aclamarlos. Su causa se llama TIPNIS, iniciales ya famosas del parque nacional amaz¨®nico que defienden comunidades ind¨ªgenas de las tierras bajas, opuestas a la construcci¨®n de una carretera que partir¨ªa en dos esta reserva natural y afectar¨ªa a tres de las denominadas naciones ind¨ªgenas de las 36 que constituyen el hoy Estado Plurinacional de Bolivia.
Otra frase c¨¦lebre de Morales se record¨® el d¨ªa de los comicios: "La carretera se har¨¢ s¨ª o s¨ª", es decir, sin la consulta previa que establece el convenio 169 de Naciones Unidas y la propia Constituci¨®n boliviana. Literalmente, se hab¨ªa sumado el hambre con las ganas de comer. El mandatario tuvo que tragarse sus palabras, y tras negociar con los marchistas, prohibir la construcci¨®n del camino y garantizar la intangibilidad del parque.
En menos de un a?o, Morales, que parec¨ªa presidir c¨®modamente un Gobierno s¨®lido frente a una oposici¨®n an¨¦mica, ha cometido tres gruesos errores que lo colocan ante un escenario m¨¢s que erizado. En diciembre de 2010 decret¨® un alza del 73% en el precio de los carburantes para consumo interno. Cinco d¨ªas despu¨¦s de la medida, tuvo que suspenderla ante el riesgo de una rebeli¨®n callejera en El Alto, su ciudad basti¨®n. En agosto se empe?¨®, vulnerando la propia Constituci¨®n, en hacer la citada carretera que no es esencial en la pol¨ªtica de integraci¨®n de infraestructura, ni interna ni bioce¨¢nica, enfrentando por primera vez en su gesti¨®n a ind¨ªgenas de los Andes contra ind¨ªgenas de los llanos; una verdadera iron¨ªa para el primer presidente indio del pa¨ªs. Finalmente, como si todav¨ªa tuviera el 64% del respaldo que le dieron los votos en 2009, organiz¨® sesgadamente las elecciones judiciales con el objetivo obvio de legitimar por el voto el control que de hecho tiene ya del Poder Judicial. Tres pasos en falso que han generado sus consecuencias.
En ese contexto, la elecci¨®n del 16 de octubre se ha convertido en un plebiscito que el presidente acept¨® desafiante y perdi¨®.
Corren nuevos vientos en Bolivia. No todav¨ªa los de una oposici¨®n organizada y con discurso, pero s¨ª los de una clase media que se aleja cada vez m¨¢s del proyecto oficial; ind¨ªgenas de los llanos desesperanzados que sienten que el discurso solo toma en cuenta a quechuas y aymaras; intelectuales radicales que se han desmarcado del liderazgo del vicepresidente Garc¨ªa Linera, y dem¨®cratas que ven este proceso convertido en el camino mesi¨¢nico de un gobernante que cree ser la encarnaci¨®n del cambio...
Nunca en la historia electoral del pa¨ªs la suma de votos nulos y blancos hab¨ªa superado el 15%. No s¨¦ si alguna elecci¨®n verificable ha tenido un resultado en el que m¨¢s del 40% de los votantes ha rechazado el proceso en su esencia. Es un dato muy relevante de aqu¨ª a futuro que indica que el escenario boliviano est¨¢ cambiando, aunque ese cambio no permite todav¨ªa vislumbrar lo b¨¢sico, la naturaleza de su desenlace. Entre otras cosas porque Morales sigue en el centro del escenario, aunque da la impresi¨®n de que empieza a estarlo no ya como soluci¨®n sino como problema.
Carlos D. Mesa Gisbert fue presidente de Bolivia. Blog: carlosdmesa.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.