La fiscal¨ªa investiga si la central de Garo?a calienta demasiado el Ebro
Medio Ambiente cree que la nuclear burgalesa cumple las normas de vertidos
La fiscal¨ªa de Medio Ambiente de Zaragoza ha comenzado a investigar si la nuclear de Garo?a (Burgos) calienta el Ebro m¨¢s de lo permitido, seg¨²n fuentes del ministerio p¨²blico. A ra¨ªz de una denuncia de Greenpeace, el fiscal de Zaragoza, Manuel Torralba, ha pedido a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, documentaci¨®n sobre la temperatura del agua en el embalse de Sobr¨®n, al que vierte el agua la nuclear despu¨¦s de usarla para refrigerarse. La nuclear sostiene que cumple estrictamente con la autorizaci¨®n de vertido y Medio Ambiente est¨¢ a punto de dar carpetazo a la investigaci¨®n sobre el asunto sin ver nada raro. Pero la fiscal¨ªa quiere investigar el vertido, ya que la contaminaci¨®n t¨¦rmica es contaminaci¨®n a todos los efectos.
El fiscal cree que la poluci¨®n t¨¦rmica es un tipo de contaminaci¨®n m¨¢s
Greenpeace ha llegado a detectar temperaturas de 30 grados en el embalse
La central de Zurita tuvo que instalar refrigeradores tras una denuncia
El PSOE decret¨® el cierre, pero el PP ha anunciado que la mantendr¨¢ abierta
La nuclear de Garo?a (operada por Nuclenor, propiedad al 50% de Endesa e Iberdrola) no termina de zanjar el asunto de la temperatura de sus vertidos. Greenpeace lleva desde la primavera midiendo con la empresa Anbiotek d¨®nde vierte el agua de refrigeraci¨®n y los datos no cuadran. La organizaci¨®n ecologista ha registrado temperaturas de hasta 30 grados, cuando la nuclear solo tiene permiso para calentar el agua tres grados. Es decir, si la recibe a 20 grados, no puede calentar el embalse a m¨¢s de 23. Adem¨¢s, seg¨²n Greenpeace, cuando en mayo la central estaba parada el agua no se calentaba.
En septiembre, tras la insistencia de Greenpeace, la Confederaci¨®n del Ebro abri¨® una investigaci¨®n. La resoluci¨®n del expediente estaba prevista que fuese r¨¢pida, ya que la confederaci¨®n nunca vio problema alguno en el calentamiento del embalse. "Si se calienta m¨¢s de tres grados no es importante. Lo importante es que no afecte a la fauna ni a los valores del embalse y eso se cumple", explicaron entonces fuentes de la confederaci¨®n.
Sin embargo, desde el Ministerio de Medio Ambiente se fren¨® la resoluci¨®n porque ni la ministra, Rosa Aguilar, ni la secretaria de Estado de Cambio Clim¨¢tico, Teresa Ribera, lo ve¨ªan claro y ordenaron investigar m¨¢s.
Finalmente se ha impuesto la tesis de la confederaci¨®n, que es la responsable del asunto. Adem¨¢s, un informe de la abogac¨ªa del Estado niega que exista incumplimiento de la autorizaci¨®n del vertido, seg¨²n fuentes conocedoras del expediente. "El informe de Greenpeace es sesgado", sostienen fuentes del organismo.
Sin embargo, los datos no siempre cuadran. Los valores de temperatura que ha colgado Nuclenor en su web para acallar las cr¨ªticas incluyen discrepancias. As¨ª, seg¨²n una de las tablas, en febrero de 2010, la temperatura en la presa de Sobr¨®n era de 10,1 grados. Sin embargo, en el informe mensual que env¨ªa a la confederaci¨®n esa temperatura es de 6,99 grados, pr¨¢cticamente la misma temperatura que a la entrada de la nuclear (6,96). No es un caso ¨²nico. El viernes pasado, ni Nuclenor ni URS -la empresa que contratada por Nuclenor realiza las mediciones- explicaron las diferentes temperaturas que aparecen.
Carlos Bravo, de la campa?a nuclear de Greenpeace, y quien ha llevado el calentamiento del Ebro hasta el despacho de la ministra, insiste en que nadie le ha dado una aclaraci¨®n: "Dicen que nuestro informe es sesgado, pero ellos se f¨ªan de lo que dice la central. Y en los informes de la nuclear no hay una metodolog¨ªa clara". Bravo se?ala que los tres grados de calentamiento m¨¢ximo est¨¢n en la autorizaci¨®n de vertido y que si se incumple, el ministerio debe parar la central. "La confederaci¨®n protege y encubre al contaminador", acusa.
Ante la falta de avances llev¨® el caso a la fiscal¨ªa, con la intenci¨®n de que investigara tambi¨¦n a los responsables de la confederaci¨®n por no hacer nada. El fiscal a¨²n no tiene la respuesta de la confederaci¨®n. Garo?a se conect¨® a la red en 1971 y fuentes del ministerio explican que es muy complicado a un mes de las elecciones admitir que durante d¨¦cadas la nuclear ha calentado el Ebro m¨¢s de lo previsto.
Que una nuclear caliente un r¨ªo m¨¢s de lo debido no es nada extra?o. La nuclear de Zorita (Guadalajara) tuvo que instalar un circuito de refrigeraci¨®n que no calentara el agua. Lo hizo despu¨¦s de causar una mortalidad de peces en una piscifactor¨ªa situada aguas abajo en el Tajo. Cuando cerr¨®, en 2006, las minitorres de refrigeraci¨®n estaban casi nuevas. La propia Confederaci¨®n del Ebro oblig¨® a la nuclear de Asc¨® a instalar una torre de refrigeraci¨®n, que evita la devoluci¨®n de agua caliente. Pero fuentes del departamento insisten en que el caso es completamente distinto, ya que Asc¨® vert¨ªa directamente al Ebro mientras que Garo?a vierte a un embalse, donde es frecuente que de forma natural se produzcan situaciones de calentamiento, como ocurre entre el r¨ªo Segre y el Ebro sin que haya all¨ª ninguna central.
La pol¨¦mica revela c¨®mo Garo?a es el campo de batalla de la nuclear en Espa?a. El Gobierno del PSOE fij¨® el cierre para 2013, aunque el PP ha anunciado que la mantendr¨¢ abierta si llega al poder. Greenpeace quiere evitarlo o ponerlo lo m¨¢s dif¨ªcil posible. Si demuestra que Garo?a calienta demasiado el Ebro, la nuclear tendr¨ªa que afrontar costosas inversiones que dificultar¨ªan su continuidad (aunque hasta ahora Endesa e Iberdrola no han escatimado dinero para llevar la planta m¨¢s all¨¢ de los 40 a?os inicialmente previstos.
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