Los viejos no tienen edad
La m¨¢scara desvela lo que el rostro esconde: la tragedia griega se hac¨ªa con m¨¢scaras, para crear una realidad intermedia entre el mito y el aqu¨ª y ahora. La compa?¨ªa Familie Fl?tz se hace eco de certezas del teatro primigenio en una serie de espect¨¢culos donde el actor desaparece detr¨¢s de personajes que resumen la gran comedia humana.
Camareros, tramoyistas, hosteleros o residentes de un asilo, las criaturas de Familie Fl?tz, carentes de nombre y apellido, son puro car¨¢cter. Sus int¨¦rpretes las definen con cuatro gestos exactos, amplificados por la m¨¢scara, altavoz del alma. El enjambre de relaciones entretejidas en la cocina de Ristorante Immortale, entre las bambalinas de Teatro Delusio y en la recepci¨®n del Hotel Paradiso es un corolario de los miedos, anhelos, ambiciones y vanidades humanas. Amplificados por la m¨¢scara, la actitud del actor o una mirada suya al p¨²blico resultan m¨¢s expresivos que cualquier discurso. En sus espect¨¢culos mudos, el cuerpo es un gran orador.
INFINITA
Autores e int¨¦rpretes: Bj?rn Leese, Benjamin Reber, Hajo Sch¨¹ler y Michael Vogel. Luz: Reinhard Hubert. Sonido: Dirk Schr?eder. Direcci¨®n: M. Vogel y H. Sch¨¹ler. Matadero. El 3 al 13 de noviembre.
Infinita (Matadero, hasta el 13 de noviembre), establece una c¨®mica reflexi¨®n sobre nuestros primeros pasos y nuestro declive: Familie Fl?tz contrasta la experiencia de la vejez con la de la infancia en un mosaico dram¨¢tico guiado por la idea del eterno retorno. En su tratamiento humor¨ªstico hay un deje melanc¨®lico, sacudido de inmediato por un nuevo gag.
Las escenas protagonizadas por beb¨¦s son un peque?o tratado de la agresividad y de la curiosidad sexual innatas, donde destaca el minucioso estudio que Bj?rn Leese hace de los primeros pasos de un ni?o: un trabajo el suyo que ser¨ªa oro puro si no insertara un par de actitudes de adulto, buscando la carcajada general. Subrayables tambi¨¦n las creaciones de Benjamin Reber, Hajo Sch¨¹ler y Michael Vogel. En resumen, un trabajo singular, con momentos desternillantes, en el que las im¨¢genes filmadas, a pesar de su plasticidad, quiebran el ritmo esc¨¦nico.
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