Sir Alex es eterno

La superioridad del Liverpool de Bob Paisley, primero, y Joe Fagan, despu¨¦s, era incontestable al inicio de la d¨¦cada de los a?os ochenta. "No ganar la Liga era peor que una soga en la garganta", reconoc¨ªa tiempo despu¨¦s el exjugador Arthur Albiston. Tanto, que ni siquiera la FA Cup era suficiente para salvar al entonces entrenador Ron Atkinson. Una sonora derrota copera en Southampton (4-1) fue definitiva.

El propietario del club, Martin Edwards, y los directivos Maurice Watkins, Mike Edelson y Bobby Charlton, se reunieron alrededor de una mesa en las oficinas de The Cliff, antigua ciudad deportiva del Mufc. Con la ¨²nica opci¨®n de Terry Venables en la rec¨¢mara, Edwards hizo una llamada a una peque?a oficina de Pittodrie, estadio del Aberdeen escoc¨¦s. "?Puedo hablar con el Ferguson?", pregunt¨® con acento escoc¨¦s, haci¨¦ndose pasar por Gordon Strachtham [jugador del equipo], porque no era cuesti¨®n de llamar a la casa de un club rival para quitarle el t¨¦cnico. 72 horas m¨¢s tarde, Sir Alex Ferguson (Govan, Escocia; 1941) se bajaba de un Mercedes negro para entrar en su nuevo vestuario y, a modo de saludo, gritaba: "?Esto no puede seguir as¨ª!". De eso han pasado 25 a?os. "Un cuento de hadas", dice Sir Alex, el Boss.

"Entrenar¨¦ aqu¨ª mientras tenga salud y ganas porque esto es un cuento de hadas"

Con el club en crisis econ¨®mica -su primer salario en el Manchester era peor que el del Aberdeen, donde gan¨® entre otras cosas, una Recopa (1983) y una Supercopa europea (1984)-, falto de masa social [40.000 abonados] y escasez deportiva, a Fergie le preocupaba sobre todo el olor a cerveza y nicotina que desprend¨ªa el vestuario. "?Qu¨¦ que tal son mis jugadores? A m¨ª lo ¨²nico que me preocupa es no descender", aclar¨® en su primera rueda de prensa, al tiempo que priv¨® el alcohol e instaur¨® unas normas de conducta bien severas -reconocida es la de multar a un jugador por adelantarle en coche antes de llegar al entrenamiento-, aunque siempre con tacto, con m¨¢s paciencia de la que atesora ahora. "Cuando llegas a un sitio, no puedes decirles que su condici¨®n f¨ªsica y comportamiento es terrible, que est¨¢n jugando mucho al golf y que su suelo est¨¢ sucio. Hay que mejorar poco a poco", explic¨®. Pero tanto tard¨®, que durante las seis primeras temporadas no gan¨® la Liga, tiempo suficiente para que en Old Trafford reclamaran su despido.

No se hizo. Y en 1992, Ferguson -suma 37 laureles, entre los que destacan dos Champions y 12 Ligas-, gan¨® la Premier y afin¨® lo que ya se ha convertido en mejor club ingl¨¦s de la historia, con 19 t¨ªtulos ligueros, uno m¨¢s que el Liverpool. "Ferguson ha conseguido que ganar no sea lo m¨¢s importante, sino lo ¨²nico importante", revel¨® en su d¨ªa Cantona. Desde 1992, el peor registro en la Liga del Mufc data de 2002 y 2004, cuando qued¨® tercero. Para Sir Alex, sin embargo, que, seg¨²n explic¨® Guardiola, "meritoriamente ha refundado cuatro veces su equipo", la clave es el bloque. Una frase suya lo aclara: "Puedes tener la mejor colecci¨®n de jugadores de la historia en tu equipo, pero sin el conductor de autob¨²s, no llegas a ning¨²n lado".

Puesto en entredicho en 1995 -vendi¨® a Kanchelskis, Ince y Hughes porque apostaba por unos desconocidos Scholes y Giggs-, en 2003 porque perdi¨® un pulso con la directiva al solicitar un aumento de sueldo, y en 2004 porque se pele¨® con unos multimillonarios irlandeses por un caballo semental, que luego compraron el 30% del club y presionaron para echarle, a Ferguson nadie le tose. "Entrenar¨¦ aqu¨ª hasta que tenga salud y ganas", respondi¨® en la pen¨²ltima rueda de prensa, lejos de esa versi¨®n de hace unos a?os, cuando le cuestionaron si se ve¨ªa de t¨¦cnico a los 70 a?os, como el ya fallecido Bobby Robson. "?Ninguna maldita oportunidad!", respondi¨®.

Le falta un mes para ser septuagenario -solo 13 t¨¦cnicos contaron m¨¢s a?os en un club y solo Guy Roux (Auxerre) naci¨® despu¨¦s de 1910- y Old Trafford le adora. Por eso ayer los aficionados, en el partido ante el Sunderland (1-0), pagaron 4.650 euros para mostrar una pancarta de 70 metros -"El sue?o imposible, Sir Alex", se le¨ªa-; por eso le van a crear una estatua suya en el estadio; y por eso la grada m¨¢s grande en Reino Unido, con 25.000 asientos, ya tiene su nombre.

Ferguson suma 1409 partidos con el Manchester United y 25 a?os. Pero hoy, como cada ma?ana, llegar¨¢ el primero a Carrington, la ciudad deportiva, se preparar¨¢ un t¨¦ y se meter¨¢ en su despacho, tras la puerta tintada. El 19 de noviembre le toca otro partido, en el estadio del Swansea. La vida sigue, el f¨²tbol contin¨²a.