La Iglesia posee en Santiago 850.000 metros cuadrados de uso no religioso

Por cada metro cuadrado que el Arzobispado dedica a fines m¨¢s o menos religiosos en Santiago, desde la liturgia hasta la sepultura cristiana, la curia compostelana destina al menos otros tres a la vivienda, el cultivo de eucaliptos, la explotaci¨®n de bajos comerciales o la nada de un solar. El protagonismo de la catedral en el coraz¨®n del casco antiguo es indiscutible. Su peso en el conjunto del patrimonio eclesi¨¢stico, sin embargo, es solo anecd¨®tico. La Iglesia tiene a su nombre m¨¢s de 1,1 millones de metros cuadrados en todo el t¨¦rmino municipal. Fincas, rectorales, pisos, iglesias, casas, escuelas, trasteros, plazas de garaje, cementerios, suelos sin edificar y hasta un bloque de viviendas en el ensanche. En total, algo m¨¢s de 200 propiedades. Lo dice el catastro.

El patrimonio incluye pisos, locales comerciales y hasta bosques de eucaliptos

Los dominios de la curia son ocho veces m¨¢s grandes que la Cidade da Cultura

El Estado exime a la jerarqu¨ªa cat¨®lica de pagar el IBI por estas propiedades

La Iglesia tiene incluso la potestad de calificar el uso de algunos bienes

Aunque la Cidade da Cultura llegara a completarse alg¨²n d¨ªa, ocupar¨ªa ocho veces menos que los dominios de la Iglesia en la ciudad. La curia, eso s¨ª, es mucho m¨¢s discreta que el complejo de Eisenman. Nada, salvo las escrituras de propiedad, revela qui¨¦n es el due?o de las viviendas que el Arzobispado tiene dispersas por el casco urbano de Santiago, desde Conxo hasta Fonti?as. Ni siquiera el edificio que compite con la austera geometr¨ªa del Centro Galego de Arte Contempor¨¢nea (CGAC) en la calle Valle Incl¨¢n, justo enfrente del colegio La Salle, est¨¢ rotulado. Son 3.600 metros cuadrados junto a un centro de mayores de la Xunta. Seg¨²n el catastro su uso es religioso, aunque el portero autom¨¢tico junto al port¨®n evidencie que no est¨¢ abierto a los feligreses. Es una residencia de sacerdotes.

En un informe del a?o pasado, la Direcci¨®n General del Catastro le pon¨ªa n¨²meros al patrimonio estrictamente religioso de la Iglesia en Galicia: 7.691 inmuebles y un valor catastral de 426 millones, cantidad que hoy por hoy todav¨ªa no repercute en los presupuestos municipales. Los Acuerdos entre el Estado espa?ol y la Santa Sede de 1979 eximen a la Iglesia de pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) por estas propiedades. La gallega es la segunda comunidad con mayor patrimonio tras Castilla y Le¨®n y la cuarta seg¨²n lo que deja de ingresar, clasificaci¨®n que lidera Madrid con 1.384 propiedades y 1.190 millones. Aunque Vigo gana en n¨²mero, Santiago hace valer su condici¨®n de sede de la "provincia eclesi¨¢stica" con los bienes m¨¢s caros: 91 edificios religiosos con un valor catastral conjunto de 61,5 millones.

El de uso religioso ¨²nicamente representa el 22,7% del patrimonio inmobiliario que posee el Arzobispado en Santiago. Del total, equivalente a multiplicar por noventa la planta de la catedral, solo 250.000 metros cuadrados est¨¢n as¨ª calificados en el catastro, junto a una bolsa de 600.000 de parcelas de uso agrario, otra de 100.000 de solares, obras de urbanizaci¨®n y jardiner¨ªa y restos menos importantes de tipo residencial, industrial, cultural o comercial. En total, 850.000 metros cuadrados de uso no religioso.

La frontera m¨¢s clara est¨¢ en la calificaci¨®n del suelo: 340.000 metros cuadrados son urbanos y 770.000 son r¨²sticos. Los usos son m¨¢s complejos, incluso confusos. La parcela del seminario menor, por ejemplo, consta como cultural, igual que los 16.000 metros cuadrados que albergan la Casa Diocesana de Ejercicios Espirituales en el campus. La del seminario mayor, que comparte San Marti?o Pinario con otras dependencias del Arzobispado, es para el catastro un bloque de oficinas. El n¨²mero 108 de San Pedro tiene en el bajo una biblioteca parroquial. Se dan cursos de iniciaci¨®n al matrimonio y se imparte catequesis. El resto no deja de ser una casa. Tiene 324 metros cuadrados de uso residencial que podr¨ªan venderse ma?ana mismo por unos 875.000 euros.

Entre San Roque y la Praza de Galicia hay apenas 800 metros. Callejeando a buen paso por la Algalia de Arriba y despu¨¦s por el Preguntoiro y la R¨²a das Orfas, no m¨¢s de diez minutos. Alrededor de ese sinuoso capilar, el m¨¢s utilizado para atravesar a pie la almendra medieval de la ciudad, la Iglesia alberga en locales de su propiedad una florister¨ªa, una mercer¨ªa, una boutique de ropa para hombre, una librer¨ªa de viejo, un par de tiendas de souvenirs, alguna residencia para estudiantes y hasta una oficina del Consorcio de Santiago, adem¨¢s de sus propias dependencias, como las que dedica a atender a los peregrinos en la R¨²a do Vilar. Tambi¨¦n tiene un pu?ado de viviendas, la mayor¨ªa de dos o tres alturas. Es solo una peque?a porci¨®n del parque estrictamente residencial del Arzobispado: ocho pisos, dos docenas de casas y un bloque entero de viviendas.

Se dice que los bienes eclesi¨¢sticos tienen un valor incalculable, bien por lo esot¨¦rico, bien por su dimensi¨®n hist¨®rica y art¨ªstica, bien porque est¨¢n protegidos por el planeamiento urban¨ªstico, lo que dificulta su rentabilidad. El t¨®pico puede valer para la iglesia de San Clara o la bas¨ªlica compostelana, pero no para un bajo comercial de poco m¨¢s de 90 metros cuadrados muy cerca de Praza de Galicia. Ese local, seg¨²n estimaciones conservadoras del sector inmobiliario, podr¨ªa superar los 450.000 euros en el escaparate de cualquier agencia. Y lo mismo para una vivienda de tres pisos de 172 metros cuadrados cada uno en la Algalia de Arriba, que costar¨ªa 1,3 millones de euros, o para otra m¨¢s peque?a en la calle paralela: por 118 metros cuadrados, unos 280.000 euros.

La calle Rep¨²blica Arxentina es una de las arterias del ensanche. Comunica la avenida Romero Donallo, una de las salidas por el sur de la ciudad, con la calle de O H¨®rreo, sede del Parlamento de Galicia. En ella hay dos grandes edificios de la Iglesia. Uno es un templo y ocupa una parcela de m¨¢s de 2.000 metros cuadrados. Su valor catastral es el cuarto m¨¢s elevado, 3,5 millones de euros, solo por detr¨¢s de la catedral, el seminario menor y San Marti?o Pinario, pero tendr¨ªa dif¨ªcil salida. La parcela est¨¢ calificada para uso religioso. El otro es un bloque de viviendas con una superficie ¨²til de casi 1.500 metros cuadrados. Su valor, a ojos del catastro, es muy inferior, pero podr¨ªa ponerse sin problemas en el mercado. Superar¨ªa, dicen en el sector, los 4,65 millones de euros.

Es falso que el patrimonio eclesi¨¢stico sea centenario. No todas las viviendas tienen tanta solera como algunas casas nobles y la mayor¨ªa de los templos. Las hay antiguas, como las de la calle Carretas, en aparente estado de abandono, y las hay muy recientes, como las m¨¢s c¨¦ntricas de Fernando III O Santo o San Pedro de Mezonzo o las dispersas en barrios urbanizados en las ¨²ltimas d¨¦cadas, producto de permutas, compensaciones urban¨ªsticas o adquisiciones directas. Pisos en Garc¨ªa Prieto o Emilia Pardo Baz¨¢n que rondan los 100 metros cuadrados y que cualquiera comprar¨ªa por una cantidad que oscila entre los 250.000 y los 300.000 euros. El suelo residencial, pese a todo, solo suma 50.000 metros cuadrados. Nada, al lado de las 600 hect¨¢reas de fincas r¨²sticas, algunas improductivas y otras que constan en los informes de la Direcci¨®n General del Catastro como robledales, plantaciones de eucaliptos o prados y campos de labor.

Los solares y las fincas de uso agrario explican la distorsi¨®n en la fotograf¨ªa. En vertical, edificio a edificio, el uso religioso supone casi el 44% del patrimonio. En horizontal, parcela a parcela, ese porcentaje baja hasta el 22,7%. Menos de una cuarta parte. Sin embargo, todas estas cifras son relativas. Como recuerda el parlamentario socialista Xaqu¨ªn Fern¨¢ndez Leiceaga, los Acuerdos con la Santa Sede no solo exim¨ªan a la Iglesia de pagar el IBI: "Tambi¨¦n dejaban en manos de la curia la potestad de calificar el uso de algunas de sus propiedades". Es la instituci¨®n la que decide si una vivienda es no es de religiosos. La decisi¨®n no es gratuita: repercute en la recaudaci¨®n municipal. Es lo que Leiceaga llama el "para¨ªso fiscal" de la curia. El otro para¨ªso de la Iglesia.