Juicio a un matrimonio por la ablaci¨®n de cl¨ªtoris de su hija
La fiscal sostiene que la mutilaci¨®n genital se practic¨® en Espa?a y pide seis a?os de c¨¢rcel para la pareja gambiana
A la hija de Mamadou Darme y Niuma Sillah, de apenas dos a?os y medio, le han extirpado el cl¨ªtoris. Los pediatras de Alca?iz (Teruel) detectaron la mutilaci¨®n genital en una revisi¨®n hecha a los 12 meses. En Espa?a, cientos de ni?as, adolescentes y mujeres est¨¢n en riesgo de sufrir esta pr¨¢ctica delictiva extendida en algunos pa¨ªses del ?frica subsahariana, que busca amparo en la tradici¨®n. La justicia casi nunca puede castigar a sus autores. Pero este caso es distinto. La Fiscal¨ªa est¨¢ convencida de que la mutilaci¨®n se practic¨® en Espa?a y pide seis a?os de c¨¢rcel para los padres de la criatura, que ayer se sentaron en el banquillo de los acusados.
El caso, el primero de estas caracter¨ªsticas que llega a juicio, subraya las contradicciones en el seno de familias que proceden de pa¨ªses donde esa pr¨¢ctica a¨²n perdura, especialmente en las zonas rurales. Como Gambia, de donde proceden Mamadou y Niuma. El padre, que lleva 12 a?os aqu¨ª y regres¨® un mes al pa¨ªs para casarse y engendrar a la ni?a, admiti¨® ante los magistrados de la Audiencia de Teruel que la ablaci¨®n es "ilegal" y que "est¨¢ mal". Pero, al mismo tiempo, justific¨® que en el pa¨ªs africano se practique como "una cosa buena para ella". Y a?adi¨® que quienes la llevan a cabo son personas "especiales" que utilizan, tambi¨¦n, utensilios "especiales" por motivos religiosos y para preservar las tradiciones.
El padre admite que en Espa?a es ilegal, pero en su pa¨ªs "es una cosa buena"
El ministerio p¨²blico sostiene que los padres "practicaron o, al menos, consintieron" la mutilaci¨®n genital de su hija. Frente a esa tesis, los acusados atribuyeron la culpa a los abuelos maternos. La defensa afirma que la ni?a, nacida en mayo de 2009 en Gambia, sufri¨® la mutilaci¨®n en ese pa¨ªs, cuatro meses antes de viajar con su madre a Alca?iz por reagrupaci¨®n familiar. Lo que no cuadra con esa explicaci¨®n es que, en la primera exploraci¨®n a la que fue sometida la ni?a, al cumplir el sexto mes, no se detect¨® nada. El abogado de los padres, F¨¦lix Gil, lo atribuye a un "error" de la pediatra.
La m¨¦dica, sin embargo, rechaz¨® haber cometido un error de esa magnitud: asegur¨® que lo hubiera detectado "sin problemas" porque, adem¨¢s, en esas consultas "se mira expresamente" el desarrollo de los ¨®rganos genitales. La fiscal, Carmen Modrego, tampoco aprecia la posibilidad de un fallo y afirma que, despu¨¦s de esa revisi¨®n, la peque?a no sali¨® del pa¨ªs.
Dos amigas de la madre -que se acogi¨® a su derecho a no declarar- dicen que supieron que la peque?a hab¨ªa sido "cortada" cuando fueron a visitarla y, de paso, a explicarle a Niuma c¨®mo deb¨ªa colocarle los pa?ales. Seg¨²n su testimonio, la madre les dijo que el hecho se hab¨ªa producido en Gambia a la semana de nacer "para el bien" de ella. Sin embargo, a preguntas de la fiscal, una de las amigas rechaz¨® que una ni?a "no cortada" pueda ser discriminada o tener problemas para relacionarse dentro de la comunidad gambiana de Alca?iz.
Tras el juicio, la fiscal mantuvo la petici¨®n de seis a?os de c¨¢rcel, la pena m¨ªnima para esta clase de delitos que el C¨®digo Penal castiga con hasta 12 a?os de prisi¨®n. Modrego no solicit¨®, en cambio, la retirada de la patria potestad porque "se considera que la relaci¨®n afectiva entre padres e hija es buena". Lo que la defensa, que pidi¨® la absoluci¨®n de Mamadou y Niuma, ve como un contrasentido. "En caso de condena, la consecuencia pr¨¢ctica es que la ni?a perder¨¢ por un tiempo a sus padres. Ya ha sufrido la ablaci¨®n, que es bastante". En su informe final, el letrado aludi¨® a un supuesto "conflicto cultural" y pidi¨® que la ley penal "aprecie la distinta valoraci¨®n" que los acusados hacen sobre "una pr¨¢ctica que ven como parte de la tradici¨®n".
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