La huella habl¨® nueve a?os despu¨¦s
Detenidos una mujer y sus tres hijos en Valdemoro por robar al exmarido y padre obras de arte valoradas en cuatro millones, que quer¨ªan preservar como herencia
Nueve a?os y una huella dactilar. Eso es lo que ha necesitado la Guardia Civil de ?vila para resolver el rocambolesco robo de siete obras de arte (entre ellas, un dal¨ª y un sorolla). Los acusados son la exesposa y los tres hijos del propietario, que los ten¨ªan ocultos en un chal¨¦ de Valdemoro (Madrid). Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, su prop¨®sito era asegurarse la herencia que cre¨ªan que les pertenec¨ªa.
La historia se remonta a 2002, cuando un hombre denunci¨® que hab¨ªan entrado en su chal¨¦ en la urbanizaci¨®n Coto de Puente Viejo, en el municipio abulense de Maello. La forma de actuar hac¨ªa pensar que los ladrones sab¨ªan lo que buscaban, porque su objetivo principal eran las obras de arte y otros objetos de valor de la vivienda. El bot¨ªn estaba compuesto por Actuaci¨®n humana trascendental, de Salvador Dal¨ª; un retrato de mujer de Joaqu¨ªn Sorolla, otro retrato de Cond¨¦ Delgr¨¢s, un cuadro de flores de Rosen Roses, un retrato de Hern¨¢n Cort¨¦s datado en el siglo XVI, un dibujo a carboncillo de Gustavo Dor¨¦ y otro realizado a carb¨®n y sanguina de Nicanor Pi?ole. El valor de las obras ascend¨ªa a cuatro millones de euros.
Los lienzos fueron sustra¨ªdos en un chal¨¦ de la proviencia de Avila en 2202
Los agentes del instituto armado inspeccionaron el chal¨¦ y encontraron una huella perfecta de los ladrones. Sin embargo, no les sirvi¨® de mucho. Una vez que la cotejaron con los archivos policiales, comprobaron que la persona no estaba fichada, por lo que no se pod¨ªa saber a qui¨¦n pertenec¨ªa.
Los investigadores centraron su l¨ªnea de resoluci¨®n en las personas pr¨®ximas al due?o de la vivienda, en especial a su exesposa, dada la forma de actuar y la certeza con que hab¨ªan sustra¨ªdo los cuadros. Pero conforme pasaba el tiempo no pod¨ªan imputarles el robo. No hab¨ªa datos concluyentes.
El caso qued¨® en parte en los archivos de la Guardia Civil, pendiente de que se produjera alguna novedad que lograra reactivarlo antes de que prescribiera. Sin embargo, la sorpresa lleg¨® cuando el pasado mes de junio fue detenido uno de los hijos de la v¨ªctima del robo, acusado de un delito contra las personas (por lesiones, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n). Los agentes le leyeron sus derechos y le tomaron las huellas dactilares.
Como resulta obligatorio, cotejaron esta ficha con las existentes en el Servicio Autom¨¢tico de Identificaci¨®n Dactilar (SAID). ?Y bingo! El ordenador revel¨® que esa persona hab¨ªa participado en el hecho delictivo. La misteriosa huella del robo de 2002 ya ten¨ªa nombres y apellidos y un rostro. No conformes con ello, los especialistas de Criminal¨ªstica hicieron un cotejo manual de las dos huellas. Y de nuevo sali¨® que la coincidencia era total, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n.
Tras pasar el detenido a disposici¨®n judicial y quedar libre pendiente de juicio, los agentes siguieron al hombre, que continu¨® con su actividad normal ajeno a que era vigilado de cerca.
Las pesquisas llevaron a los investigadores hasta un chal¨¦ adosado de Valdemoro, la nueva residencia de la familia tras separarse la mujer de la v¨ªctima del robo. Los guardias consiguieron las preceptivas ¨®rdenes judiciales de arresto y entrada y registro en la vivienda. El asunto hab¨ªa quedado resuelto nueve a?os despu¨¦s y los cuatro supuestos autores del mismo fueron detenidos. Se trataba de la exmujer, cuyo nombre corresponde a las iniciales M. A. A. L., de 52 a?os, y sus tres hijos, que tienen edades entre los 26 y 31 a?os. Acababa as¨ª la denominada Operaci¨®n Alejandro. Los detenidos explicaron que hab¨ªan robado los cuadros para asegurarse la herencia, que en su opini¨®n les correspond¨ªa: su exmarido y padre hab¨ªa iniciado una nueva relaci¨®n sentimental y tem¨ªan quedarse sin nada.
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