Trapecistas del siglo XXI
El Circo del Sol es un gigante con 22 espect¨¢culos simult¨¢neos y 5.000 trabajadores en viaje constante por el mundo. Entre ellos est¨¢n Konstantin, Irina y su hija Kristina, una familia de trapecistas que ahora recala en Madrid con 'Zarkana'
Cuando se cruzan las puertas del Circo del Sol hay que asumir que cualquier cosa puede suceder. Aqu¨ª, que sea de d¨ªa o de noche depende de los t¨¦cnicos de iluminaci¨®n. Las mujeres-ara?a salen de las paredes y, a una orden del director, Fran?ois Girard, comienzan a saltar trapecistas y hombres voladores que, m¨¢s que desafiar la gravedad, directamente reniegan de ella. Madrid Arena acoge desde esta noche esta especie de ¨®pera-rock acrob¨¢tica que es Zarkana, quiz¨¢s el mayor despliegue t¨¦cnico y audiovisual en la historia del Circo del Sol, con una extraordinaria combinaci¨®n de acrobacias, surrealismo esc¨¦nico y proyecciones multimedia. M¨¢s de 75 artistas procedentes de 15 pa¨ªses, 100 t¨¦cnicos, 250 trajes hechos a medida, cuatro toneladas de material, una inversi¨®n de casi 37 millones de euros y 500.000 espectadores en el estreno de Nueva York avalan esta superproducci¨®n casi cinematogr¨¢fica sobre un mago que busca a su amada a trav¨¦s de un inquietante universo.
Sin embargo, quiz¨¢s lo m¨¢s ins¨®lito del espect¨¢culo no sucede sobre el escenario, sino detr¨¢s de ¨¦l. Al otro lado del tel¨®n se puede encontrar al mago Zark con su casaca roja saliendo del aseo, o a dos hombrecillos vestidos con burbujas verdes que juegan al pimp¨®n en la sala de descanso.
En este mundo de magia permanente se cri¨® Kristina Besschetnaya, que a sus 22 a?os no recuerda una vida m¨¢s all¨¢ del circo. Sus padres, Konstantin e Irina, dejaron su Rusia natal cuando la peque?a ten¨ªa cinco a?os para entrar a formar parte de la familia del Sol. As¨ª comenz¨® su vida como acr¨®bata itinerante. "De peque?a recuerdo que so?aba mucho con mi padre subido en un elefante, porque ten¨ªa una foto as¨ª junto a mi cama. ?l pasaba mucho tiempo lejos de casa, lleg¨® a estar dos a?os fuera. Mientras actuaba por Rusia le visit¨¢bamos en sus giras con el Circo de Mosc¨², pero cuando fue a Centroam¨¦rica eso era imposible", relata Kristina, que en Zarkana participa en el n¨²mero de aros a¨¦reos y porteadores.
En 1996, los cazatalentos del Circo del Sol vieron el n¨²mero de pir¨¢mides humanas y balanceo a¨¦reo Banquine creado por su padre, y le propusieron formar parte de la compa?¨ªa. "As¨ª fue c¨®mo mi madre y yo, que viv¨ªamos todav¨ªa en Volgograd, nos mudamos a Montreal con ¨¦l. Para m¨ª no fue muy dif¨ªcil porque hab¨ªa otras tres ni?as rusas en el colegio del circo y aprendimos juntas. Todos los d¨ªas volv¨ªamos a casa con 10 palabras nuevas en ingl¨¦s y franc¨¦s para aprender el idioma. Lo m¨¢s complicado, quiz¨¢s, era entrenar con mi padre, porque no me gustaban las acrobacias: me daban miedo las alturas", explica con una sonrisa.
Los Besschetnaya son solo tres de los 5.000 integrantes de la plantilla directa del Circo del Sol. Una empresa que tiene una estructura casi planetaria, con centenares de artistas en movimiento 11 meses al a?o. Desde el inicio de la compa?¨ªa en 1984, sus montajes han visitado m¨¢s de 300 ciudades en los seis continentes. Actualmente tienen 22 espect¨¢culos en todo el mundo, 10 de ellos permanentes. Macao, Jap¨®n, Las Vegas, Orlando y Los ?ngeles son algunos de los escenarios llamados residentes, donde el Circo representa sus funciones cada d¨ªa.
Seg¨²n los c¨¢lculos de la compa?¨ªa, solo en el a?o 2011 m¨¢s de 15 millones de espectadores han visto alg¨²n espect¨¢culo del Circo del Sol en alg¨²n lugar del mundo. De ellos, 500.000 personas vieron Zarkana en Nueva York, donde se estren¨® en junio de este a?o. Tras su paso por Madrid, donde permanecer¨¢n hasta el 31 de diciembre, la compa?¨ªa continuar¨¢ la gira en Mosc¨² a comienzos del a?o que viene. Se cumplir¨¢ as¨ª uno de los sue?os de Kristina: actuar ante su abuela, que todav¨ªa no ha visto las haza?as de su familia de artistas.
La historia sobre la llegada de la familia al Circo del Sol contada por Irina, la madre de Kristina, es muy distinta. Esta mujer de belleza rusa trabaja hoy en la oficina del departamento de producci¨®n de Zarkana y se confiesa muy feliz. Pero no siempre fue as¨ª. "Me result¨® dif¨ªcil dejar Rusia, donde trabajaba como arquitecta y cuidaba de la ni?a con ayuda de mi madre", recuerda. "Tuve que elegir entre seguir mi carrera profesional o seguir a mi marido, y eleg¨ª la vida del circo. Era eso o separar a la familia, y opt¨¦ por mantenerla unida". Atr¨¢s quedaron los primeros a?os en los que buscaba fren¨¦tica un trabajo y solo encontraba puestos no cualificados para seguir las giras del circo: primero fue camarera y limpiadora en la cafeter¨ªa, despu¨¦s tutora de los artistas menores de edad que necesitaban apoyo en sus estudios y, finalmente, se encarg¨® de la administraci¨®n. Nunca volvi¨® a la arquitectura, pero asegura que de Rusia solo echa de menos a su madre.
La oscuridad iluminada con luz artificial en el interior del Circo del Sol no permite controlar el transcurso de las horas. Por la ma?ana, los artistas van llegando desde los apartamentos que la compa?¨ªa alquila para ellos, comienzan a calentar m¨²sculos en la sala de entrenamiento, picotean golosinas y galletas en una mesa, revisan la escaleta con el orden de los n¨²meros que se ensayar¨¢n en el escenario, practican coreograf¨ªas y se van cruzando disfrazados por los pasillos, desde el comedor a la sala de vestuario, o en la zona de descanso donde navegan por Internet y revisan el correo postal que les dejan en sus casilleros. En todas las estancias hay televisores que proyectan en directo lo que sucede en el escenario, para que puedan controlar los tiempos.
Durante un descanso entre ensayos, Kristina se sienta en una colchoneta de la sala de entrenamiento en el Madrid Arena y se dedica a observar a su padre y a su novio, que entrenan juntos el n¨²mero Banquine. Los acr¨®batas de esta pieza forman un grupo multidisciplinar de veteranos deportistas exsovi¨¦ticos y nuevos talentos, que mientras entrenan escuchan hip-hop ruso, se dan instrucciones en ruso y juran en ruso tambi¨¦n cuando alguno tropieza o se hace da?o en las articulaciones.
"Puede que este sea un mundo un poco endog¨¢mico, porque nos relacionamos dentro del circo y salimos solo con los amigos que hacemos aqu¨ª", reflexiona la joven. "A m¨ª no me importar¨ªa crear una familia como la que yo he tenido: viajar de pa¨ªs en pa¨ªs, que mis hijos aprendan idiomas y vivan as¨ª. Pero estudio a distancia la carrera de management y contabilidad porque s¨¦ que el cuerpo no resistir¨¢ toda la vida y la carrera del acr¨®bata es corta. Me gustar¨ªa trabajar en la parte administrativa del circo, como mi madre".
Premios
Su padre, Konstantin Besschetnyy, de 48 a?os, es la viva imagen del deportista de ¨¦lite que no se retirar¨¢ por voluntad propia. Banquine, su exitoso n¨²mero de torres humanas y arriesgados vuelos a¨¦reos de columna a columna, ganador de numerosos premios y reconocido internacionalmente por ser el minuto de oro en la retransmisi¨®n de los Oscar de 2002, sigue haciendo que se levante cada ma?ana con ganas de entrenar a su equipo y a?adir nuevas acrobacias.
"El circo ha cambiado mucho desde que yo empec¨¦ en los a?os ochenta, cuando no hab¨ªa la misma supervisi¨®n que ahora y te buscabas la vida t¨² solo para mejorar", relata. "Eran tiempos duros: dormir tres compa?eros en tres colchonetas tiradas en una habitaci¨®n con el ba?o fuera, o trabajar en Siberia, a menos 52 grados, cuando hab¨ªa que caminar despacio porque el fr¨ªo hac¨ªa que te explotara la cabeza", describe Konstantin, con un ojo puesto en sus compa?eros que vuelan por los aires durante el entrenamiento. "Empec¨¦ a entrenar a Kristina cuando ten¨ªa cinco a?os porque quer¨ªa que desarrollara la fuerza y flexibilidad necesarias. Pero con 15 a?os se plant¨®: lloraba porque no quer¨ªa seguir ensayando ni quer¨ªa hacer acrobacias. Esper¨¦ a que ella misma quisiera que volviese a entrenarla y, cuando estuvo preparada, envi¨® sus trabajos en v¨ªdeo a la direcci¨®n del circo. Y as¨ª fue c¨®mo empez¨® a trabajar en el espect¨¢culo Quidam, en 2005, en los aros a¨¦reos. Cinco a?os despu¨¦s entr¨® en Zarkana conmigo".
A pocos d¨ªas del estreno oficial (que ser¨¢ el pr¨®ximo 17 de noviembre, aunque a partir de hoy ya hay funciones con p¨²blico), el escenario echa humo entre pruebas de sonido e imagen, m¨²sica y t¨¦cnicos en movimiento detr¨¢s del decorado. Tambi¨¦n hay artistas que bostezan en los asientos. No es para menos. En el mundo real ha ca¨ªdo el sol, aunque en el mundo paralelo del Circo del Sol se sigue ensayando.
Los n¨²meros del nuevo montaje
- Zarkana usa una pantalla que cubre todo el escenario de su fingido teatro de 27 metros por 12. La forman 118 paneles.
- Cada una de las dos cabezas de ¨¢guila que acogen a los m¨²sicos cuesta 10.500 euros.
- El escenario tiene 25 metros de largo y est¨¢ preparado para soportar 50 toneladas. Por ¨¦l pasan m¨¢s de 70 artistas.
- Zarkana estar¨¢ en Madrid hasta el 1 de enero de 2012. Ya han vendido 60.000 entradas, que oscilan entre los 23 y los 171 euros.
"Dirigir esto es como levantar un rascacielos" (Fran?ois Girard, director de 'Zarkana')
Fran?ois Girard (Quebec, 1963) es un hombre tranquilo. Su cine est¨¢ plagado de m¨²sica (El viol¨ªn rojo, Thirty two short films about Glenn Gould, Seda); por algo hac¨ªa m¨²sica "antes que cualquier otra cosa" cuando era joven, antes incluso de pensar en ponerse detr¨¢s de las c¨¢maras. Ahora llega a Madrid con Zarkana, un montaje que rememora "la edad dorada del circo en Am¨¦rica".
Girard ha hecho cine, pero tambi¨¦n ha estudiado m¨²sica, ha dirigido ¨®pera, teatro, ha investigado en el campo del videoarte y ha colaborado con el Circo del Sol en una anterior ocasi¨®n, con la obra ZED. "Para participar en un espect¨¢culo del Circo del Sol tienes que estar interesado en todo y que todo aparezca como una unidad en escena. Cada detalle lleva a?os de elaboraci¨®n y reflexi¨®n. Es como levantar un rascacielos", dice el canadiense. Este gran proyecto es para el director "una obra teatral, una ¨®pera, una pel¨ªcula y un experimento, todo al mismo tiempo pero mezclado en un equilibrio hermoso".
El Circo del Sol llena siempre en Espa?a, aun en tiempos de crisis. Es uno de los mercados m¨¢s importante de la compa?¨ªa, junto a EEUU y Canad¨¢. "En cualquier tipo de crisis, sea un crashfinanciero o un desastre natural, la noci¨®n de belleza y perfecci¨®n son necesarias. Durante la Gran Depresi¨®n, hubo un boomen las salas de cine, porque la gente necesita esperanza, belleza, ilusi¨®n. Si sientes que no puedes m¨¢s, ve al Prado a ver los Vel¨¢zquez,y ver¨¢s c¨®mo te sientes mejor".
Para Girard, el Circo del Sol es la evoluci¨®n natural del espect¨¢culo circense. "Ya no tiene sentido ver a animales que se comportan como bailarinas", comenta. "Es un tremendo fest¨ªn, una gigantesca reuni¨®n de gente que comparte cosas a ritmo de m¨²sica rock, una fiesta de la belleza. Zarkana no se parece a nada que haya visto en mi vida, cuando lo veo y pienso que he colaborado en esto, me digo: 'Eres bueno, eres muy bueno", concluye.
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