Dejad que los ni?os se acerquen a m¨ª
Jornada dedicada a los ni?os de los militantes y simpatizantes del PP. Se celebra en un local de juegos infantiles de Barcelona, una ciudad que ha expulsado a las criaturas de la calle para entregar la calzada a los coches y las aceras a las motos y los excrementos de los perros. No es cosa del gobierno de Trias y Fern¨¢ndez; Clos y Hereu ya consintieron todo y m¨¢s en este asunto. El caso es que ahora se ha privatizado hasta el espacio de ocio de los cr¨ªos.
El local se halla en el Eixample y la gente que acude lo hace en coche, por lo general. Hay un problema: una furgoneta (la de la megafon¨ªa del PP) se halla aparcada en la acera (la mitad) y en el carril para autobuses (el resto). Para colmo, obliga a los asistentes a una maniobra forzada para entrar en el aparcamiento (tambi¨¦n privado) m¨¢s cercano. Alg¨²n coche incluso se pasa y tiene que dar una vuelta. Uno de ellos, sin embargo, no comparte los valores c¨ªvicos que defienden los hermanos Fern¨¢ndez D¨ªaz. Ni corto ni perezoso, hace que el Mercedes d¨¦ marcha atr¨¢s unos 20 metros por el carril bus, y con tres cr¨ªos en el asiento trasero. Toda una lecci¨®n c¨ªvica para las criaturas. ?O ser¨¢ que lo del respeto a las normas s¨®lo rige para los inmigrantes pobres de Badalona?
Jorge Fern¨¢ndez sigue af¨®nico y Alicia S¨¢nchez-Camacho explica que hablar¨¢ ella: ¨¦l no puede "por prescripci¨®n m¨¦dica". Est¨¢ tambi¨¦n el segundo de la candidatura, Jorge Moragas (pura elegancia desma?ada de la zona alta). Tampoco habla, aunque no est¨¢ af¨®nico. En alg¨²n momento, el micr¨®fono se desmocha. Ella intenta arreglarlo, pero no es ese el papel tradicional asignado por la derecha a la mujer, de modo que son ellos quienes lo hacen. Ni siquiera necesitaron herramientas.
Pero el encuentro no era para hablar de ni?os, sino de familias (que incluyen tambi¨¦n a los mayores). Gran apoyo declarado. Y una promesa: se ampliar¨¢ en cuatro semanas "el permiso de paternidad" cuando se haya salido de la crisis y el Ejecutivo disponga de dinero suficiente. Como dec¨ªan los cl¨¢sicos, ad calendas graecas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.