"Dicen que abort¨¦. Entonces, ?a qu¨¦ beb¨¦ amamant¨¦ tres d¨ªas?
Ana Cano dio a luz un ni?o en la cl¨ªnica San Ram¨®n en 1963. En el Registro Civil consta que muri¨® al nacer. Ella cree que se lo robaron
Ana Cano, hoy ya octogenaria, est¨¢ convencida de que le robaron a su hijo a los tres d¨ªas de haberlo tra¨ªdo al mundo en el sanatorio San Ram¨®n de Madrid. Ocurri¨® hace 48 a?os. Un d¨ªa de Navidad, una enfermera se lo llev¨® y regres¨® a los 15 minutos diciendo que el beb¨¦ hab¨ªa muerto. "Pas¨¦ todo el embarazo bien. Desde el centro de salud de Vallecas me mandaron a la cl¨ªnica San Ram¨®n, en el paseo de La Habana. Di a luz a mediod¨ªa del 22 de diciembre de 1963. Cuando me dijeron que mi ni?o estaba muerto, exig¨ª ver a un m¨¦dico y mont¨¦ tal l¨ªo que me amenazaron con llamar a la polic¨ªa. Jam¨¢s nos dejaron ver el cad¨¢ver".
Juan Hidalgo Soriano y Ana Cano Navarrete ya hab¨ªan sido padres con anterioridad. El 22 de diciembre de 1963 lo fueron por segunda vez. Es imposible que pudieran equivocarse de fecha. Y sin embargo, en el Registro Civil consta una certificaci¨®n en la que el doctor Jos¨¦ F¨¦lix Ib¨¢?ez rubrica que el 25 de diciembre atendi¨® en el parto a esta mujer y que esta dio a luz a un feto masculino, de un tiempo aproximado de nueve meses, "cuya muerte se produjo antes del alumbramiento". A lo que Ana replica con un argumento apabullante: "Si esto hubiera sido as¨ª, ?c¨®mo es posible que yo tuviera en mis brazos a ese beb¨¦ durante tres d¨ªas? La ¨²ltima vez que lo vi fue cuando le estaba dando de mamar y una enfermera vino y se lo llev¨®".
"Nunca vimos el cad¨¢ver. Dijeron que el sanatorio se encargaba de todo y que, adem¨¢s, el ni?o ya hab¨ªa sido bautizado"
"La sociedad est¨¢ enferma si no reacciona ante ese espantoso comercio", afirma la presidenta de SOS Beb¨¦s Robados
El d¨ªa de Nochebuena le pusieron a firmar unos papeles en blanco. Ella se neg¨® a hacerlo. "Los escond¨ª debajo del colch¨®n. Al d¨ªa siguiente descubr¨ª que no estaban. Mi compa?era de habitaci¨®n me cont¨® que una enfermera me los hab¨ªa quitado mientras dorm¨ªa. ?Qu¨¦ ser¨ªan aquellos papeles que quer¨ªa que firmase?", se pregunta ahora, convencida de que tal vez quer¨ªan enga?arle para que estampara su r¨²brica a esos documentos autorizando que el cr¨ªo fuera dado en adopci¨®n.
A Ana llegaron a colocarle un vigilante a la puerta de su habitaci¨®n para evitar que armase jaleo o protestase. Ten¨ªa la sospecha de que su hijo hab¨ªa muerto porque le hab¨ªan administrado alg¨²n medicamento incorrecto o bien porque hab¨ªa sufrido un golpe letal tras ca¨¦rsele accidentalmente al suelo a alg¨²n empleado. La compa?era de habitaci¨®n lleg¨® a comentarle que en ese sanatorio suced¨ªan "cosas raras" y que sol¨ªan morirse muchos ni?os.
"Nunca vimos el cad¨¢ver. Pedimos que nos lo dieran para enterrarlo, pero nos lo impidieron diciendo que el sanatorio se encargaba de todo y que, adem¨¢s, el ni?o ya hab¨ªa sido bautizado. Nos opusimos. Replicamos que nuestro deseo era enterrarlo nosotros. No quer¨ªamos un entierro de caridad. Mi marido trabajaba en la f¨¢brica de camiones Barreiros y no ten¨ªamos problema de dinero. Pero todo fue en vano", recuerda.
Manuel Torres Iribarne, director de Cementerios de Madrid, ha entregado a la familia Hidalgo Cano un certificado en el que consta que "un feto masculino de Juan y Ana" fue inhumado en una sepultura temporal del camposanto de la Almudena el 27 de diciembre de 1963 y que los restos fueron llevados al osario com¨²n el 5 de abril de 1974. Pero eso no convence al matrimonio ni a sus hijos Jos¨¦ Miguel, Mar¨ªa y Trinidad, que se han volcado en una incansable investigaci¨®n.
"En enero pasado, una chica y un chico me confundieron con otra persona cuando yo estaba en una discoteca. Cuando les aclar¨¦ su error, me dijeron: ?Pues hay que ver c¨®mo te pareces...! Luego he intentado localizar a esa pareja, pero sin ¨¦xito", explica Jos¨¦ Miguel, quien sospecha que esa otra persona con la que fue confundido puede ser su hermano muerto.
La familia present¨® denuncia ante la Fiscal¨ªa de Madrid el pasado 2 de septiembre, y el 10 de octubre prest¨® declaraci¨®n. Sin embargo, resulta dif¨ªcil esperar resultados, ya que el sanatorio San Ram¨®n cerr¨® sus puertas hace 30 a?os, y su director, el doctor Eduardo Vela Vela, afirma que destruy¨® toda la documentaci¨®n. Esa cl¨ªnica fue hasta 1982 una aut¨¦ntica f¨¢brica de beb¨¦s de la que salieron centenares de menores que fueron dados en adopci¨®n en Espa?a y el extranjero.
Una batalla similar a la de Ana Cano es la que Soledad Monz¨®n mantiene con la justicia tratando de aclarar qu¨¦ fue del hijo al que trajo al mundo el 11 de enero de 1980 en el hospital Francisco Franco de Madrid (actual Gregorio Mara?¨®n). El caso de Soledad tambi¨¦n tiene paralelismos con el de Ana: en el Registro Civil consta que alumbr¨® a un ni?o que naci¨® muerto, pese a que ella asegura que lo vio vivo antes de que se lo llevaran. Claro que en otro documento guardado en el Archivo Regional de Madrid figura que el beb¨¦ falleci¨® tras estar en la incubadora. Y en otro papel, que el beb¨¦ dej¨® de existir por las graves malformaciones derivadas del s¨ªndrome de Potter. ?C¨®mo se explica semejante disparidad? No tiene explicaci¨®n.
Soledad Monz¨®n, presidenta de la Asociaci¨®n SOS Beb¨¦s Robados en Madrid, arremete contra la fiscal¨ªa, que recientemente ha dado carpetazo a su caso "sin haber investigado". Pero eso no le hace desfallecer: acaba de presentar otra denuncia en un juzgado de instrucci¨®n. "Llegaron a decirme que yo no hab¨ªa estado nunca en el hospital Francisco Franco. ?Es que no voy a saber yo d¨®nde di a luz?", se queja.
Como presidenta de SOS Beb¨¦s Robados, esta mujer conoce bien el desaliento y la "indignaci¨®n" que tienen los cientos de familias que buscan a los ni?os que les fueron sustra¨ªdos en las d¨¦cadas pasadas. "No ha habido ning¨²n progreso. Los fiscales no est¨¢n haciendo nada por comodidad, m¨¢s que por miedo a investigar", acusa.
Las fiscal¨ªas sostienen que los delitos por los que se podr¨ªa acusar a los implicados ya han prescrito, dado el mucho tiempo transcurrido desde que se produjeron los hechos. Sin embargo, Monz¨®n rebate ese argumento: "Un secuestro no puede prescribir en tanto en cuanto no aparezca la persona secuestrada. Esto est¨¢ siendo tratado como si fueran secuestros de beb¨¦s, pero es que esos beb¨¦s ya son adultos. Y tienen que aparecer vivos o muertos".
La Asociaci¨®n Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir), SOS Beb¨¦s Robados y la Asociaci¨®n Beb¨¦s Robados Andaluc¨ªa (Aberoa) convocaron d¨ªas atr¨¢s concentraciones callejeras bajo el lema de "Todos los ni?os robados son tambi¨¦n los m¨ªos" para pedir apoyo a la ciudadan¨ªa. "La sociedad est¨¢ enferma si no reacciona ante ese espantoso comercio de miles de beb¨¦s que fueron robados, vendidos o secuestrados", concluye Monz¨®n.
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