Muerte y resurrecci¨®n de un pianista de jazz
Fred Hersch, uno de los mejores improvisadores de su generaci¨®n, act¨²a hoy en Madrid tras superar un coma
"S¨¦ que algunos me miran como un bicho raro. Me da igual lo que digan de m¨ª: no soy raro. Soy un milagro". Hersch, de 56 a?os, tiene motivos para sentirse agradecido. Uno de los contados m¨²sicos de jazz en reconocer p¨²blicamente su condici¨®n de homosexual, en 1986 le fue diagnosticado sida. En 2008 a?os m¨¢s tarde, el virus viaj¨® hasta su cerebro: "Si solo hubiera acudido al hospital ocho horas m¨¢s tarde no lo hubiera contado". En cuesti¨®n de minutos, Hersch entr¨® en estado de demencia: "Estuve en coma durante dos meses, la mayor parte del tiempo, totalmente inconsciente. Tuvieron que atarme a la cama porque comenc¨¦ a arrojar objetos, me pusieron metadona para tranquilizarme...".
"Se supone que no deber¨ªa estar vivo en estos momentos, y eso marca"
Para entonces, nadie pod¨ªa estar seguro de si el pianista ser¨ªa capaz de volver a comer o caminar por s¨ª mismo: "Durante los ocho meses siguientes no fui capaz de ingerir comida, perd¨ª la voz, no pod¨ªa escribir ni hacer una llamada, no pod¨ªa hacer absolutamente nada. Estuve sometido a di¨¢lisis, me practicaron una traqueotom¨ªa...".
A comienzos de 2009, los amigos del pianista recibieron una carta remitida por el susodicho. Despu¨¦s de un a?o "extraordinario, desafiante y aterrador", Hersch anunciaba su regreso paulatino a la actividad: "Me ocurri¨® algo curioso y es que empec¨¦ a recordar una serie de sue?os que hab¨ªa tenido mientras estaba en coma. Eran sue?os muy espec¨ªficos, olores, visiones... De repente, sent¨ª la necesidad de escribir una m¨²sica basada en esas alucinaciones". Resultado de aquella experiencia es My coma dreams, un espect¨¢culo multimedia.
Tres a?os despu¨¦s de su annus horribilis, Fred Hersch afirma tajante: "Se supone que yo no deber¨ªa estar vivo en estos momentos, y eso marca. Me siento m¨¢s fuerte que nunca. A mi edad, y despu¨¦s de todo lo que he pasado, me importa un comino lo que los dem¨¢s piensen de m¨ª".
Curioso: el maestro del 90% de los pianistas de jazz contempor¨¢neos, de Brad Mehldau a Ethan Iverson (The Bad Plus), Bruce Barth o Rachel Z, se declara enemigo ac¨¦rrimo de cualquier sistema de aprendizaje que no pase por la experiencia. "Yo aprend¨ª tocando con otros m¨²sicos y escuchando discos y tratando de entender por mi cuenta de qu¨¦ iba el asunto. Nunca he tenido un profesor". El futuro genio del jazz se estren¨® tocando las melod¨ªas de los dibujos animados: "A los tres a?os tocaba en el piano las canciones de la televisi¨®n y a los 12 compuse mi primera sinfon¨ªa. Siempre he tenido un buen o¨ªdo".
Incapaz de permanecer "ni un minuto m¨¢s" en Cincinnati, en 1975 ingres¨® en el New England Conservatory de Boston, donde se qued¨® el tiempo necesario antes de trasladar su residencia al apartamento de Manhattan en el que reside desde entonces: "Cuando llegu¨¦ a Nueva York decid¨ª que iba a tocar todo lo que se me pusiera a tiro, y lo hice. Toqu¨¦ con cantantes no demasiado buenos, por decirlo suavemente; en espect¨¢culos para jud¨ªos, bodas, fiestas privadas, after hours... quer¨ªa acumular experiencia. Hasta que me llam¨® Sam Jones. A partir de ese momento, todo vino rodado. Me recomend¨® a Art Farmer, que me recomend¨® a Joe Henderson, y este a Lee Konitz, Stan Getz, Charlie Haden...".
En 2006, Hersch se convirti¨® en el primer pianista en la historia del legendario Village Vanguard neoyorquino en actuar durante una semana sin acompa?amiento: "Fue algo casual. Resulta que mis contrabajistas habituales ten¨ªan problemas con sus vuelos". Fred Hersch alone at the vanguard fue grabado de un tir¨®n, la noche del 5 de diciembre de 2010: "Grabamos los 12 pases durante la semana pero, al final, lo que se escucha en el disco es el pase n¨²mero 12 tal cual sali¨®, sin cortes ni a?adidos". El repertorio sorprende por su variedad: de las baladas "especialidad de la casa" -"es el test de tu car¨¢cter"- a los temas de inspiraci¨®n brasile?a y las composiciones originales con dedicatoria incluida (a Bill Frisell, Lee Konitz y Robert Schumann).
Historias de superaci¨®n musical
Fred Hersch no es el ¨²nico m¨²sico en volver por la puerta grande tras ser deshauciado por la medicina:
- Robert Wyatt. Durante una fiesta de Pink Floyd, el bater¨ªa de Soft Machine cay¨® de un cuarto piso. Parapl¨¦jico, volvi¨® a escena como cantante y trompetista ocasional con la obra maestra Rock bottom (1974). Desde entonces, ha mantenido una prol¨ªfica carrera.
- Edwyn Collins. Sufri¨® en 2004 un grave accidente cerebrovascular. Apenas pod¨ªa moverse ni hablar. Su recuperaci¨®n, recogida en sus memorias Falling and laughing, ha sido una de las m¨¢s asombrosas del pop reciente. El ¨²ltimo disco del m¨²sico (en la foto) se cont¨® entre los mejores de 2010.
- Curtis Mayfield. Una de las voces m¨¢s legendarias del soul, Mayfield se qued¨® paral¨ªtico cuando una torre de luz le cay¨® encima el 13 de agosto de 1990. Despu¨¦s de aquello, grabar¨ªa un ¨²ltimo disco, New world order, antes de su muerte, en 1999.
- Django Reinhardt. A los 18 a?os, el guitarrista sobrevivi¨® a un incendio. Perdi¨® dos dedos de una mano y los m¨¦dicos dijeron que no volver¨ªa a tocar. Pas¨® a la historia como uno de los mejores instrumentistas del jazz.
Babelia
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