La realidad financiera subordina los planes de PSOE y PP para la UE
Las diferencias de programa, condicionadas por los vaivenes de los mercados
El 2 de septiembre, el pleno del Congreso de los Diputados aprobaba la primera reforma constitucional en sus 33 a?os de historia. Una propuesta presentada por los grupos Socialista y Popular para la reforma del art¨ªculo 135, con el objetivo de garantizar la estabilidad presupuestaria en todas las Administraciones p¨²blicas, y de la que el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, dijo sentirse "muy satisfecho" por ser "realmente muy importante para Espa?a en este momento".
Ninguno de los dos partidos explic¨® a las claras la urgencia y la motivaci¨®n ¨²ltima de la reforma y, pese a las diferencias y acusaciones que hab¨ªan mantenido hasta entonces, acordaron en tiempo r¨¦cord una reforma de la Constituci¨®n. De hecho, en el debate parlamentario del 23 de agosto, el l¨ªder de la oposici¨®n, Mariano Rajoy, exigi¨® respuestas al presidente: "Cuando el Banco Central Europeo comenz¨® a comprar deuda p¨²blica espa?ola ?le remiti¨® a usted o a alg¨²n ministro del Gobierno una carta? ?Nos puede decir si se la remiti¨® o no y cu¨¢l es su contenido?".
No hubo respuesta y, pese a ello, s¨ª hubo acuerdo para la reforma. S¨ª supimos que en el verano el BCE hab¨ªa remitido una carta al Gobierno italiano con sus condiciones para comprarles deuda, en las mismas fechas en las que empez¨® a comprar deuda espa?ola. Sin embargo, Italia s¨ª hizo p¨²blica la carta y fue publicada por los medios de comunicaci¨®n. A partir del acuerdo constitucional entre PP y PSOE, la prima de riesgo de Italia empez¨® a superar a la espa?ola.
La campa?a electoral parece haber borrado este episodio de un plumazo y ahora ambos partidos sostienen que las diferencias en pol¨ªtica econ¨®mica europea son radicales. "Ah, ?pero el PSOE tiene una pol¨ªtica econ¨®mica para Europa? Porque durante a?os le hemos pedido la comparecencia de la vicepresidenta al respecto y se ha negado", asegura ?lvaro Nadal, secretario de Econom¨ªa del Partido Popular. "Esta ¨¢rea es, seguramente, donde m¨¢s diferencias hay entre PP y PSOE", asegura Diego L¨®pez Garrido, secretario de Estado para la UE.
Lo cierto es que el programa socialista no tienen ning¨²n apartado espec¨ªfico sobre pol¨ªtica europea y el futuro dise?o de la Uni¨®n. Pero L¨®pez Garrido, candidato socialista por Madrid, recuerda que en la Presidencia espa?ola de la UE, en el primer semestre de 2010, el Gobierno ya plante¨® su proyecto de una uni¨®n econ¨®mica, con un Tesoro europeo que pudiera emitir eurobonos, y la creaci¨®n de un Ministerio de Finanzas que fije una pol¨ªtica econ¨®mica com¨²n y se financie con la tasa sobre las transacciones financieras.
"Nuestro planteamiento, que fue criticado en su momento, ahora es compartido por todo el mundo. Y la ausencia de ese gobierno econ¨®mico com¨²n ha tenido en estos meses consecuencias devastadoras para el proyecto europeo", subraya. L¨®pez Garrido reprocha al PP su falta de apoyo al primer plan de ajuste. "Es la derecha m¨¢s insolidaria de toda Europa. Si no hubiera sido por el apoyo de los nacionalistas, ahora estar¨ªamos como Italia".
Los socialistas repiten ahora, como un mantra, que el ajuste no puede ser la ¨²nica salida a la crisis, que hay que aplicar medidas de est¨ªmulo del empleo y que para ello hay que generar ingresos. "Hay que ir a impuestos m¨¢s progresivos, revisar las desgravaciones del impuesto sobre sociedades e implantar un tributo sobre las grandes fortunas y otro sobre los beneficios de la banca, que ha recibido ingentes ayudas p¨²blicas. Habr¨¢ que subir los impuestos sobre el tabaco y el alcohol para financiar la sanidad. Y la tasa sobre transacciones financieras puede ser recaudada por la UE o por los Estados y servir para reducir la aportaci¨®n de estos a las arcas comunitarias".
Para el PP, estas propuestas son "el plan Marshall de Rubalcaba, que ya nadie se cree". En su caso, las posiciones que defiende a lo largo de las 19 p¨¢ginas que el programa electoral dedica a Europa parecen m¨¢s un planteamiento para la negociaci¨®n y de fondo que un programa de medidas concretas para aplicar de inmediato. Quiz¨¢s porque el escenario que manejan est¨¢ abierto a demasiadas inc¨®gnitas. Nadal, candidato por Albacete, insiste en que la aproximaci¨®n a la crisis europea debe tener dos patas: "Por un lado, una agenda de reformas que obligue a los pa¨ªses a aumentar su flexibilidad y mejorar la competitividad de su econom¨ªa y, al mismo tiempo, facilitar la liquidez mientras esas reformas surten efecto, da igual a trav¨¦s de qu¨¦ instrumento". Es decir, ya sea el banco central quien lo impulse o el nuevo fondo de estabilidad financiera. Nadal no se muestra, sin embargo, favorable a los eurobonos, "sobre los que no ha habido ninguna propuesta oficial pero que desincentivar¨ªan la disciplina fiscal si los pa¨ªses supieran que cuentan con un respaldo com¨²n", pero no ve mal una propuesta para la creaci¨®n de un Ministerio de Econom¨ªa europeo, aunque "ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil si hubiera alg¨²n tipo de presupuesto federal y no veo a los alemanes compartiendo impuestos por ahora".
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