Un esp¨ªritu indomable
Nadal trabaja para aumentar el ritmo de sus piernas y relativiza el "dolor" de sus derrotas de 2011 - La Copa de Maestros es el ¨²nico t¨ªtulo importante que le falta al espa?ol
Entre los flashes, una confesi¨®n: "La derrota de Shangh¨¢i fue dif¨ªcil. Me doli¨®. Sent¨ª que necesitaba una pausa, recuperarme f¨ªsica y emocionalmente. Un par¨®n. Un stop. Pensar en terminar el a?o sano y empezar el que viene en condiciones ¨®ptimas".
Rafael Nadal habla rodeado de periodistas sobre su ¨²ltimo partido, que disput¨® en China hace ya m¨¢s de un mes y cedi¨® inesperadamente ante el alem¨¢n Florian Mayer. Sus palabras son mucho m¨¢s que el reflejo de su esp¨ªritu competitivo. Esconden que despu¨¦s de aquel encuentro hubo un viaje terap¨¦utico a Eurodisney junto a 20 familiares, la mayor¨ªa ni?os que le llevaron de atracci¨®n en atracci¨®n. Ocultan que muchos de sus entrenamientos posteriores fueron en el gimnasio, fuera de la pista, dale que te pego a la polea c¨®nica, para recuperar el impulso perdido en las seis finales cedidas durante este curso contra el serbio Novak Djokovic. Y guardan lo que anida ahora en la mente de un campe¨®n acostumbrado a devorar cerebros, y que hoy, cuando inicia la Copa de Maestros, el ¨²nico t¨ªtulo importante que le falta, con el estadounidense Mardy Fish (21.00, Canal+ y Teledeporte), compite tras superar la amargura de la derrota y ponerlo todo en perspectiva. Nadal, ganador de tres torneos este curso, ha cedido en siete finales en 2011. Nada grave, concluyen en su entorno, cuando se compara con un mundo marcado por la tragedia del paro y de la crisis financiera.
"Necesitaba una pausa, recuperarme", dice de su ¨²ltima decepci¨®n en Shangh¨¢i
"Hay cinco millones de parados que lo pasan mucho peor que ¨¦l", dice su t¨ªo Toni Nadal
Para el n¨²mero dos la temporada es muy buena: "Me ha faltado un pel¨ªn m¨¢s"
En este torneo el mallorqu¨ªn solo gana el 50% de partidos. En 2010 alcanz¨® la final
"?Que a veces pasa por temporadas de estr¨¦s por situaciones complicadas, por alguna lesi¨®n, por alg¨²n problema?", se pregunta Toni Nadal, su t¨ªo y entrenador, vestido de riguroso negro. "Pues todo el mundo pasa por lo mismo... o no. Todo el mundo no. En Espa?a hay cinco millones de personas [en el paro] que lo est¨¢n pasando mucho peor que Rafael, que es una persona acostumbrada a reflexionar y a saber valorar d¨®nde est¨¢, adem¨¢s de la gratitud que tiene que tener con la vida. El camino para llegar a ¨¦l y motivarle es siempre el mismo: 'Eres un privilegiado por hacer lo que haces", a?ade.
"Rafael tiene la suerte de estar en Londres, de tener ¨¦xito en la vida, de ganar dinero y hacer lo que quiere. Si no encontrara motivaci¨®n suficiente en eso ser¨ªa mal deportista y un desagradecido de la vida", argumenta el t¨¦cnico. "Siempre le insisto en lo mismo. Si en alg¨²n momento tuviera que motivarle, me inspirar¨ªa en gente que lo ha pasado realmente mal: en Irene Villa, por ejemplo. Otros han pasado situaciones mucho peores y han afrontado la vida bien. Ya no casos extremos, sino del d¨ªa a d¨ªa, de gente que no encuentra trabajo, que no puede alimentar a su familia. Esos son problemas reales. Lo nuestro es un problema de estr¨¦s pasajero, de insatisfacci¨®n por la derrota, pero, cuando acabe su carrera, Rafael se ir¨¢ contento y probablemente con la vida solucionada. Si no te basta con eso para motivarte, no lo estar¨¢s en la vida".
Nadal tiene 25 a?os y un curr¨ªculo para la historia. Inesperadamente, ha descubierto en 2011 un adversario de cuidado, Djokovic, que le ha arrebatado el n¨²mero uno. Cualquier otro correr¨ªa el riesgo de abandonarse a recuerdos placenteros en lugar de someterse al dolor de una transformaci¨®n con la que afrontar los retos nuevos. ?C¨®mo motivar a un hombre que ha ganado 10 grandes, solo uno de ellos en 2011? ?C¨®mo llevarle a un nuevo esfuerzo tras conquistar la Copa Davis y el oro ol¨ªmpico?
Una parte, que no toda, de la respuesta, est¨¢ en un concepto: "lo que de verdad importa". Esa frase da nombre a un ciclo de conferencias en el que participa Toni Nadal, y en el que escucha, por ejemplo, las vivencias de Irene Villa, superviviente a un atentado de los terroristas de ETA; o a Nando Parrado, que luch¨® para seguir vivo tras un accidente a¨¦reo en los Andes, all¨¢ por 1972. Agudo polemista y ¨¢vido lector de peri¨®dicos, el entrenador ve lo que pasa por el mundo, y todo se lo traslada a su sobrino, que nunca ha vivido en la burbuja que absorbe a muchos deportistas de elite.
Como dijo Nadal este mismo a?o: "La actual situaci¨®n [econ¨®mica] es dram¨¢tica, nos toca a todos porque todos tenemos conocidos que lo est¨¢n pasando mal. Pero lo importante es darse la oportunidad, seguir creyendo que se va a mejorar, pensar en el d¨ªa a d¨ªa. Yo tambi¨¦n tuve dudas, ¨¦pocas malas. Las dudas no se superan, convives con ellas".
En eso est¨¢ el n¨²mero dos mundial en Londres, donde tambi¨¦n competir¨¢ el fiero David Ferrer, el n¨²mero cinco mundial. El mallorqu¨ªn relativiza sus heridas. Convive con sus problemas. Pone todo de su parte para superar las decepciones y seguir adelante: "No hay que dramatizar", dice con gesto serio. "La temporada es muy buena. Me ha faltado un pel¨ªn m¨¢s para ganar algunos partidos, un plus. En otros lo he tenido. Puede ser un pel¨ªn de cansancio mental, es mi s¨¦ptimo a?o sin salir de los dos primeros del mundo", prosigue. "He trabajado en mejorar las cosas importantes que en algunos momentos perd¨ª este a?o: algo m¨¢s de ritmo en las piernas, un juego con menos subidas y bajadas de nivel en los partidos, y el saque, que no ha funcionado como deb¨ªa. Estar aqu¨ª, en Londres y en una de las pistas m¨¢s bellas del mundo, siempre es una gran motivaci¨®n".
Esto es la Copa de Maestros, donde Nadal solo gana el 50% de sus encuentros. Esto es Londres, donde el a?o pasado alcanz¨® la final, que acab¨® perdiendo ante Federer, con un estupendo nivel de juego. Esto es cemento bajo techo, su peor superficie (62% de victorias). Esto, con los otros ocho mejores del planeta enfrente es todo un reto. Territorio Nadal.
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