Prioridad: los j¨®venes
El Gobierno que salga elegido en las elecciones de hoy tendr¨¢ que tomar muchas decisiones para hacer frente a los problemas del desempleo, del mercado inmobiliario, del sistema financiero, de la crisis del euro, etc¨¦tera. Cuando tome estas decisiones, debe ser consciente en todo momento de que la acci¨®n de gobierno necesita orientarse hacia el segmento m¨¢s azotado por la crisis: los j¨®venes.
Su indignaci¨®n no es sorprendente. Uno de cada dos j¨®venes menores de 30 a?os no dispone de empleo. La precariedad es habitual para el resto: la mitad de los que trabajan tiene un contrato temporal. Su vida est¨¢ en estado de congelaci¨®n, con escasas posibilidades de comenzar una familia, comprar una casa y avanzar en su carrera profesional. Dadas las bajas perspectivas de crecimiento para los pr¨®ximos a?os, el riesgo de quedarse atascado en los m¨¢rgenes del mercado tras un periodo dando tumbos es desgraciadamente elevado.
El problema clave a medio plazo es el bajo nivel de formaci¨®n de gran parte de esta generaci¨®n
El problema clave a medio plazo es el bajo nivel de formaci¨®n de gran parte de esta generaci¨®n. En un mundo dominado por las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y en el que muchos procesos productivos menos avanzados se deslocalizar¨¢n hacia pa¨ªses en desarrollo, la formaci¨®n adquiere cada d¨ªa m¨¢s importancia. Pues bien, de acuerdo con datos recientes de Eurostat, algo menos de uno de cada tres j¨®venes espa?oles de 18 a 24 a?os abandona el sistema educativo sin conseguir un t¨ªtulo posterior a la ense?anza secundaria obligatoria.
Es decir, estamos hablando de un problema que afecta a cerca de un mill¨®n de j¨®venes, de los que la mitad ni estudian ni trabajan, la llamada generaci¨®n ni-ni.
La mitad de este mill¨®n de j¨®venes no tienen ni el t¨ªtulo de ESO y solo un porcentaje m¨ªnimo (1%) ha participado en programas de iniciaci¨®n profesional u otros programas de inserci¨®n profesional no reglada; igualmente m¨ªnima es la parte de este colectivo que ha recibido formaci¨®n ocupacional a parados (8%).
De los 33 pa¨ªses de la Uni¨®n Europea y los candidatos al ingreso, solo Turqu¨ªa y Malta tienen una mayor proporci¨®n de j¨®venes sin estudios secundarios y fuera del sistema educativo. La tragedia incomprensible es que mientras los dem¨¢s pa¨ªses europeos han avanzado con claridad en esta dimensi¨®n, en Espa?a los datos no han mejorado en los ¨²ltimos 15 a?os. As¨ª, las ¨²ltimas estad¨ªsticas muestran que Turqu¨ªa ha reducido su diferencial con Espa?a a la mitad en los ¨²ltimos 10 a?os y Portugal ya nos ha alcanzado, cuando al inicio de esta d¨¦cada le sac¨¢bamos 15 puntos.
?A qu¨¦ se debe este desfase? Algunas explicaciones de este fen¨®meno se han apoyado en el efecto de la inmigraci¨®n, dada la llegada de una poblaci¨®n extranjera menos formada y con una mayor tasa de abandono escolar. Pero esta no parece ser raz¨®n suficiente, dado que es precisamente en este colectivo en el que se ha observado una reducci¨®n mayor de ese ¨²ltimo fen¨®meno.
El abandono, sin duda, s¨ª tuvo que ver con un modelo productivo que, contrariamente a lo que suced¨ªa en el resto del mundo, hac¨ªa muy atractivo el dejar de estudiar. Y efectivamente, con la llegada de la crisis han aumentado algo las matr¨ªculas, y ya se est¨¢ observando un menor abandono de las aulas entre los m¨¢s j¨®venes, pero sin garant¨ªas reales de que alcancen una titulaci¨®n y de que no sea un fen¨®meno pasajero. En todo caso, este repunte no afecta a los j¨®venes que ya hab¨ªan abandonado sus estudios durante el boom inmobiliario.
La poblaci¨®n de 18 a 24 a?os que no ha conseguido o no ha ido m¨¢s all¨¢ del t¨ªtulo de ense?anza secundaria obligatoria va a encontrar dif¨ªcil adaptarse a la econom¨ªa del conocimiento.
Ser¨¢ imposible que estos j¨®venes lleguen a ocupar los puestos t¨¦cnicos y profesionales donde van a aparecer los empleos del futuro. Espa?a tiene un gran d¨¦ficit de estas ocupaciones en comparaci¨®n con la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos, que se puede cifrar entre tres y cinco millones si nos comparamos con el norte de Europa. Es ah¨ª, en estas ocupaciones, donde est¨¢n los trabajos del futuro. Pero mientras los j¨®venes no tengan la formaci¨®n para ocupar tales puestos, la salida del agujero ser¨¢ imposible.
En definitiva, los datos asustan por su magnitud, por sus consecuencias para esta generaci¨®n perdida y por su repercusi¨®n para la econom¨ªa espa?ola.
?Cu¨¢l es la soluci¨®n? Varios pa¨ªses centroeuropeos (Alemania, Austria, Suiza) han adoptado un modelo de formaci¨®n dual, basado en la idea del aprendizaje, en el que se alternan la educaci¨®n en la escuela y el aprendizaje remunerado en la empresa. Estos pa¨ªses, caracterizados por tener las menores tasas de paro juvenil, hace ya tiempo que apostaron por un modelo que capacita a los j¨®venes para su entrada en el mercado de trabajo, cubriendo a la vez las necesidades de las empresas y garantizando que existan suficientes especialistas y cuadros en el futuro. Claramente, pensando en la formaci¨®n de j¨®venes que son ya, de hecho, adultos, las soluciones deben pasar, como en estos modelos, por combinar formaci¨®n con pr¨¢cticas remuneradas.
Independientemente del modelo que elijamos, nos enfrentamos a la necesidad de recualificar y reinsertar en el mercado de trabajo a una generaci¨®n que, desgraciadamente, s¨ª corre el riesgo de ser una generaci¨®n perdida.
Florentino Felgueroso es profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Oviedo y director de la c¨¢tedra Capital Humano y Empleo de FEDEA. Luis Garicano es catedr¨¢tico de Econom¨ªa y Estrategia de la London School of Economics y director de la c¨¢tedra McKinsey de FEDEA.
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