Coraz¨®n rojo y camiseta verde
Puente de Vallecas resiste como basti¨®n hist¨®rico de la izquierda en la capital con asociaciones de barrio y sociales como la que defiende la escuela p¨²blica
Puente de Vallecas ocupa 1.500 hect¨¢reas al sureste de Madrid, emparedado por la A-3, la M-30, la M-40 y el r¨ªo Manzanares. Es, con Latina, el distrito m¨¢s poblado: 250.000 personas; el 18% son extranjeras menos que en otras zonas, sobre todo suramericanos. De los 21 distritos de la capital, es el que tiene m¨¢s analfabetos y personas sin estudios, la menor renta familiar (8.200 euros per capita en 2000) y el mayor paro registrado (14%). Lidera las solicitudes de renta m¨ªnima de inserci¨®n social. El 20% vive bajo el umbral de la pobreza.
Adem¨¢s, es el ¨²nico distrito en el que el PSOE gan¨® las elecciones el domingo. Obtuvo 42.726 votos (38,9%), 4.700 m¨¢s que el PP. Hace cuatro a?os, la diferencia era seis veces superior. Los socialistas han perdido all¨ª 26.158 votos, la mayor ca¨ªda absoluta en la capital. "Ha sido nuestro peor momento, y hemos resistido. Han perdido su ¨²ltima oportunidad", exclama Pablo Garc¨ªa Rojo, edil y l¨ªder socialista en el distrito.
Eva Dur¨¢n, diputada, concejal y presidenta del PP en Puente de Vallecas desde 1994, disiente. "Vamos a arrebatarles ese feudo. El domingo pens¨¢bamos que ¨ªbamos a ganar, ya nos pas¨® en las municipales de mayo, porque la distancia es muy corta", explica. "Hay gente que nos aprecia, pero reconoce que, como obreros, jam¨¢s podr¨¢n votarnos. Pero avanzamos. Hace unos a?os, por ejemplo, resultaba impensable que tuvi¨¦ramos afiliados en el Pozo del T¨ªo Raimundo".
El Pozo, como todo el distrito, acogi¨® en los a?os cuarenta y cincuenta a los jornaleros empujados por el hambre hacia la capital. All¨ª se asentaron, en condiciones infrahumanas, construyendo sus chamizos en esa ciudad "descabalada, ingenuamente contenta de s¨ª misma y sin catedral" que describe Luis Mart¨ªn Santos en Tiempo de silencio.
La integraci¨®n y el paro son desde entonces, y aun hoy, los principales problemas del distrito, seg¨²n la Agenda 21 Local impulsada por la ONU. El mayor problema pol¨ªtico es "el incremento de la demanda de equipamientos y servicios sociales por el riesgo de exclusi¨®n social". Garc¨ªa Rojo denuncia: "El PP nos ha castigado sin inversiones para desencantar a los votantes de izquierdas. Aqu¨ª todas las infraestructuras son de la ¨¦poca socialista. El ¨²ltimo esfuerzo reequilibrador fue la llegada del metro con Joaqu¨ªn Leguina".
"Eso queda en la memoria de la gente. Y la sensaci¨®n hist¨®rica de reivindicaci¨®n y abandono", agrega. "No siento esa discriminaci¨®n", responde Dur¨¢n. "Cuando hay crisis hay que reducir el presupuesto. Hay equipamientos que no se pueden construir porque no hay dinero". Ese fue el motivo por el que las ocho asociaciones de vecinos del distrito abandonaron en enero el Consejo Territorial, el marco de di¨¢logo con el Ayuntamiento. Su portavoz y presidente de la asociaci¨®n de Norte Albufera, Francisco Ga?¨¢n, explica: "Era in¨²til. Nos sentimos enga?ados. Queremos que los temas que preocupan a la ciudadan¨ªa se traten en el pleno del distrito, que se nos d¨¦ la voz". Ga?¨¢n cree que esta rebeld¨ªa mantiene el pulso izquierdista de Puente de Vallecas. "El movimiento asociativo est¨¢ en crisis, pero nosotros aguantamos".
"En los ¨²ltimos 43 a?os hemos peleado por traer la dignidad a nuestros barrios", dec¨ªa la carta que enviaron las asociaciones del distrito al Movimiento 15-M para ofrecer su ayuda. All¨ª, en Vallecas, naci¨® hace 16 a?os la Plataforma por la Escuela P¨²blica, germen de la marea verde de protestas que ha puesto en vilo al Gobierno regional. Su portavoz, Federico Mart¨ªnez, dice: "Es una especie de uni¨®n, de solidaridad interna, de identificaci¨®n con unos ideales".
Y se puede traducir tambi¨¦n en votos para la izquierda. El principal acto socialista en campa?a fue en el Instituto Vallecas Magerit, y acudi¨® el ministro de Educaci¨®n, ?ngel Gabilondo. Y fue el distrito donde m¨¢s actos hizo IU. La edil Milagros Hern¨¢ndez explica: "Hemos trabajado mucho la cohesi¨®n social, la identidad de izquierdas, de reivindicaci¨®n y pelea. En otros barrios es m¨¢s dif¨ªcil".
Puente de Vallecas mantiene "su personalidad, su identidad, sigue siendo un referente del movimiento vecinal y cultural. Y tiene conciencia cr¨ªtica: en los tiempos que corren, muchos progresistas han optado por la abstenci¨®n", admite Garc¨ªa Rojo. La participaci¨®n (68,3%) fue la m¨¢s baja de la capital.
Y apunta otro dato: "En otros sitios, el PP ha impulsado desarrollos urban¨ªsticos para equilibrar pol¨ªticamente territorios de izquierda". Eva Dur¨¢n coincide impl¨ªcitamente en el diagn¨®stico al explicar por qu¨¦ persiste la mayor¨ªa socialista: "En Puente de Vallecas no ha habido poblaci¨®n nueva, como en los PAU de Vallecas o Carabanchel, que viene con otras mentalidades".
"En Vallecas hay 14 asociaciones de vecinos, casi todos los colegios tienen grupos de padres, existe una coordinadora de sanidad que lleva 25 a?os funcionando y est¨¢ presente en la mayor¨ªa de centros del barrio, adem¨¢s de asociaciones culturales, de j¨®venes, de mujeres... Hasta el Rayo Vallecano es un incentivo de la identidad de barrio", resume Pepe Molina, presidente de Vallecas Todo Cultura y de los vecinos de Palomeras Sureste. "Eso permite que nazcan iniciativas sociales de bastante calado y con recursos, y tiene un nivel de solidaridad intersectorial muy fuerte. Esa referencia le hace distinto a otros barrios, donde languidece la vida social y asociativa". Y la izquierda.
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