Libertad para todos
Cualquier legislaci¨®n que elimine la actual prohibici¨®n de fumar en lugares de trabajo -y eso incluye los establecimientos hosteleros- se har¨¢ a instancias de y tendr¨¢ como ¨²nico beneficiario a los intereses especiales de las tabacaleras, no de una sociedad que se pronuncia en un 70% a favor de la prohibici¨®n total de fumar en espacios cerrados. Solo ser¨ªa deseable cambiar la ley si fuera en un sentido m¨¢s restrictivo, aumentando los impuestos sobre el tabaco, restringiendo los puntos de venta a los estancos y extendiendo los espacios libres de humo al aire libre, como los estadios de f¨²tbol.
Los partidarios del humo se han sustentado siempre en el uso falaz de dos conceptos: libertad y econom¨ªa. Uno, la libertad. En cuanto pueden agitan la palabra "prohibici¨®n", como bandera. "Prohibido prohibir" y otras milongas. Basta decir que prohibir la posesi¨®n de personas fue lo que acab¨® con la esclavitud en los EE UU para ver lo f¨¢cil que resulta corromper conceptos para determinadas mentalidades. Hoy, todos -incluso aquellos que fuman- somos m¨¢s libres gracias a la nueva ley.
Por otro lado, est¨¢ el factor econ¨®mico. El 2 de enero de 2011 estaba marcado en el calendario como la fecha de una hecatombe con bares y restaurantes desiertos. Para decepci¨®n de los apocal¨ªpticos, 2011 ha sido el mejor a?o de la hosteler¨ªa de los ¨²ltimos cuatro, con 21.500 altas en la Seguridad Social y una sensible mejora en la facturaci¨®n. La Federaci¨®n Espa?ola de Hosteler¨ªa, FHER, corre a explicar este resultado por el inesperado aumento de turistas debido a las revueltas en el mundo ¨¢rabe. ?No dec¨ªan tambi¨¦n que los turistas no querr¨ªan entrar en bares donde no pudieran fumar? Es cierto que los impuestos especiales sobre el tabaco ingresan 7.700 millones al a?o, pero, como bien revelan estudios independientes, el coste sanitario y el impacto sobre la productividad de las empresas supera los 15.000 millones. Cada euro ingresado por tabaco le cuesta el doble a la sociedad.
Eso s¨ª, cuando hablamos de salud, el silencio. 50.000 muertes evitables al a?o, 1.000 trabajadores de hosteler¨ªa fallecidos con patolog¨ªas relacionadas con el tabaco les deja mudos. Huyen de un debate que no pueden ganar, de una ciencia que ha demostrado estudio tras estudio c¨®mo el humo de segunda mano causa c¨¢ncer. Sin proteger todos los puestos de trabajo del humo del tabaco es imposible que prime el derecho a la salud, y es este el gran avance de la ley de 2010 comparada con la de 2005, que consideraba desechables y de segunda clase a los trabajadores de hosteler¨ªa expuestos al humo.
Rajoy, como presidente que va a ser de Espa?a, har¨¢ bien si no arregla lo que no est¨¢ roto, si no desvirt¨²a una ley que su partido contribuy¨® a aprobar hace apenas 10 meses. Volver a la ley del tabaco de 2005, o a algo parecido, traer¨ªa m¨¢s muertes, costar¨ªa m¨¢s dinero y se har¨ªa a beneficio exclusivo de las grandes corporaciones tabacaleras.
Sus declaraciones mostrando su preferencia por la ley anterior fueron un acto irresponsable que insufl¨® vida a los pocos que no consideran que el debate sobre una hosteler¨ªa sin humo est¨¢ m¨¢s que cerrado.
Ubaldo Cuadrado es portavoz de Nofumadores.org.
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